—¡No por eso! ¡Tonto! Papá entregó los negocios del grupo a ti y a Devin durante años porque Dylan no volvió a casa. Ahora Dylan ha regresado y ha retomado el control del grupo; si su relación se puede reparar, papá seguramente le entregará todo el poder a Dylan. En ese momento, tú y Devin tendrían pocos derechos en el grupo. ¡El yerno de todos modos es un extraño, mientras que el hijo es, al fin, el más importante! En una palabra, ¡no podemos permitir que Savannah esté con Dylan!
—Entonces... ¿qué quieres?
—¡No podemos permitir que la relación entre papá y Dylan se repare! —dijo Susan resentida.
—Henley tragó saliva. —¿Qué vas a hacer?
—Susan rodó los ojos, sacó su teléfono, revisó sus contactos y marcó un número.
—Unos segundos después, se escuchó una voz femenina suave al teléfono:
—Hola.
—¿Abby? Soy Susan. —dijo Susan con voz suave.
—¿Susan? —Abby se sorprendió. —Ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo estás?
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