Desvío en la naturaleza

Los niños fueron rápidamente empacados en los vagones, y el equipo de Karl se preparó para partir.

—¿Nos seguirán al pueblo? —preguntó el líder del equipo de recuperación.

Karl negó con la cabeza. —No, hoy tenemos que hacer una entrega a una tribu nómada, y si pasamos por la ciudad no llegaremos a tiempo después de todo este retraso.

El equipo y los niños bandidos parecieron preocupados con esa respuesta.

—¿Vas a hacer un trato con los nómadas? ¿Con los Nómadas Orcos Colmillo Amarillo? ¿Estás loco? —preguntó el líder del equipo, revisando instintivamente su armadura como si ellos pudieran escuchar y atacar.

—Es solo un cargamento de pescado seco, no es como si estuviéramos comerciando armas. Además, soy bastante bueno llevándome bien con los Orcos.

Uno de los conductores del vagón se rió. —¿Es eso siquiera posible?

—Por supuesto. Cuando te desafíen, solo repréndeles y exige hablar con el jefe.

El conductor del vagón se agarró el vientre mientras se reía.