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Capítulo 5: El Enigma De Iris Barker

...Punto de vista de Elysia...

Cuando vi cómo el maná se acumulaba en la mano de la enmascarada, una sensación eléctrica corrió por mi columna en anticipación, mis sentidos se agudizaron y percibieron la energía mágica vibrando en el aire que me inundo de una sensación de peligro. Supe entonces que el combate había comenzado. Reuní rápidamente una gran cantidad de mi aura y convoqué a un espíritu Poltergeist junto a un Titán.

El Poltergeist era una figura sombría de un metro y medio de altura. Su piel grisácea y áspera resaltaba sus ojos ovalados completamente negros que parecían absorber la luz a su alrededor, y su rostro carente de nariz y orejas generaba una sensación de incomodidad en quienes lo veían. Poseía la habilidad de manipular objetos a distancia con una destreza sobrenatural que los transformaba en poderosos proyectiles, lo que lo convertía en un formidable combatiente de alcance medio.

Por otro lado, el Titán se alzaba imponente, midiendo al menos tres metros de altura. Era robusto y musculoso, con una piel de un resplandeciente color marrón claro que parecía hecha de roca tallada minuciosamente. Su rostro era impasible y soberbio, con una mirada llena de determinación que emanaba una energía inquebrantable mientras se preparaba para pelear.

Vestía un pantalón negro y una chaqueta morada sin mangas. En su rostro, dos enormes cuernos negros se torcían desde las sienes hasta la altura de la barbilla, imponiendo respeto. Era un maestro en el arte de la defensa, su habilidad le permitía crear un escudo impenetrable capaz de anular casi cualquier tipo de magia, aprovechando su constitución naturalmente fuerte para el combate cuerpo a cuerpo.

Ambos eran seres de otra dimensión, ajenos a este mundo al que habían sido convocados.

Nuestro vínculo se había forjado en las llamas del peligro, a través de incontables batallas donde confiamos nuestras vidas mutuamente. El Poltergeist y yo compartíamos una conexión telepática que nos permitía actuar al unísono, mientras que el Titán y yo nos entendíamos en un nivel más primordial, nuestras emociones y pensamientos entrelazados en un baile mortal, pero todo esto permitido por nuestra conexión a través de mi Núcleo.

Justo cuando terminé las invocaciones, un enorme pico de hielo, de unos cinco metros de largo, zumbaba hacia mí a través del aire. Actuando telepáticamente, comandé a Titán para que generara rápidamente un escudo mágico. El hielo se estrelló y se rompió, generando un estruendo ensordecedor que vibraba en el aire con un sonido cristalino.

En ese momento, me dirigí a Poltergeist y este golpeó el suelo en una gran área con maná, generando una gran cantidad de fragmentos de tierra. Junto con los fragmentos de hielo, ahora estaban bajo su control y serían sus armas.

Pero, sin dejar pasar tiempo, la enmascarada no dudó ni un instante y con un fuerte impulso, corrió directamente hacia Titán.

Entonces, Titán adoptó rápidamente una postura clásica de combate. Su ágil oponente estaba dentro de su alcance, y soltó un puñetazo a una velocidad sorprendente para su apariencia. Sin embargo, el golpe solo golpeó el suelo, creando un cráter.

Vi cómo la misteriosa enmascarada esquivaba el ataque con una tranquilidad y control desafiante que superaba toda lógica y me hizo sentir un escalofrío recorrer mi espalda.

De pronto, me comencé a preguntar por qué esta mujer estaba tan decidida a destruirnos.

Sin embargo, no había tiempo para pensar ahora.

Vi que saltó y con su rodilla izquierda golpeó el abdomen de Titán.

"Eso no le hará nada", reflexioné, por muy rápida que fuera.

Pero en un instante, el golpe conectó y una gran cantidad de maná lo envolvió, dejándolo completamente inmovilizado por el enorme trozo de hielo que ahora, en menos de un segundo, lo envolvía. Mi conexión con él se cortó, dejándolo fuera de combate.

Sin esperar mis órdenes y al notar mi desconcierto, Poltergeist levantó sus manos y a su voluntad, los trozos de hielo y tierra se alzaron en el aire, después los endureció con su magia y los arrojó mientras rodeaba a la enmascarada con los trozos de hielo que había usado al inicio para atacarnos. Veloces como flechas, los proyectiles se dirigían a la enmascarada, desafiando la velocidad del sonido.

Sin embargo, no sirvió de nada. Una espada larga de doble filo que poseía un precioso gélido tono blanco se formó en su mano derecha y a una velocidad ciertamente supersónica, cortó y destruyó todos los proyectiles que se dirigían hacia ella.

En un último intento desesperado, al ver que ahora se dirigía ferozmente hacia mí y viendo como incluso en ese momento los proyectiles de Poltergeist eran cortados al instante, conjuré un hechizo de maná, a pesar de que no era mi especialidad. Imaginé cómo el calor se acumulaba en la palma de mis manos y lo expulsé de golpe cuando la mano de la enmascarada estaba a centímetros de mí. Pero no hubo efecto. Ni siquiera pareció reaccionar, incluso cuando con semejante onda de calor cualquiera se desmayaría al instante, como si para ella no fuera más que una cálida brisa.

La diferencia de poder, habilidad y velocidad era enorme, ya no podía hacer nada más para defenderme teniéndola a esta distancia.

Comencé a experimentar una dilatación temporal al ver que la espada se dirigía a mi cuello. Creí entonces que sería mi final.

De repente, una gran llamarada se interpuso entre nosotras y detuvo la espada antes de que me cortara. La llamarada pareció hacer algo y la enmascarada salió disparada varios metros hacia atrás, pero, sin heridas.

La intensidad del fuego se comenzó a reducir, revelando a una hermosa mujer vestida con una blusa blanca y accesorios dorados en el pecho y el cuello que la hacían ver imponente. Su cabello naranja se formaba literalmente de las llamas, y su mirada azul reflejaba una mezcla de belleza y determinación, además, el protector morado en su hombro parecía pulsar con una energía misteriosa.

Llevaba un pantalón de cuero totalmente negro con un cinturón de diseño extraño que más parecía un artefacto.

La hermosa mujer esbozó una sonrisa seductora mientras se llevaba la mano a la barbilla y con un tono cargado de misterio, le dijo a la enmascarada, "Es una pena encontrarnos así, Monarca".

Después, susurró con un tono que mezclaba burla y desafío, "Pero podemos dejar a un lado lo acordado, olvidarnos de la reunión y pelear ahora por esta chica, ¿Qué dices?"

La presión que emanaba la enmascarada desapareció y dijo fríamente,

"No tenía idea de que esta chica es importante para ti", dio media vuelta y antes de retirarse espetó, "Nos veremos luego, Iris Barker. Entonces decidiremos que será de la chica", y con eso, como última advertencia, desapareció.