No fue ella!

El sudor empezó a brotar poco a poco en la frente de Xia Xue. Había utilizado realmente toda su fuerza para tocar esta canción, pero el efecto que producía estaba a años luz de la composición original.

A veces, la técnica no era tan importante como los sentimientos transmitidos al tocar el violín.

—Desaparecido —era una canción sobre cómo una persona extraña a otra. Ella ya había usado toda su fuerza para expresar el significado de la canción.

Justo cuando Xia Xue estaba a punto de llegar al clímax, se detuvo, preocupada de cometer un error. Solo podía esperar que el Hermano Cao no hubiera escuchado los defectos en su canción.

Xia Xue colocó el violín sobre un taburete y miró al Hermano Cao con inquietud.

El Hermano Cao seguía sumergido en la música que Xia Xue acababa de tocar. Bajó la mirada y asintió. —No está mal. No eres mayor, pero ya eres muy buena en esto.

El corazón de Xia Xue, que había estado en su garganta, volvió a su lugar. Suspiró aliviada y dijo con humildad: