[Emi regresa a su departamento a toda velocidad y tira todos los platos y tazas que hay en su mesa.]
Emi: Si de verdad voy a hacer esto… no puedo ir persona por persona llevándolos hacia dios.
Tengo que juntar a la máxima gente posible y enviarlas al mismo tiempo.
Para eso… debo idear un plan…
[Al día siguiente, Mizuho se encuentra en plena clase. Ella se percata que el pupitre de Emi está vacío.]
Mizuho: Que raro.. Emi no vino a la escuela… ¿habrá pasado algo?
Tal vez deba visitarla al terminar las clases…
[Dicho y hecho, al terminar las clases, Mizuho se dispuso a visitar el departamento de Emi.
Al llegar tocó la puerta un par de veces, pero nadie le abrió.]
Mizuho: No está y no se oye ruido dentro… ¿habrá salido?, ¿en qué anda metida?..
[Con el cielo color naranja, Emi recorre las calles del barrio pobre de Tokyo hablando con la gente menos afortunada.
Su lenguaje corporal es parecido al de un vendedor callejero.
Después de varias horas, ella y cuatro personas más se encuentran en su departamento.
Son hombres y mujeres que se ven claramente cansados de la vida.
Todos están frente a un bulto cubierto con una manta blanca.]
Hombre 1: ¿Y bien?, ¿dónde está la prueba definitiva de la que hablabas?
Mujer 1: Solo vinimos por eso…
Emi: Tranquilos, está justo aquí. ¿Están listos?, puede que sea impactante para algunos de ustedes..
Hombre 2: Solo muéstranos de una vez…
Emi: Muy bien… ¡aquí tienen!
[Emi quita la manta revelando el cadáver de un hombre con sobrepeso.
Este lleva un uniforme blanco y pantalones negros. Tiene un cable de cobre envuelto en el cuello, además de una enorme sonrisa en su rostro.
Evidentemente, todos se exaltan al verlo.]
Emi: ¡Tranquilos!, ¡tranquilos!, ¡solo respiren!
Mujer 1: ¡E-Es un hombre!
Mujer 2: ¡M-Muerto!
Hombre 2: ¡¿Lo mataste?!
Emi: ¡Esa es la parte increíble!, ¡no lo hice!, ¡se quitó la vida!, ¡justo después de que hablé con él!
Hombre 1: ¡Estás demente!
Emi: ¡Para nada!, ¡tan solo observen esto!
[Emi toma el rostro del cadáver con sus manos.]
Emi: ¡¿Ven este rostro?!, ¡es el rostro de alguien que murió en completo éxtasis!
[Todos permanecen en silencio durante unos segundos.]
Hombre 1: E-Es verdad…
Mujer 1: Pero aun así…
Emi: ¡Este hombre vio la verdad de la vida!, ¡es solo un contratiempo!, ¡un punto intermedio!
¡La vida después de la muerte existe!, ¡dios existe!, ¡lo he visto con mis propios ojos!
¡Él está dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos en el más allá!, ¡pero primero debemos decirle adiós a esta vida mortal!
Ahora, sé que algunos de ustedes tienen miedo a morir, ¡pero no exactamente!
¡Le tienen miedo a la oscuridad infinita que sucede después de morir!
¡Pero esa oscuridad no existe!, ¡lo que nos espera del otro lado es una eternidad de felicidad!
¡Así que la muerte es solo un intermediario!, ¡es un boleto de tren para la estación que tanto deseamos!
¡Le tienen miedo a algo que ya está comprobado que no existe!
Justo ayer decidí a quitarme la vida yo misma… me tiré a las vías del tren.
Esto sin tener el conocimiento que ustedes tienen ahora. Estaba lista para enfrentar a la oscura eternidad.
Pero eso no sucedió, me encontré con dios en el más allá, y él me encomendó la misión de llevarlos a él.
Él me salvó para que fuera su emisaria… y eso pienso hacer.
[Todos permanecen pensativos durante unos segundos.]
Hombre 1: Entendemos lo que dices… ¿pero como puedes comprobarlo?, este tipo muerto no basta.
Hombre 2: Exacto, podría estar drogado y por eso murió con esa sonrisa.
Emi: La verdad… es que dios me dio un regalo para ayudarme a cumplir con mi misión.
[Emi saca de su bolsillo la manzana. Esta brilla con una luz dorada.]
Emi: Les presento a… La Manzana del Edén…