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Capítulo 6: Consejo de los Señores (3)

"…"

¿Qué?

¿Qué acabo de escuchar?

Por un momento, me pregunté si había escuchado mal lo que acababa de decir, así que traté de repetirlo en mi mente.

Pero no importa cuánto lo intente, significaba exactamente eso.

Esta mujer, el Señor Supremo Rashtain, me preguntó si quería convertirme en Señor de Calderic.

¿Estaba hablando en serio?

No, no puede ser.

Por supuesto, solo podía ser una broma.

Si incluso me lo tomo en serio, entonces no es de extraño que estuviera nervioso.

"Ah. Esto no fue solo palabras vacías. Te estoy preguntando si realmente estás dispuesto a ser uno".

"…"

"En este momento, el asiento del Séptimo Señor ha estado vacante durante varios años. Simplemente no puede seguir estando vacío así. Pero no hay nadie que realmente cumpla con los requerimientos para ese puesto, en especial tiene que gustarme. Y tú Llegas justo a tiempo, su Excelencia Ron, ahora que vino de visita al castillo. Le propongo que tome el asiento del Séptimo Señor".

... ¿De qué demonios estaba hablando esta mujer?

¿Tomar la posición del Séptimo Señor? ¿Yo?

Al escucharla decir eso, probablemente no estaba bromeando.

Apenas podía mantener mi expresión, ocultando lo absurdo que se escucha y el desconcierto que me provoca.

Pero, ¿por qué está vacío el asiento del Séptimo Señor?

¿Dónde fue el Séptimo Señor, el Fantasma, Refrigon Cabeza de Carne, ¿que yo conocía?

Es como si el Santo del Puño fuera un tipo diferente al que yo recordaba.

¿Hubo realmente una diferencia de tiempo entre el RaSa que jugué y el que estaba experimentando ahora?

Dado que todos los demás Señores son iguales, probablemente no sea el futuro. Entonces, es del pasado... ah.

La línea de tiempo ahora probablemente fue unos años antes de que comenzara el juego.

Bueno, ahora no era el momento de pensar en eso, pero...

"Señor supremo… ¿Hablas en serio?"

Rompiendo el breve silencio, el primero en hablar fue el Señor del Trueno.

"Me preguntaba por qué hiciste que un extraño asistiera a la reunión de repente, así que fue por esto. ¿Era para decidir aquí de inmediato?

El Tirano también soltó una carcajada y enterró su espalda en la silla.

Los otros Señores no dijeron nada, pero todos tenían expresiones com diciendo que todo esto es absurdo. Excepto por el Palacio Celestial, que parecía estar en su propio mundo desde el principio.

Pero tenían razón al tener esos sentimientos.

Los Nueve Señores eran seres con un poder absoluto que nadie podía tocar excepto el Señor Supremo, Rashtain. Eran también el símbolo de Calderic.

El Señor Supremo, en este momento, estaba tratando de decidir a la persona para que se sentara en un asiento tan elevado, como si simplemente estuviera eligiendo un menú para el almuerzo.

Estaba tan impactado, pero me preguntaba cómo los otros Señores no estarían tan sorprendidos.

El Señor Supremo se rió en voz baja para sí misma.

"Puede ser repentino, pero todos lo saben, ¿verdad? Que no hay nada más necesario para el trono del Señor excepto la habilidad".

El Señor del Trueno inmediatamente protestó.

"Esto es difícil de entender. ¿Cómo demostró ese hombre su habilidad?

"Él lo demostró lo suficiente. Escuché que mató al Santo del Puño de Santea de un solo golpe.

"¡…!"

"¿No es así, Jefe de Estado Mayor?"

"Así es."

Dayphon afirmó la pregunta del Señor Supremo.

Naturalmente, parecía haberse enterado de todo lo que había sucedido en el convoy.

"¿Eh? ¿Mató al Santo del Puño?"

Los Señores se miraron bastante sorprendidos.

Por supuesto, todos los Señores de Calderic eran seres fuertes de un rango más alto que el Santo del Puño.

En términos de números simples, era solo una diferencia de unos pocos niveles. Pero en niveles altos, especialmente en los niveles 80 y 90, cada nivel era un gran abismo.

El punto que los sorprendió no fue el hecho de que maté al Santo del Puño, sino probablemente la parte donde lo maté de un solo golpe.

"Además, descubrió mi identidad de inmediato. ¿Quién más podría hacer eso?"

Ante esas palabras, todos los Señores se quedaron en silencio.

Ahora parecía que los otros Señores habían sido sometidos a bromas similares por parte del Señor Supremo.

Mientras tanto, el Palacio Celestial, que había estado en silencio hasta ahora, de repente levantó la mano.

"Sí, a excepción del Tercer Señor".

El Palacio Celestial bajó la mano y miró fijamente al espacio una vez más.

A los otros Señores ni siquiera les importaba que él actuara así. Como si ya estuvieran acostumbrados a su excentricidad.

El sabio miró a Dayphon y preguntó.

"Pero Alto Señor Supremo, tengo curiosidad sobre los detalles de la misión del Jefe de Estado Mayor cuando fue a Santea esta vez".

"Incluso si no preguntaste, era una de las agendas de la reunión, así que dejémoslo de lado por ahora".

El Señor Supremo miró alrededor de la mesa.

"De todos modos, no creo que haya mucho problema con su Excelencia Ron sentado en el trono del Señor. ¿Qué opinas? ¿Hay alguna objeción?

Entonces, el Señor del Trueno abrió la boca una vez más.

"Entonces, ¿puedo comprobarlo yo mismo?"

¿Comprobarme?

Estaba claro este quería decir.

"Estamos hablando de las capacidades de este humano llamado 'Ron'. Si el Señor Supremo lo permite, un duelo ligero sería suficiente.

…En un instante, mi corazón se enfrió.

La calma obligó a mi corazón a hundirse.

Tenía que pasar.

Desde el momento en que entré a la sala de reuniones y me quedé atrapado con estos monstruos llamados 'Señores', la crisis que me preocupaba nunca había desaparecido.

"¿En serio, Segundo Señor? ¿Estás tratando de volar el Castillo del Señor Supremo?"

El Señor Loco apoyó la barbilla en el reposabrazos de la silla y se rió.

"¿Hay algún problema con ese Señor Supremo? Definitivamente las cosas van bien".

La Emperatriz del Mar Negro también agitó sus antenas y ayudó con una palabra.

Todos los demás Señores también mostraron interés.

"Hmm, bueno..."

El Señor Supremo miró en mi dirección.

Al ver esa expresión sonriente en su rostro, tuve la sensación de que ella esperaba algo así desde el principio.

"¿Qué opina usted, señor Ron?"

…No hay nada que opinar.

Segundo Señor, el Señor del Trueno, Elyse.

¿Luchar contra ese monstruo que incluso podría causar una tormenta eléctrica en un área entera si usara todo su poder?

Un enfrentamiento entre una hormiga y un elefante sería mucho más racional que eso.

Con un movimiento de ella, todo mi cuerpo se convertiría en ceniza y volaría.

Excepto por una Muerte Instantánea, realmente no tenía ninguna habilidad.

¿Hay alguna forma escapar...?

Todos estaban esperando mi respuesta.

Si evitaba una pelea sin razón, no sabía qué tipo de reacción tendrían.

Pero definitivamente las cosas no iban en una buena dirección para mí.

Por un momento, me vino a la mente una idea una buena idea.

No sabía si funcionaría, pero la atmósfera se volvería extraña si estuviera en silencio aquí por más tiempo.

Miré al Señor del Trueno y abrí la boca.

"Si no te importa que te maten".

Y luego agregó.

"Tengo poco talento para contenerme".

***

"…"

Después de solo dos oraciones, un silencio helado descendió sobre la sala de conferencias.

Una presión aterradora se extendió a continuación y llenó el espacio.

"Cómo te atreves…"

El Señor del Trueno tenía chispas por todo su cuerpo y me miró con ojos asesinos.

Una sensación de hormigueo recorrió todo mi cuerpo.

Con calma acepté la intención asesina del Señor del Trueno y mantuve mi rostro inexpresivo.

La presión se sentía, pero gracias al [Alma del Rey], pude mantenerme calmado tanto emocional o como mentalmente.

En lugar de evitar una pelea, había una razón por la que hice que la atmósfera fuera sangrienta.

A lo que apuntaba era a la intervención del Señor Supremo.

Dije que aceptaría el duelo siempre que estuviera bien matar al oponente, y la provocación también enfureció a Señor del Trueno. En realidad, fue una reacción mucho más violenta de lo que esperaba.

Si se hiciera un combate en el que ninguno de los bandos terminara bien, no habría manera de que el Señor Supremo permitiera una pelea... ¿o no?

Date prisa y detén el duelo.

La atmósfera se sentía tan pesada que podría comenzar una matanza en cualquier momento

El Señor Supremo abrió la boca. Había algo de arrepentimiento en su voz, tal vez porque se dio cuenta de que se había apresurado demasiado.

"Deténganse."

A diferencia de antes, era una voz un poco seria.

Después de eso, el Señor del Trueno se calmó. Pero ella seguía mirándome.

"No hay nada que podamos hacer al respecto. No será un duelo ligero en absoluto, ¿verdad?

El Señor Supremo, que dijo con una voz inocente, sonrió como para aligerar la atmósfera.

Dejé escapar un profundo suspiro de alivio.

Me alegré de que fuera tan bien como pensaba.

Los otros Señores, quienes parecían insondables, parecían arrepentidos de haberse perdido un buen espectáculo.

"Bueno, realmente no me importa".

El Señor Loco sonrió y dijo.

"No parece que sea tan vulgar como ese vampiro. Designar a un monarca es la autoridad del Señor Supremo de todos modos, entonces, ¿hay alguna razón para escuchar nuestra aprobación?

"¿Por qué me mencionan de nuevo?"

El tirano chasqueó la lengua y murmuró.

El Sabio también me miró y se acercó para ayudar.

"Es repentino, pero no dudo de la vista del Señor Supremo. Además, el asiento del Séptimo Señor no puede estar vacante para siempre. El jefe de Estado Mayor tampoco está insatisfecho con la decisión".

A excepción del Señor del Trueno, ningún otro Señor mostró ninguna queja.

En lugar de estar de acuerdo, estuvo cerca de mostrar signos de aceptación, sin decir nada porque simplemente no estaban interesados o porque la voluntad del Señor Supremo era absoluta.

Pero aún no había dicho que lo aceptaría, así que ¿por qué ya estaba todo confirmado?

…Me pregunto si eso es verdad.

Ella en el gobernante de Calderic.

Está en la cúspide del poder de Calderic, una de las cuatro potencias principales del continente. ¿Quién rechazaría normalmente un asiento que ella estaba ofreciendo?

El problema era que realmente no tenía ninguna habilidad que encajara en la posición de un Señor.

Hasta ahora, todos tenían un gran malentendido acerca de mi habilidad debido a cómo encajaba la situación.

Pero incluso el guardia más débil aqui que custodiaba la puerta del castillo podría matarme.

¿Cuánto duraría esta buena fortuna?

Si aceptaba la oferta del Señor Supremo y realmente me convertía en el Séptimo Señor, entonces cruzaría el río sin retorno.

Pero si me niego...

También era una opción arriesgada.

No era mi propia decición, pero, de todos modos, vine al castillo del Señor Supremo y asistí a la reunión de los Señores para no tener enemigos en Calderic.

Y el Señor Supremo ofreció las mejores condiciones que podía ofrecer.

¿Qué tipo de reacción tendría si dijera que lo rechazaría en una atmósfera como esta?

Quizás el comportamiento amistoso del Señor Supremo podría convertirse en hostilidad en un instante.

¿Me atrevo a correr ese riesgo?

No sabía si sería una decisión tonta, o si la elección correcta era evitar lo peor.

¿Debo pedir tiempo para pensar?

Mi cerebro se sentía congestionado.

¿No sería mejor posponer la decisión por un tiempo?

Entonces el Señor Loco me miró y abrió la boca.

"De todos modos, es una lástima. Prometí frente a la sala de reuniones que deberíamos intentar batirnos en duelo en algún momento".

… ¿Cuándo hice esa promesa?

¿Y qué tenía eso que ver con que yo fuera un Señor? Pero pronto lo entendí.

Ahora que lo pienso, ¿no había un escenario en Calderic en el que las batallas entre los Señores estaban estrictamente prohibidas?

Era la disciplina mínima para que Señores con una individualidad muy fuerte convivieran sin mayores conflictos.

"También odio terminar las cosas con moderación. Al menos hasta que un lado esté muerto, ese es un duelo apropiado, ¿no?

"…"

El sonido sangriento de la risa de repente me recordó una posibilidad aterradora.

Si rechazo el puesto de Señor, después de que termine la reunión, ese monstruo loco podría excitarse y comenzar una pelea conmigo.

Incluso durante su primer encuentro, apuntó su espada a mi cuello sin dudarlo, así que la posibilidad estaba ahí.

¿Pero eso fue todo? Incluso ahora, el Señor del Trueno a mi lado me miraba con ojos que parecían listos para comerme.

Si me niego, tengo que preocuparme por lo que sucederá después de que termine la reunión.

Aceptar o rechazar.

De cualquier manera, es una elección entre un mal mayor y el mal menor.

Similar a lo que sucedió en el barco del convoy.

Lamenté haber llevado la situación a este punto.

Después de todo, tenía que escapar de alguna manera de este maldito castillo para escapar del alcance del Señor Supremo.

... Pero el arrepentimiento fue inútil.

"Ahora, solo queda la respuesta de su excelencia Ron".

La proclamación final del Señor Supremo.

"Como Señor Supremo de Calderic, haré una propuesta formal para ti. ¿Tomará el asiento del Séptimo Señor?"

Un silencio silencioso cayó sobre la sala de conferencias, y la atención de todos los Señores en la mesa redonda ahora se centró en mí.

Habiéndome decidido finalmente, abrí la boca con gran resignación.

"…Acepto."

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