El chofer, Song, oyó a la Señora Qin e inmediatamente siguió al Maybach. Qin Chu miró por el espejo retrovisor despreocupadamente y notó que algo no estaba bien. En un principio, él planeaba ir a casa, pero inmediatamente se dirigió hacia otra dirección.
—Ey, ese no es el camino a casa —le recordó Huo Mian.
—No vamos a casa. Vamos de paseo, ya que casi nunca tenemos la oportunidad de hacerlo.
Huo Mian quedó sin palabras. ¿Era una buena idea conducir durante una noche fría? Sin embargo, ella confía en las decisiones de Qin Chu. Huo Mian no preguntó más, hasta que súbitamente notó algo mientras miraba los giros que hacía Qin Chu en calles transitadas y vacías.
Miró por espejo retrovisor.
—Así que, nos están siguiendo.
—Es el auto de mi madre —dijo Qin Chu.
—Oh.
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