Dentro del Hospital Hongya.
Yan Zixuan estaba al teléfono, su cara retorcida en frustración —¿No te pedí que filtraras la noticia sobre el hijo ilegítimo de Yan Ling a otros blogueros? ¿Por qué no he escuchado nada?
—¿Sin noticias? Eso es imposible, la publicación ya ha sido enviada —la persona al otro lado de la línea frunció el ceño—. Si no me crees, puedo enviarte una captura de pantalla.
Con una expresión sombría, Yan Zixuan gruñó —No tiene sentido enviar ninguna maldita captura de pantalla. He buscado en todo el internet, no solo no encontré la publicación que te pedí que enviaras, sino que todas las publicaciones anteriores también han desaparecido. ¡Ni siquiera puedes manejar una tarea tan simple, eres totalmente inútil!
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