No me importa jugar contigo

Luego, caminó alrededor de ella y sonrió, mientras su voz clara sonaba lentamente. —¿Por qué no lo cambiamos por tres reverencias?

La cara de Shen Qianrou se oscureció visiblemente.

Levantando la cabeza, esa fachada vulnerable y delicada finalmente comenzó a resquebrajarse.

Finalmente la miró con odio frente a todos.

La sonrisa en la cara de Shen Fanxing se ensanchó y se inclinó para acercarse a Shen Qianrou.

Un rostro altivo, arrogante y amenazante se cernía delante de Shen Qianrou.

—Excelente, eso es. De repente me doy cuenta de que desgarrar tu cara hipócrita poco a poco debería ser una buena forma de entretenimiento. Shen Qianrou, ¡no me importa jugar contigo!

El furor y el odio en los ojos de Shen Qianrou se intensificaron.

Ella miraba las delicadas facciones de Shen Fanxing, que eran perfectas desde cualquier ángulo. Cada mirada, cada expresión, cada aliento y cada pulgada de su temperamento irradiaban un sentido de nobleza.