Ya habiendo bajado todos los escalones, Abel dejó de usar la linterna de su celular y aprendió la vela que había traído y con ella se puso a observar el misterioso pasaje que tenía al frente de él.
Realmente el pasillo no parecía ser parte de la mansión, dado que el mismo no estaba hecho de madera y en su lugar se habían usado piedras que por el aspecto familiar a las usadas en el pueblo parece que las mismas también habían sido extraídas de la mina. Las piedras estaban repletas de suciedad, musgo, plantas y insectos, y lo más extraño de este túnel era la indudable sensación de humedad y calor que había adentro , al punto que sorprendió bastante a Abel el cual nomas entro sintió como abajo de su grueso abrigo comenzaba a transpirar y sintió la necesidad sacarse su campera.
Por desgracia el final del pasadillo no podía verse y era bastante engorroso caminar en el puesto que no era muy alto y para nada podría decirse que era muy ancho, al punto que Abel tenía que agachar la cabeza para andar y incómodamente sentía como las paredes del pasadillo parecían irse achicando con cada paso que daba como si buscaran aplastarlo antes de que lograra llegar al final.
Tras unos cortos minutos de incómoda caminata Abel divisó el final del pasadillo, el cual era otra escalera en mal estado, por la distancia que recorrió el hombre no dudaba que aún estaba en el territorio de la mansión, ya sea en los jardines o en interior de la misma.
Al llegar a la escalera Abel miró para arriba y descubrió que algo de luz se filtraba por este túnel haciendo relativamente fácil de subir por esta escalera sin depender de la luz de la vela o de su celular. Dejando la vela prendida en el suelo de piedra, Abel procedió a subir por la escalera confiando en que probablemente el asesino conocía este pasillo y lo había estado usando, por lo tanto la escalera no estaría en tan mal estado al punto de ser inutilizable.
Tras una lenta y cuidadosa subida de los primeros escalones, Abel le agarro confianza a la escalera y con mejor ritmo termino de subir todos los escalones hasta toparse con una trampilla por la cual se estaba filtrando algo de luz al túnel, empujando la trampilla con el menor de los cuidados para no hacer ningún ruido que lo delatara, el hombre creó una pequeña abertura por la que observo que es lo que estaba esperando en el exterior.
Para su fortuna en el exterior no había absolutamente nadie, no obstante había una habitación muy solitaria que parecía ser un cuarto donde dormían las anteriores empleados domésticos de esta gran mansión, por el número de escalones subidos Abel dedujo que debía estar aproximadamente en la planta baja de la mansión, sin embargo el viudo no recordaba demasiado de las cosas dentro de la mansión y este cuarto no era la excepción de la regla por lo que no sabía muy bien en qué parte de la planta baja estaba este cuarto y sobre todo que tan lejos estaba el mismo de la puerta principal de la mansión o alguna de las secundarias con la que se podía salir al patio.
Comprendiendo que no era prudente seguir esperando en esta escalera para siempre, Abel levantó con mucho cuidado la trampilla y salió por la misma , dándose cuenta que la trampilla estaba escondida en el interior de un armario de ropa, reemplazando su fondo. Aunque el armario actualmente estaba abierto por lo que la única cobertura que tenía la trampilla era que el suelo del armario parecería estar hecho de alfombra y en realidad la misma servía para esconder esta trampilla. Ya en el exterior del túnel, Abel comprobó más en detalle la habitación en donde se encontraba actualmente, tratando de hacer memoria y asi armar su plan de escape hacia el estacionamiento.