—Que todos regresen.
Pequeño Martín Pescador arrogamente batía sus pequeñas alas, mostrando:
—Con esta divina criatura aquí, es pan comido salvar a unas cuantas personas.
Su Qingluo sentía preocupación:
—¡Tampoco puedes quedarte despierto toda la noche!
—Estoy bien.
Pequeño Martín Pescador estaba seguro:
—Dejaré a Vieja Tortuga flotar en el agua y esperar el rescate. Me debe una vida. Si no fuera por mí sacándola de debajo del agua, habría sido aplastada hasta la muerte por las piedras rotas del desgarrón.
—Jeje, tienes el valor de decir eso.
Su Qingluo estaba divertida por su expresión arrogante y bromeó con una sonrisa:
—Solo tenías codicia y querías sopa de tortuga, por eso la perseguiste tan implacablemente.
—Jeje.
Pequeño Martín Pescador no negaba sus propios pequeños pensamientos:
Dukung penulis dan penerjemah favorit Anda di webnovel.com