capítulo 19:El camino de las sombras

Capítulo 19: El Camino de las Sombras

Mientras el grupo se dirigía a su próximo destino, el Bosque de las Lamentaciones, donde se rumoreaba que Celyra había sido vista por última vez, la tensión entre ellos crecía. Last, aún perturbado por la advertencia de la figura encapuchada, se sentía en una constante lucha interna, mientras Kael y Aqua trataban de mantener al equipo unido y enfocado.

En el Bosque de las Lamentaciones

El bosque era oscuro y denso, con árboles cuyas ramas se extendían como manos que querían atraparlos. Una niebla espesa lo cubría todo, y el sonido de los cuervos resonaba en el ambiente. Alaric advirtió al grupo que este lugar estaba lleno de ilusiones y sombras, diseñadas para confundir a quienes se aventuraban en él.

—Manténganse cerca —dijo, guiándolos cuidadosamente—. No permitan que la oscuridad se apodere de su mente. Este lugar se alimenta de nuestros miedos.

Ren, tratando de mantener la calma, bromeó con Kira. —Espero que Celyra valga la pena. No me gusta la idea de pelear con más sombras.

Kira asintió, pero sus ojos mostraban preocupación. Sabía que la secta también estaba tras Celyra y que podían aparecer en cualquier momento.

Las Visiones

Mientras avanzaban, cada miembro del grupo comenzó a experimentar visiones personales de sus peores temores. Last se vio a sí mismo bajo el control de Destro, arrasando con sus amigos sin poder detenerse. Aqua tuvo una visión de un mundo cubierto de sombras, en el que ella era incapaz de proteger a nadie. Kael, por su parte, vio cómo la secta destruía todo lo que amaba, y cómo él mismo era incapaz de detenerlos.

Alaric, notando la agitación en el grupo, les recordó: —Estas visiones son solo ilusiones. El bosque intenta debilitarnos. Resistan.

El Encuentro con Celyra

Finalmente, tras horas de vagar en la oscuridad, llegaron a un claro en el bosque. Allí, bajo la luz de la luna, estaba Celyra, una figura esbelta con cabellos plateados y ojos brillantes, rodeada por una energía oscura y misteriosa. Parecía estar esperándolos, con una calma que intimidaba.

—Así que ustedes son los portadores —dijo con una voz serena—. He escuchado mucho sobre su llegada.

Aqua se adelantó. —¿Eres Celyra, la Emisaria de las Sombras? Necesitamos tu ayuda para detener a la secta y evitar el despertar del Eterno.

Celyra los observó en silencio, como evaluando su sinceridad. —Detener a la secta no será suficiente. El Eterno no es un simple ser; es una fuerza que siempre buscará manifestarse, y quienes llevan un Jokai en su interior son potenciales puertas para su regreso.

Last, recordando la advertencia que recibió, se acercó a ella. —¿Entonces me estás diciendo que soy un riesgo para todos?

Celyra asintió lentamente. —La oscuridad en tu interior es poderosa, Last, pero también peligrosa. Sin embargo, no estás solo. Con la guía adecuada, podrías aprender a controlar a Destro y convertirte en una barrera para el Eterno, en lugar de su vehículo.

La Alianza

Kael, viendo la oportunidad, extendió la mano hacia Celyra. —Entonces ayúdanos. Si realmente puedes enseñarle a Last a controlar su poder, quizás juntos podamos resistir la influencia del Eterno.

Celyra dudó, pero al final asintió. —Acepto ayudarlos, pero deben entender que esto conllevará riesgos. La secta me ha estado buscando durante años, y al unirse a mí, se vuelven también sus enemigos más directos.

Aqua, determinada, tomó una decisión. —No nos importa. Ya somos sus enemigos, y estamos dispuestos a enfrentarlos para proteger este mundo.

Un Ataque Inesperado

Justo en ese momento, un estruendo sacudió el bosque. Los árboles comenzaron a temblar, y figuras oscuras emergieron de las sombras. Eran miembros de la secta, liderados por un nuevo enemigo: Daeron, el Heraldo de la Oscuridad, un guerrero imponente con una armadura negra y un aura que proyectaba puro miedo.

Daeron miró a Celyra con una sonrisa siniestra. —Finalmente te encontramos, Emisaria de las Sombras. Pero veo que tienes compañía… esto será divertido.

La Batalla en el Claro

Kael y Aqua rápidamente tomaron posiciones defensivas, mientras Celyra invocaba una barrera de sombras para protegerlos. Ren y Kira se movieron con rapidez, lanzándose contra los soldados de la secta, mientras Last intentaba contener la creciente oscuridad en su interior, impulsado por las palabras de Celyra.

Daeron, riendo, desató su propio Jokai, un ser oscuro y feroz llamado Abyssal, que tenía la capacidad de absorber la energía de sus oponentes y devolverla con el doble de fuerza. Alaric, comprendiendo la magnitud de la amenaza, se unió a Kael y Aqua para enfrentarlo.

La Estrategia de Celyra

Celyra, concentrada, canalizó su poder en Last, guiándolo para liberar solo la cantidad necesaria de energía de Destro. —Recuerda, Last: el control no se trata de reprimir, sino de equilibrar. Deja que Destro fluya, pero no te dejes dominar por él.

Siguiendo su consejo, Last logró estabilizarse y atacó a los soldados de la secta con precisión, sin perder el control de su Jokai. Al ver esto, Daeron se enfureció y dirigió su atención hacia él.

La Confrontación Final

Kael, viendo que Daeron se concentraba en Last, formuló un plan. —Celyra, ¿puedes debilitar a Daeron lo suficiente para que Last pueda darle el golpe final?

Celyra asintió y, usando su poder de sombras, envolvió a Daeron en una esfera oscura que limitaba sus movimientos. Last, aprovechando la oportunidad, canalizó toda su energía en un ataque directo, logrando atravesar la barrera defensiva de Daeron y debilitándolo.

Abyssal, el Jokai de Daeron, se desintegró en un grito de desesperación, y el Heraldo de la Oscuridad cayó al suelo, derrotado.

Reflexión y Alianza

Con Daeron y sus fuerzas neutralizadas, el grupo aprovechó para recuperarse y asimilar la ayuda de Celyra. Aqua agradeció a Celyra por su ayuda, mientras Kael observaba a Last, notando cómo el entrenamiento con Celyra había empezado a fortalecer su control sobre Destro.

Celyra los miró con solemnidad. —Si realmente están comprometidos a detener al Eterno, entonces debemos prepararnos. Esto es solo el comienzo. La secta enviará enemigos más poderosos, y nuestra única opción es adelantarnos a sus planes.

Cierre del Capítulo

Decididos a enfrentar lo que viniera, el grupo, ahora con Celyra como aliada, abandonó el Bosque de las Lamentaciones. Sabían que cada vez estaban más cerca de la confrontación final con la secta, y que el destino del mundo dependía de su fuerza, valentía y, sobre todo, de su unidad.