Jack Cull, muerto en la Tierra en un accidente de automóvil, vive ahora en un extraño mundo hueco, encerrado en sí mismo, todo él construido de piedra y arena, y que es una versión moderna, cruelmente sofisticada, del infierno tradicional. Pero se trata de un infierno muy particular, donde no existe más dolor que el no saber a dónde conduce una existencia vacía, donde la gente que muere resucita al poco tiempo en idénticas condiciones que antes, y donde los demonios, detentadores antes del poder en aquel mundo infernal, son ahora los esclavos de los seres humanos.