Mago Errante

Hace mucho tiempo nació un niño el cual tenía su cabello tan oscuro como la noche y sus ojos negros como el onix.

Su cara era simplemente hermosa.

Su madre al tenerlo en sus brazos y observar su cara que parecía estar analizando su entorno y todas las personas en el decidió llamarlo Zeref.

El era igual a cualquier otro bebé y su única distinción era que poseía rasgos más finos que los demás pero sólo eso.

Era normal.

O eso se creía hasta que cumplió un año y comenzó a hablar, con el paso del tiempo sonaba cada vez más como un adulto.

Las sorpresas continuaron durante toda su infancia consiguiendo sorprender a cualquier persona que lo llegaba a conocer y por esta misma razón fue conocido como el niño genio.

A los dos años ya hablaba como un adulto, sabía leer e incluso controlaba la magia y justo en su cumpleaños número tres sus padres le dieron la noticia de que tendría un hermanito.

Al principio no sabía que decir o cómo actuar ya que jamás había experimentado esta situación pero como si fuera su propio subconsciente quien controlaba su cuerpo el sonrió.

Su sonrisa era de pura felicidad, por primera vez después de cumplir dos años el volvió a sonreír como lo que era, un simple niño.

Expresaba tanto amor con esa simple sonrisa que sus padres no pudieron evitar sentirse emocionados y felices pues sabían que esa simple sonrisa significaba que el cuidaría de su hermano mas que cualquier cosa.

Y así, los meses pasaron tan lento y tan rápido.

Durante ese tiempo Zeref adopto una postura un tanto paranoica respecto a su madre y su hermano el cual seguía dentro de su vientre.

Cualquier cosa que necesitará su madre el inmediatamente la atendía cuando su padre no estaba e incluso si ella llegará a salir de la casa el la acompañaría sin importar a donde fuera.

Eso a sus padres les parecía tierno y les hacía sentir felicidad porque su hijo seria el mejor hermano mayor del mundo.

A los 8 meses del embarazo de su madre el cumplió 4 años y sus padres le regalaron su primer grimorio para que aprendiera distintos hechizos.

Claro que esto para Zeref fue uno de sus mejores regalos porque aunque ya sabía usar magia solo era un principiante y no tenía de donde aprender.

Su edad lo limitaba a no poder ir a la escuela de magos para conseguir la formación académica en lo que a la magia respecta así que un grimorio era lo mejor que le podían haber dado.

El se sentía en extremo feliz, cumplió 4 años y por fin podría aprender mas sobre la magia ademas de que ese mismo año nacería su amado hermano.

Un mes después el momento de mayor importancia en su vida sucedió.

Su madre dio a luz a su hermano.

Un niño hermoso como el, solo que su cabello era la mayor diferencia.

Un hermoso color rosa lo hacia ver exótico y muy distinto a los demás niños, ademas de que poseía unos ojos color jade que lo hacían destacar aun mas.

Lamentablemente su madre no soporto el parte y entró en estado critico, debido a esto su esposo e hijo fueron sacados de la sala y se les prohibió la entrada hasta que se lograra estabilizar.

Una hora después se les dio el aviso de que ella no lo consiguió.

Tato padre como hijo quedaron conmocionados y segundos después el padre se derrumbó en lágrimas.

Zeref no sabía cómo reaccionar a esa noticia, fue demasiado dura como para que el la pudiera procesar de forma rápida y es que a pesar de ser un genio seguía siendo un niño.

El no comprendía la situación y sin quererlo su cuerpo reaccionó por el dejándose caer en el suelo y comenzó a llorar.

Pero en medio de toda la conmoción un pensamiento cruzó su mente y entre lágrimas logró decir lo que quería "¿y mi hermano?", al escucharlo su padre también reaccionó e hizo la misma pregunta al doctor el cual sin responder se dio la vuelta para volver a entrar a la sala de parto.

Segundos después una enfermera salió de la sala con un bebé en sus brazos el cual no paraba de llorar como si supiera lo que acababa de pasar.

La enfermera trataba de calmarlo pero la tarea parecía imposible para ella.

Otra enfermera más salió con una jeringuilla para inyectarla al bebé el cual al recibirla solo lloro con más fuerza, poco a poco paro y la inyección hizo su efecto dejándolo profundamente dormido.

Su padre al presenciar esto preguntó exaltado y preocupado "¡Doctor, ¿qué es lo que le acaban de inyectar a mi hijo?!".

El doctor inmediatamente salio para informarle, "señor Dragneel, a pesar de su pérdida necesitamos conservar al niño durante unos meses para comprobar que no le pase nada, ademas no se preocupe nosotros lo cuidaremos sin importar lo que pase y sobre la inyección que le acabamos de suministrar, es para un control mayor del bebé, principalmente es un tranquilizante de menor grado que simplemente tiene como objetivo hacerlo dormir".

Su padre a pesar de sentirse frustrado y triste aceptó las palabras del doctor, después de todo el no era un medico, le tomo un poco de tiempo calmarse pero cuando lo hizo le informaron que su presencia seria requerida en otro momento y lo mejor era que cuidara de su otro hijo.

Al escuchar esas palabras decidió que era hora de irse del hospital, al menos dejar a Zeref en otro lugar por el momento, levanto a su hijo en sus brazos y se retiro a su casa, en el camino solo pudo pensar todo lo que había sucedido ese día pero le preocupaba aun mas el futuro, "los años que vienen serán duros" dijo en un susurro.

2 semanas después del fallecimiento de su madre llegó otro día igual o más duro.

Su padre fue llamado por la funeraria para recibir las cenizas de su madre.

Al regresar Zeref recibió una carta de su madre, los dos no lo sabían pero ella había escrito unas cartas para ellos, tal vez presentía que no todo saldría bien pero por alguna razón ella les dejo unas ultimas palabras.

Zeref no sabia que se encontraría en aquella hoja de papel pero aguantando todas las emociones que tenia se puso a leer la carta en su cuarto.

"Hijo mío, si estas leyendo esta carta es porque yo ya no estoy a tu lado para cuidarte, aun te faltan tantas cosas por aprender y comprender en la vida y se que eres muy inteligente, eres el pequeño genio de la familia pero a pesar de eso sigues siendo mi amado niño, se que te dolerá en el momento en que me vaya y se que intentaras buscar refugio en tus libros o algún experimentos de los que te encanta hacer pero me gustaría que apoyes a tu padre.

Se que es duro y siempre dirá que se encuentra bien pero los dos sabemos que de todos el es el mas sentimental, ambos necesitan ayudarse y superar esto juntos, después de todo aun tienen a una personita mas que cuidar y el los necesitara mucho, tu padre no es muy bueno con las cosas delicadas pero se que tu eres mas que capaz de ayudarle a cuidar a tu hermano, solo espero que ambos puedan llevarse bien como algún día yo lo soñé.

Espero que ambos no tengan peleas y si lo hacen se puedan reconciliar, que aprendan a convivir a pesar de que puedan ser diferentes, se que te gusta la tranquilidad pero estoy mas que segura que el llegara para agitar todo tu mundo y el de tu padre, trata de darle los consejos necesarios para que vaya por el buen camino y siempre pero siempre ayúdense mutuamente, recuerda que sin importar lo que suceda al final siempre serán familia.

Tengo muchas mas cosas que decirte, como que quiero que hables mas con las personas, que hagas muchos amigos en un futuro, que tus libros no son lo único que existe en el mundo, que busques a una buena mujer tan hermosa como tu madre pero más inteligente para que puedan hablar de muchas cosas juntos, que no dejes de comer por culpa del trabajo y mucho mas.

Por favor cuida de tu hermano, los dos jamás deben separarse ya que en este mundo solo podrán contar el uno con el otro cuando tu padre y yo nos vayamos, solo serán ustedes.

Pero sobre todo siempre recuerda que te amo, siempre lo hice y lo haré hasta cuando ya no este a tu lado, siempre seras mi pequeña luz.

Jamas olvides que tu madre te ama mas que nada en el mundo.

Con amor.

Mama."

Con lagrimas en los ojos y el cuerpo temblando aquel pequeño niño a pesar de estar solo en su cuarto hablo en voz alta mirando al cielo desde su ventana "¡yo...yo te.....juro que lo protegeré y que jamas te olvidaré mama, te amo" dijo de manera entrecortada por el llanto.

Después de eso se tiro sobre su cama y lloró durante todo el día hasta quedar dormido mientras abrazaba la carta de su madre.