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CAPITULO 18:

Hughie se encontraba en la sala de reuniones de Vought con un nudo en el estómago. Pensó que todo saldría sin problemas, que lo haría bien, pero los síntomas empezaron a afectarlo antes de lo esperado.

Las paredes de cristal y el mobiliario impecable reflejaban un poder que parecía aplastarlo, y lo único que mantenía sus pies firmes era el recuerdo de Robin.

¿Sería capaz de dar la justicia que ella merecía?

Robin . Su nombre resonaba en su mente como un eco que nunca se apagaba, cargado de amor, dolor y una desesperanza abrumadora. También las ibas a resurgir un odio intenso hacia los héroes que se burlaban de las personas en aquel bar, aquellos que se lo ponen que el día que salvarlos, contribuyendo a más dolor en el mundo. Algo diabólico.

Atraen por fin había llegado a la sala, y fue entonces cuando la mente de huggie dio un vuelco. Dejó de escuchar, a excepción de un sonido, un fuerte zumbido, uno que se parecía al zumbido que había dejado a-train cuando emprendió la vida.

Sentado en la mesa, rodeado por su equipo de abogados, estaba A-Train, el hombre que en un parpadeo había destrozado su mundo. Hughie sintió que el aire se volvía denso, casi irrespirable.

¿No se suponía que estaba en un proceso de rehabilitación? Porque por los videos que había visto, la apariencia que tenía, no parecía de alguien sufriendo por tratar de superar su adicción.

A-Train se veía relajado, con una arrogancia despreocupada que contrastaba con la agonía que Hughie llevaba consigo desde aquel día. El velocista ni siquiera levantó la vista cuando entró, como si el hombre con el que tenía cuentas que saldar no era más que una mosca molesta en la habitación.

- hey, hey, ¿Estás bien? ¿Qué demonios le pasa a este tipo? -

Atrae parecía estar hablando, casi parecía desconcertado, pero huggie no lo estaba escuchando en lo más mínimo. Solo estaba ahí, paralizado sin poder dejar de observar al hombre que le había quitado la vida a Robin

Hughie presionó los puños, clavando las uñas en la palma de sus manos. ¿Cómo era posible? Su novia, su prometida, había muerto de la forma más brutal, y el hombre responsable no mostró un atisbo de remordimiento.

Todo indicaba que él simplemente quería terminar con esto y salir de aquí.

Había aceptado el acuerdo legal, lo había hecho por que butcher lo necesitaba, pero muy en el fondo también quería ver a los ojos alguna especie de remordimiento por parte del héroe. pero ahora, cara a cara con el asesino de Robin, sentía que la sangre le hervía, porque no había encontrado nada más que desdén por el desgraciado.

El abogado de Vought comenzó a hablar, leyendo un guion frío y mecanizado.

- lo que A-Train desea expresar es sus más sinceras disculpas por lo sucedido - . La voz se desvaneció en los oídos de Hughie, sustituida por el sonido del impacto, por la imagen de Robin desintegrándose en sus brazos, por el vacío insoportable que quedó tras ella.

Incluso Ashley empezó a ver que algo estaba mal, pues la parte afectada parecía completamente disociado de la realidad. Hubieron muchos afectados como huggie, completamente traumado que no podía continuar con el papeleo. Era por eso que el equipo de abogados se encargaba de realizar cualquier tipo de maniobra legal, evitando que los héroes tengan la responsabilidad de presentarse personalmente.

Ya que en todos los casos, una confrontación directa entre el perpetrador y el afectado pero nada en esta situación.

Las manos de Hughie comenzaron a temblar. Las palabras del abogado eran dagas envueltas en hielo, y el propio A-Train apenas articulaba las frases que se suponía debían redimirlo. ¿Redimirlo? Hughie sintió náuseas, una oleada de mareo lo golpeó con fuerza. Su pecho se comprimió, el aire le faltaba, y cada inhalación era como si aspirara astillas de cristal. No podía soportarlo más.

Estos malditos, ellos debían pagar, debían pagar muy caro.

Se levantó abruptamente, tropezando con la silla, y salió de la sala tambaleándose.

- yo-yo lo siento mucho. necesito, necesito urgentemente ir al baño. -

Ni siquiera espero a que ellos preguntaran la razón. Solo salió de aquí para poder respirar y no está al lado de aquel hombre.

Los pasillos de Vought se alargaban frente a él como túneles sin fin, y todo lo que escuchaba era el latido ensordecedor de su corazón, la respiración entrecortada que no conseguía calmar. Corrió hasta encontrar el baño el baño, empujando la puerta con violencia, y se apoyó en el lavabo, mirando su reflejo en el espejo.

Estaba roto . Completamente roto. El espejo le devolvía la mirada de un hombre que apenas reconocía, un hombre cuya vida había sido reducida a cenizas en un instante, y que ahora estaba atrapado en un ciclo de dolor y odio del que no podía escapar. Las lágrimas acudieron a sus ojos, pero las retuvo, negándose a permitir que A-Train le robara más.

-vamos huggie, cálmate, cálmate, cálmate. -

Intentó calmarse, respirando profundamente, pero cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Robin lo invadía, destrozada, desapareciendo en un segundo. La rabia, la impotencia, el odio y la tristeza se mezclaban en su interior como un torbellino incontrolable.

Se sentía débil. Se sentía asfixiado.

Y en ese instante, Hughie supo que nada de lo que dijera o hiciera A-Train podría cambiar lo que sentía. Porque algunas heridas nunca sanan. Algunas cicatrices se llevan para siempre.

Hughie se quedó apoyado contra el lavabo, su respiración aún agitada. Pero en medio de la angustia, algo nuevo se encendió en su interior. De hecho, ya estaba encendido desde hace mucho tiempo. una resolución fría y cortante como una cuchilla, un nuevo compromiso consigo mismo para hacer pagar al responsable a cualquier costo. No podía dejar que esto terminara así. No después de todo lo que había pasado, no después de ver la indiferencia en los ojos de A-Train.

"Ese momento". Se dijo a sí mismo en sus pensamientos.

Con manos temblorosas, sacó del protector de teléfono un pequeño dispositivo. El micrófono qué butcher le proporcionó, había estado oculto todo el tiempo, era su única arma en este juego de poder que parecía imposible de ganar.

Con una empresa con tanto poder, este era la única forma de lograr una ventaja significativa contra vought.

Hughie lo escondió en su palma, apretando los dedos con fuerza, sintiendo cómo el metal frío se incrustaba en su piel. No iba a dejar que Vought y sus malditos abogados salieran ilesos. No después de todo el daño que habían causado.

Tantas familias destrozadas por los héroes que no tenían reparos en hacer sufrir a las personas, con las atrocidades más retorcidas que podrías imaginar. Todo porque tenía el respaldo de gente poderosa que generaba ganancia con sus super habilidades. Un negocio capaz de mover el Banco mundial y paralizarlo si en algún momento dejara de existir.

Se miró una última vez en el espejo, borrando las huellas de las lágrimas que habían amenazado con brotar. La imagen que le devolvía el reflejo era la de un hombre decidido, un hombre que había dejado de ser una víctima. Se enderezó, tomando una última bocanada de aire, y salió del baño con una nueva fuerza. Una nueva fuerza motivado por su odio hacia los superhéroes.

Cuando volvió a la sala de reuniones, la conversación se había detenido, y todas las miradas se posaron sobre él. Ashley, como la asistente general de Vought, se acercó con una expresión de preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó, sus ojos analizando su rostro en busca de alguna señal de debilidad. -

Hughie asintió, manteniendo la voz firme y calmada. —Sí, solo necesitaba un momento. Podemos seguir. -

Ashley lo observó por un instante más, como si intentara desentrañar algo más allá de su simple respuesta, pero finalmente asintió y retrocedió.

-bien, entonces continuemos con lo acordado. - dijo mientras volví a tomar su lugar.

A-Train ya no estaba en la sala. Se había marchado, dejando a Hughie solo con los abogados y la fría formalidad de los documentos legales.

"Perfecto", pensó Hughie, sabiendo que su salida era lo que necesitaba para completar su plan.

Se sentó de nuevo, apretando el micrófono oculto en su mano mientras los abogados retomaban el proceso. Sus palabras eran afiladas y profesionales, pero a Hughie ya no le importaba lo que decían.

Cada firma que estampaba en los documentos era un paso más hacia su verdadero objetivo. Su mano se arrastró muy sutilmente por debajo de la mesa, cobrando pegar el micrófono en ella.

Capturar cualquier audio que perjudicara e involucrara a los héroes más poderosos de la tierra sería crucial para llevar a cabo su Cruzada contra los héroes.

Sabía que este acuerdo era solo el comienzo, no el final. Se aseguraría de hundirlos a todos, por todos los afectados que no pudieron alzar su voz, por Robin.

Mientras los abogados murmuraban entre ellos, revisando cada detalle, Hughie mantenía la fachada de alguien que estaba dispuesto a aceptar su destino, mientras en su interior, una tormenta se desataba.

"Esto no se trata de justicia" pensó. Esto era venganza, estaba decidido a hacer que cada uno de los responsables pagara.

aquí les dejo el siguiente capítulo chicos, dejen sus piedras de poder y disfruten de la historia.

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