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Cap. - 11 -

Violet estaba acostumbrada a largas horas de peleas, pero mientras se enfrentaba a los lobos que dirigían a la manada, su fatiga ya era obvia. La cantidad de armas y la velocidad con que las creaba empezaba a menguar. No obstante, intentaba que nadie más lo notase.

—¡Vamos!, vengan por mí, o ¿acaso me tienen miedo?, ya sé que su jefe se acerca, no le tengo miedo, ¡vamos! —gritó en dirección a la manada de lobos un total de diez de ellos, tras haber abatido a cuatro más.

Los lobos se movían a su alrededor con lentitud. Los lobos son bestias astutas y sabían que ella era capaz de vencerlos, pero querían ganar todo el tiempo posible, y a la vez, cansar lo más que pudieran a su enemigo.

—¡Maldición!, estos sujetos no me dejaran tranquila, no puedo quedarme aquí por mucho tiempo, cada minuto que ellos ganan, significa mi perdición, necesito terminar esto de una vez, pero, ¿cómo lo hago? –pensó Violet, justo antes de que un lobo arremetiera contra ella sin que ella se percatara.

Cuando ya se creía muerta, oyó un disparo, y la bestia que había estado a punto de matarla cayó inerte a su lado.

—¡Oh, ¡qué bien!, logré darle, pensé que había fallado el disparo —exclamó Jayden, quien había llegado hasta Violet.

Ella le observó un momento, y entonces se dio cuenta de quién era.

—¿Tú?, ¿qué haces aquí? —le recriminó, olvidando por un momento que acababa de salvarle la vida.

—Vine a ayudar —contestó Jayden.

—Este no es un lugar para un joven sin tatuaje, deberías estar en el refugio o en la celda en que te metieron.

—¿Y perderme la oportunidad de luchar al lado de una Vandergate? Ni de locos.

—Ja, ja, ja, lamento decirte que no estoy en las mejores condiciones que digamos en estos momentos, ya armé una escena de locos con espadas y pistolas, te lo perdiste.

—Bueno aún quedan bestias por matar, ¿no? —Dijo Jayden refiriéndose a los lobos que restaban.

—Tienes razón, de acuerdo. —Respondió Violet entre suspiros, luego observó rápidamente a las bestias y dijo— Jayden quiero que arrojes tus armas, yo también lo haré.

Jayden la miró sin entender.

—¿Qué?, ¿estás loca?, ¡estamos rodeados de lobos!, ¿no sé si lo has notado?

—Solo hazlo, por favor —y con estas palabras se deshizo de sus armas. Jayden tiró la pistola que traía consigo al suelo.

Los lobos, al ver esto, se quedaron estupefactos, no sabían cómo reaccionar. Jayden tampoco comprendía la estrategia.

—Oye, se puede saber ¿cuál es tu plan?, me estoy poniendo un poco nervioso. —Exclamó.

—No hagas nada, eso es todo lo que necesito de ti —contestó Violet.

—Está bien, pero apresúrate si, no quiero ser comida para lobos.

Violet parecía bastante relajada dada la situación.

—Tranquilo, ellos perdieron desde el momento en que se dispusieron a luchar contra mí, y lo saben, solo tratan de ganar tiempo.

—Y nosotros, ¿qué hacemos?, ¿no deberíamos eliminarlos lo más rápido posible?

—Eso haremos, solo observa —le susurró Violet.

De repente, los lobos dejaron toda duda y arremetieron contra Jayden y Violet, todos al mismo tiempo, desde todas las direcciones posibles.

—¡Señorita Violet! ¡Ahí vienen!

Violet sonrió.

—No te muevas.

Los lobos, confiados, se acercaron a ellos, y cuando se hallaban a unos dos metros, Jayden escuchó el susurro de Violet: Lluvia de espadas, en eso nueve espadas cayeron del cielo con una precisión envidiable, el resultado había sido definitivo, todos los lobos murieron.

Jayden nunca había visto algo así. Él, que ayer estaba maravillado por haber sido capaz de crear una simple daga rústica, acababa de asistir a uno de los mayores espectáculos que un pirata podía ofrecer.

—Pero, ¿qué rayos fue ese ataque? Fue increíble. —preguntó.

—Te dije que los eliminaría, ¿no es así?

—Pero, ¿cómo?, ¿cuándo?

—Se me ocurrió de repente, no podía atacarlos de lejos, esquivaban cualquier cosa que le lanzara, incluso las balas, si me acercaba se alejaban de mí, así que, por qué no dejar que ellos vinieran a mí.

—¿Por eso bajamos las armas?, los lobos creyeron que nos habíamos dado por vencidos.

—Sí, aunque seguro que no fue lo primero que pensaron, su instinto siempre será atacar al indefenso.

—Ya veo.

Jayden se dispuso a recoger la pistola.

—Esa arma, ¿de dónde la sacaste? —preguntó Violet.

—Me las prestó un amigo que vino con nosotros.

—Déjame ver esa pistola.

Él se la tendió.

—Estas marcas, es imposible, ¿él está aquí?

Jayden se sorprendió mucho.

—¿Puedes saber quién hizo esa pistola con tan solo ver sus marcas?

Y no hubo tiempo para más, ya que un gran aullido se escuchó a lo lejos, provenía de la villa.

—¿Qué fue eso? —preguntó Jayden.

Pero Violet no le escuchaba.

—El cazador ya está aquí.

—¿Quién?

—Un cazador que tiene un enorme lobo de compañero, ha perdido la razón, y está en modo Raseri, él es el causante de todo este alboroto.

—¿El cazador que estuvo ayer en el festival ha causado todo esto?

—¿Ya ha estado aquí?

—El señor Arthur lo contrató para atrapar a un dragón. Él lo logró y ayer, en el festival, se lo entregó, pero luego pasaron varias cosas… Al final se marchó con su pago y con el dragón ¿No te diste cuenta?

—No, me había marchado de la villa antes de que eso pasara por lo visto.

—Pero si el lobo aulló de tal forma que se escuchó por toda la villa, ¿Cómo pudiste no oírlo?

—Me fui a dormir, de acuerdo, tengo un sueño pesado, no es mi culpa, luego me cuentas con más detalle lo sucedido, será mejor que nos demos prisa, viene una batalla difícil, ¿estás listo?

—Sí —contestó, aunque no estaba especialmente convencido de ello.

Y se marcharon en busca del lobo. Mientras se adentraba en la villa Jayden inquirió a Violet sobre Lisa, le resultaba extraño no verla a su lado y más en la situación que se encontraban, a lo que Viole le respondió:

—La envié a la nave para que resguarda Señor Arthur y su familia y a la vez, le ordena regresar y que trajera consigo a una parte de mi tripulación, pero en un momento dado observe una bengala roja en el cielo, supongo que ella junto con mi tripulación estarán luchando contra algunas bestias rezagadas por ahí.

—¿Deberíamos preocuparnos?

—No, Wayne, otro miembro de mi tripulación está con ella, es cuestión de tiempo para que nos unamos, ¿qué hay de tu hermano?, ¿dónde está?

—Nos dividimos, él iba a buscar a nuestro padre mientras que yo iría por Mary, pero en eso te vi y creí que necesitabas ayuda.

—Te lo agradezco, en cuanto a Mary, lo más probable es que se haya resguardado con los lugareños.

—Ya veo, tiene lógica.

—¿Qué hay del sujeto que venía con ustedes? El que es muy fuerte, ¿dónde está? ¿Sabes su nombre?

—Él se quedó atrás, luchando contra unas bestias que nos impedían el paso, no ha de tardar en llegar, su nombre es…

Jayden no pudo terminar la oración ya que sin previo aviso Violet lo empujó hacia un lado, y en eso, un fuerte sonido se escuchó junto con una nube de polvo y piedras que caían encima de Jayden, cuando se dispersó, Jayden logro ver el objeto que había ocasionado tal ruido.

Era una inmensa bola de acero que era sujetado por una cadena que a simple vista se miraba complicado levantar por su grosor, mientras Jayden observaba el objeto preguntándose qué diablos había pasado, Violet fijaba su mirada a la extensa cadena y de aquel que la sujetaba, debido a la característica del ataque Violet dedujo que era un pirata, uno corpulento, debía serlo para levantar semejante arma.

Con una sonrisa diabólica en su rostro este pirata exclamó:

—Nunca bajas la guardia, ¿verdad?

A lo que Violet con toda la seriedad del mundo respondió:

—No, lo siento, nunca se sabe cuándo alguien te arrojara una bola de hierro, hay que ser precavidos en estos días.

—Ja, ja, ja, no tienes ni idea de cuanto voy a disfrutar esta pelea.

—Jayden —comentó Violet—, quédate detrás de mí y por lo que más quieras no te metas en esta pelea, este sujeto está en otro nivel.

Jayden se estremeció ante las palabras de Violet, fácilmente podía observa la seriedad en su mirada, por lo que no dudo y se apresuró en responder:

—Está bien.

Violet creó una pistola en cuestiones de segundo y apuntó a la cabeza de aquel pirata, este creo un pequeño escudo y con él desvió la bala que iba a su rostro, en los segundos en que Violet quedó oculta ante la mirada del pirata —pues el escudo había tapado su vista— ella había logrado acercarse a él lo suficiente para clavarle una espada en el pecho, algo que creyó haber logrado si no fuera por el hecho de que en un momento dado su cuerpo entero quedó inmovilizado, algo que aprovechó el pirata.

Este le proporcionó un tremendo golpe en la cara que hizo volar a Violet unos metros hacia atrás, de igual había logrado romperle la nariz.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —Preguntó otro ser que se encontraba en el techo de una de las casas de los alrededores, por su apariencia y tono de voz se podía deducir que se trataba de una mujer, llevaba puesto una capucha negra lo que hacía difícil observar su rostro— Tenías la oportunidad de clavarle una daga en su corazón y la desperdiciaste.

—Oh vamos, no quiero matarla tan rápido, ¿dónde está la diversión en eso? —le respondió el pirata.

—Violet —Grito Jayden mientras intentaba acercarse, pero su reprendido por ella—.

—¡Te dije que no te metieras en esto! —Jayden se detuvo y en eso Violet agregó— Estoy bien, solo es una nariz rota, no es la gran cosa.

Violet procedió a levantarse y limpiar la sangre que salía de su nariz, su rostro mostraba su enfado y su gran determinación en acabar con esos sujetos, algo que el pirata noto, por lo que comento:

—Eso es, ese es el rostro que quería ver, uno dispuesto a desmembrar cada parte de mi cuerpo, vamos, demuéstrame el orgullo de los Vandergate.

—No creo que te vaya a gustar.

—Averigüémoslo.

Violet creo los dos brazaletes que anteriormente había mostrado, con ellos aparecieron los guantes, los llamados azerís, en eso un sin número de espadas aparecieron incrustadas en el suelo en donde ocurría la pelea, Violet se movió con rapidez hacia el pirata tomando una de las tantas espadas que estaban esparcidas en el suelo, la compañera del pirata creo unos hilos de hierro con los que pretendía inmovilizar a Violet nuevamente, no obstante, esta vez no tuvo el mismo efecto ya que Violet había previsto el ataque y cortó los hilos.

Aprovechando el momento, el pirata creó un mazo con el que pretendía golpear a Violet, nuevamente ella esquivó el ataque colándose debajo de las piernas del pirata, una vez detrás de él, Violet creó dos armas con la que apuntó a la contrincante que estaba en el techo, ella logró desviar algunas balas con sus hilos más no todas, una bala le atravesó el hombro.

Violet aprovechaba muy bien su rapidez ante el corpulento pirata quien lanzó un golpe hacia atrás, pero fue esquivado rápidamente por Violet, un segundo golpe fue lanzado por él, esta vez el pirata creo una bola de hierro que lanzó hacia Violet, ella se movió rápidamente para esquivarlo, pero esta vez no logró, la bola de hierro se hacía más grande mientras se acercaba a ella por lo que terminó golpeando su hombro haciendo que ella cayera, en eso la mujer se lanzó sobre Violet con una daga.

Violet permitió que la daga atravesara su mano izquierda mientras que con la otra sujetaba una espada que había llegado a ella por medio de los guantes, con la espada en la mano Violet intentó cortar la cabeza de aquella mujer, pero no obtuvo resultado, la mujer formó una clase de collar con sus hilos protegiendo su cuello, aunque, Violet si logro quitársela de encima, pues el golpe empujó a la mujer hacia un lado.

Fue entonces que el pirata corrió hacia Violet, ella se levantó deprisa y detuvo su embestida creando un arma en su mano izquierda y disparándole, la daga aún seguía clavada en su mano por lo que cada vez que apretaba el gatillo de aquella arma le producía dolor.

Violet estaba tan concentrada en disparar que no noto como los hilos se enredaban en su pierna, en eso la mujer jalo sus hilos haciendo que Violet cayera de nuevo, momento que el pirata aprovecho y le proporcionó una patada en el estómago que la elevó por los aires.

Violet sintió como todo el aire de sus pulmones salió precipitado de su cuerpo, sin previo aviso Violet recibió un golpe con una bola de hierro en su espalda empujándola hacia el suelo con mucha prisa, el golpe fue tan grande que produjo un hoyo en el suelo.

La bola de hierro desapareció, solo quedaba el polvo que se había producido por el golpe, en cuanto a Jayden, él estaba petrificado, la pelea entre personas poseedoras de dones era una locura, tras ver como Violet fue empujada hacia el suelo por la bola de hierro la creyó muerta, al igual que sus contrincantes.

Tras lo sucedido tal vez creas que Violet Vandergate no era tan impresionante después de todo, al fin y al cabo, ella perdió y no fue la primera vez que algo así ocurría, pero déjame decirte que si estos piratas se hubieran enfrentado a Violet en óptimas condiciones no hubieran tenido ninguna oportunidad de ganar, pero la atacaron cuando ella ya estaba agotada, ese era el plan desde un inicio y Violet lo supo al instante que esquivó el primer ataque del grandulón.

Para Violet ellos no eran más que unos cobardes que atacan por la espalda, personas sin escrúpulos y no podía permitirse perder ante esa clase de personas, no si quería demostrar su valía antes su familia, antes su tripulación, antes los grandes nobles y sobre todo ante ella misma.

Así que, ante la sorpresa de todos, Violet empezó a levantarse, cada parte de su cuerpo agonizaba de dolor, un dolor tan agudo que desmayaría a cualquiera, sin embargo, ella forzó su cuerpo a obedecer y a pesar del dolor que padecía, se levantó.

Ante tal acción, el pirata solo sonrió de forma tétrica y replicó:

—Tu destino es morir en este lugar, no hay nada que puedas hacer al respecto, dime ¿qué chiste hay en alargar lo inevitable? A duras penas puedes mantenerte de pie ¿Cómo piensas salir de aquí con vida?

Los piratas no obtuvieron respuesta alguna de Violet, todo su ser se concentraba en una única tarea: mantenerse de pie.

—Acabo con ella de una vez, —comentó su compañera— tenemos que reunirnos con Bardock, él está luchando con la tripulación de esta tipa, necesitará que le echemos una mano.

—De acuerdo, aunque conociéndolo lo más probable es que ya haya acabado con todos.

El pirata creó una espada y se empezó a acercar a Violet, ante eso, Jayden se interpuso en su camino, apuntándole con el arma que tenía en la mano y amenazando con dispararle si no se detenía. Sin embargo, el pirata ni se inmuto, solo se rasco la cabeza y con un fuerte golpe dejó a Jayden de rodillas y sin aire. En eso el pirata levantó la espada y lanzó un golpe hacia Violet con la intención de cortarla por la mitad.