capítulo 15

Al fin llego su padre, lo llamo a él y a su madre en la zona de los sillones enfrente del televisor.

-¿Qué paso milico?- preguntó su padre mientras lo miraba y su madre tenía la misma pregunta.

-llame la atención de un agente o como se llame.- dijo Tadeo mientras les mostraba la tarjeta de presentación de color crema.

Su madre inhalo aire como si se sintiera sofocada.

Su padre quedo un poco sorprendido.

-¿Qué hago te aplaudo?- dijo él, y esto provocó que Tadeo apretaba la mandíbula.

-dejá noma, no se para que mierda les muestro esto.- dijo enojado mientras se levantaba y arrebataba la tarjeta de la mano.

Al ver a su hijo menor alejarse enojado, la madre golpeó con su mano el brazo duro de su marido.

-márcelo la concha de tu madre. ¿en serio le podes decir eso a tu hijo?- dijo ella enojada reclamándole.

-¿y que querés que haga leila? ¿felicitarlo? Es como vos dijiste, tiene cuatro años, casi cinco para junio.- declaró él.

-no te cuesta nada felicitarlo un poco Marcelo.- dijo ella histérica.

-ahora vas y te disculpas con el, y vas a escuchar lo que dice.- dijo respirando enojado.

El hombre al notar su error, puso recta su espalda fue a la habitación de su hijo, paso sin tocar y notó que estaba durmiendo.

Algo que hacía siempre cuando estaba enojado con alguien o por algo.

-te pido disculpas hijo.- dijo el hombre mientras se sentaba en la cama.

-¿hiciste algo malo? No. ¿entonces porque pediste disculpas? La próxima ni te comento lo que hago así me ahorro el enojo.- dijo con los ojos cerrados y con el ceño fruncido.

-si vas ahí solo métele ganas.- dijo él de forma simple mientras se levantaba.

-y la próxima vez que te comente algo hacedlo como un padre viendo a su hijo, no a un soldado.- comentó enojado el niño.

Al escuchar esas palabras sintió como si le hubieran pateado el pecho de lleno.

Ahora enojado, amargado y triste se fue a su habitación a dormir, como su hijo.

Cerró la puerta despacio y solo le asintió la cabeza a su esposa.

Ella fue hacia Tadeo, se sentó al lado de él y le acaricio el pelo pero el hablo con enojo.

-no me toques por favor.- dijo el niño.

Pero ella no paro, y siguió acariciando, y al sentir esto usó su brazo y la alejó con fuerza mientras gritaba.

-TE ESTOY DICIENDO QUE NO ME TOQUEEEES- dijo enojado.

-POR FAVOR TE LO PIDO MAMA, SALÍ DE LA PIEZA- dijo mientras le señalaba la puerta.

El padre al escuchar esto se levantó rápido y fue directo a su hijo.

Al entrar notó a su mujer sorprendida y él hablo.

-PENDEJO LA CONCHA DE TU MADRE, QUE SEA LA ULTIMA VEZ QUE LE HABLAS ASI A TU MADRE.- dijo enojado y con autoridad.

-SI ELLA ESCUCHÓ QUE LE DIJE QUE NO ME TOQUE, Y ME SIGUE TOCANDO.- replicó el niño.

-QUE MIERDA ME IMPORTA, NO LE VOLVES MAS A GRITAR A TU MADRE.- dijo el hombre acercándose al rostro de su hijo.

-VOS NO ME HABLAS ASI, YO NO SOY UN SOLDADO, SOY TU HIJO, ES NORMAL QUE UNA PERSONA SE ENOJE, ASI QUE EMPEZÁ A ACOSTUMBRARTE.- habló sin apartar los ojos y golpeaba su frente con la de su padre.

-LISTO. VOS NO VA MAS A LA PLAZA A TOCAR. ASI QUE EMPEZA OLVIDARTE DE CANTANTE Y ESAS PELOTUDECES.- dijo el padre de forma tajante.

Y como si fuera una chispa, el enojado Tadeo comenzó a enojarse aun más.

-A MI NO AMENACES, PORQUE VAS A SALIR PERDIENDO. NO ME AMENZA NADIE Y VAS A HACERLO VOS.- dijo el niño con rabia.

-TADEO LEDESMA, ES LA ULTIMA VEZ QUE DICES ALGO ASI, NO VAS Y PUNTO, ES MI TECHO Y MIS REGLAS. AHORA ANDA Y PEDILE DISCULPAS A TU MADRE.- dijo el hombre elevando la voz aun más.

-¿VOS QUIEN SOS- pero fue sus palabras fueron interrumpidas cuando su padre lo cacheteo.

Su padre lo miró mortalmente, vio el rostro de su hijo ponerse rojo por la cachetada.

Vio los ojos de su hijo ponerse asombrados, noto que apretó fuertemente la mandíbula.

Su rostro tenía espasmos de enojo.

Aun enojado, volvió mirando a su padre, caminó hacia su madre y pidió disculpas.

-¿pueden por favor salir de acá?- dijo despacio el niño.

Los padres se retiraron la habitación y cerraron la puerta.

Tadeo se soltó el pelo, sus manos recorrieron su pelo largo y de la nada lo apretó con fuerza.

Un gran dolor comenzó hacerse en su cabeza. Su mente comenzó a desconectar del mundo e hizo que sus ojos se abrieran sin darse cuenta.

'¿Qué mierda esperabas? ¿Qué te felicitaban? ¿muy bien hijo?

No soy tus verdaderos padres, ellos no son los que conocías.

Son diferentes, son otros ¿Por qué esperabas algo distinto pelotudo de mierda?'

Pensaba para sus adentros Tadeo.

Y el día fue ajetreado dentro de la casa Ledesma.

Hoy era un sábado de febrero del 1983.

Caluroso pero soportable ya que estaban al sur de la Patagonia.

Y hoy nuevamente Tadeo saco el tema.

-tienen arreglarlo esto conmigo y con Ciro.- dijo Tadeo mirando los ojos de sus padres.

-¿y ayer quedo en nada?- comentó el padre de Tadeo.

-y si. ¿o querés seguir peleando?- lo miró dijo Tadeo a su padre.

-BASTA los dos. ¿Qué hace este Ciro o lo que haría el con vos , si trabajan juntos.?- preguntó la madre.

-Ciro en un tipo de agente musical, con su propio estudio, conexiones y demás, que está compitiendo con otros que bandas o artistas grandes en su nombre.- dijo Tadeo resumiendo.

-¿Qué tipo de artistas.?- preguntó su padre.

-folclore, pop, rock, tango y demás.- agregó Tadeo.

-¿y firmarías un contrato?- preguntó con duda su madre.

-y si. Los dos ganamos, el un artista y yo que escuche la gente mis canciones.- dijo Tadeo.

-¿Qué tanto puede involucrarse en tu vida? ¿Qué te aportaría?- dijo su padre.

-clases de música, talleres, conexiones, una vida movida y al ojo de las noticias y revistas.- dijo lo obvio el niño.

-¿y sobre los derechos de autor?- comentó su madre.

-eso ni se habla, porque ya es algo asegurado por el turco, que es su amigo y compañero de trabajo.- respondió Tadeo.

-¿Por qué no lo llaman y listo? Es más sencillo que él les explique que tiene más experiencia.- dijo Tadeo mientras les dejaba la tarjeta de presentación.

Marcelo vestido de civil, fue hacia el teléfono fijo y llamo al número que estaba en la tarjeta.

Los segundos pasaban y fue atendido por la voz joven pero un poco vieja de un hombre.

-buen día, Ciro Torini ¿con quien hablo?- dijo el hombre.

-buen día, habla el padre de Tadeo Ledesma, el niño con quien hablaste en la plaza España.- dijo Marcelo.

-¡¿el padre de Tadeo?! Si un gusto conocerlo señor Ledesma ¿su hijo le habló de la propuesta que le dije?- preguntó expectativo el hombre.

-si, quisiera conocerlo personalmente y con abogados por si llegamos a algo- agregó Marcelo de forma directa.

-por supuesto y no se olvide de traer a Tadeo, ya que es su futuro.- comentó Ciro.

Esto entrecerrar los ojos del padre.