102 peleas a puño, realmente no tiene miedo.

Lin Tang recordaba el pasado y no pudo evitar soltar una risita.

—¿Qué cosa está haciendo reír a mi hermana? Compártelo con el tercer hermano para que yo también pueda estar feliz —dijo Lin Qingmu con una sonrisa.

Lin Tang miró a su tercer hermano, sus ojos desbordando de risa.

—...Solo estaba recordando cómo el tercer hermano le sacó el diente de adelante a una niña.

Lin Qingshan y Lin Qingshui miraron a su tercer hermano en shock.

No habían escuchado sobre esto antes.

—¿Tercer hermano, no tenía idea de que realmente le pegaste a una niña? —dijo Lin Qingshui incrédulo.

¡Qué hermanito tan salvaje!

Lin Qingshan frunció el ceño, dirigiéndose a Lin Qingmu por su nombre en una rara ocasión, su expresión ligeramente fría.

—¿Lin Qingmu, le pegaste a una niña?

Los hombres de la Familia Lin trataban a las mujeres de su familia como tesoros en la palma de sus manos, y tenían la menor tolerancia hacia los hombres que pegaban a las mujeres.