El impostor de las mil caras
Cuando encontraron el cuerpo era demasiado tarde, para investigar.
Venido de un pueblo de Ucrania. Feed Ivanof, era un estudiante aplicado en la de lentes. Cuando conoció a Natalie Mcfill en la ciudad, comenzaron a salir. Ella un día en su casa descubrió la habitación, donde en el armario de Feed, se escondían los secretos bien guardados. Natalie abrió ante plena curiosidad las dos puertas, y allí estaban.
Luego de un tiempo estimado, dejaron de prometerse amor, como una cuestión de parejas que ya no se tratan. Natalie tenía una cierta forma de ver la vida, y ella en la universidad se involucró con Anne Prees, y no tardaron en enamorarse. Vivieron juntas un tiempo determinado. Natalie tenía ciertas cirugías en su cuerpo, y rostro, algo que Anne nunca le dio importancia.
La bisexualidad de Natalie era, y será
plena. Tanto en hombres como mujeres.
Pasaron muchos momentos juntas. La hermana de Anne, Clara, no se sentía muy a gusto con su cuñada. –
¡Te digo que es una mujer muy rara, Anne!. Natalie parece extraña en su aspecto de mirar a las personas. –Dices, cosas que no debes decir. Ella es un ángel en todo sentido. ¿O acaso te molesta algo de ella?¡Nada! Solo que no entiendo algunas cuestiones. Y ella no parece de fiar.
¿Qué cuestiones?
Clara observa el techo con el suspiro dubitativo. Mientras la mirada de Anne no deja de seguirla en todo su aspecto físico.
La relación iba muy bien. La familia de Anne era adinerada, y con ello consiguieron ambas damas vivir juntas en un departamento en otra ciudad. Dos semanas después de
la mudanza. La madre telefonea a Anne para decirle que su hermana Clara había desaparecido. Anne escuchó atentamente, y colgó el teléfono.
El detective John Dos nomes, tomó el caso, y se entrevistó con la familia Prees. La policía se comprometió en una búsqueda que no resultaba satisfactoria.
Anne, se breve tiempo se separó de
Natalie. Tenían caminos diferentes en
muchos aspectos.
Ella, consiguió un trabajo, de camarera en el bar la sintonía, en la misma ciudad donde se habían mudado. El dinero recibido en su cuenta era suficiente para vivir plenamente, pero precisaba trabajar. El bar era un sitio que frecuentaba una alta clase de muchachos, y muchachas de gran nivel, y poder adquisitivo. No tardó en hacer amigos, y amigas. Miguel, muchacho latino, cuyos padres eran dueños de una automotriz, tenía intenciones con ella. Salieron la primera noche, y todo era risas. En la tercera salida, ella lo invita a Miguel a la casa. Luego de una relación con una mujer, precisaba de otro tipo de aspecto. Anne dejo su trabajo, ese mismo día, pues quería mudarse a otro sitio según comentarios, que le permitiera olvidarse de todo. Miguel, luego de aquella noche, se alejó de ella. El sexo no era lo que ambos querían en sus maneras de ser. En el trabajo empresarial, Miguel se reúne con los administradores para saber las buenas nuevas de la Empresa. El retiro voluntario de su padre era preciso, así que quedaría al mando. Durante tres años Miguel ejerció un poder inimaginable, y siempre teniendo presente que las arcas del monopolio, crecían a costa de su sequito de personas capaces. Miguel Cervantes, designa al poco tiempo como su secretaria a la novel Caroline Cruz, una dama joven de la entidad dejándola al mando en los asunto, y luego, realiza un viaje esplendido a las Bahamas, lo que lo llevará a su deceso, cuando su moto lancha, tiene una avería que los arroja al mar. La guardia costera intentó encontrar su cuerpo, de todas maneras era inútil. Jamás lograron dar con él. Los tiburones posiblemente los despedazaron. -
Clark Cou, fue uno de los amigos predilectos que se hizo Miguel durante el último año. Salía con CarolineNamara, quien había quedado a cargo de la empresa provisoriamente. Caroline firmaba los papeles y poderes precisos. Un contrato con Clark para llevar algunas realizaciones monetarias de la entidad le hicieron unos dineros suficientes. De ello los administradores del padre de Miguel por unas verificaciones en las rendiciones de cuentas descubrieron que algo no estaba bien en los números. Caroline fue indagada, pero no llegaron a nada las autoridades. Era muy callada, y por precaución se dice que se retiró de la entidad corporal sin aviso, mientras Clark se había esfumado, comprobando que era un estafador. John, el detective. Meditaba sobre aquel asunto sentado en su silla curul, analizando las carpetas de trabajo. Trazó un dibujo que delineaba como organigrama, un comienzo que podría ser obra de un insano. Por un momento, dejó de lado las pruebas encasillando la investigación. Quería retirarse sin nada que argumentar.
Stuart, viejo colega de ellos, se había reunido con Clark en un bar a beber unas copas. Aquel en una tarde mucho tiempo después, vacacionaba tomando sol en su casa de verano, cuando dieron por él, por los asuntos de diferentes personas. El detective John, fue quien lo encontró a Stuart. El hombre era un multimillonario excéntrico, como se lo conocía. Se había mudado hace poco a la mansión codeándose con grandes personajes mediáticos y de poder político. Recibió la visita de John. Algo inesperado fue descubierto.
El archivo de la investigación realizado, concluyó esta historia a partir de aquel organigrama, cuando en el patio de una de las casas de Anne, encontraron el cuerpo de Clara enterrado. Anne, aún estaba desaparecida, y los rasgos dieron con una chaqueta de Natalie que tenía pelos de un parpado, que al mismo tiempo fueron lo que llevaron a verificar la desaparición de Miguel, y Clark. El detective John al terminar su último trabajo, se había mudado a otro país desconocido. -
Stuart fue llevado por la policía local. Las piezas llegaron hasta el armario de la casa de Feed, y descubrieron lo peor. Diferentes caras de cada una de las personas que hicieron parte de éste macabro movimiento de horror. Había un puesto más de un rostro faltante.
El impostor capturado por John, Stuart, no era Stuart, no era Miguel, ni Clark, ni Anne, ni Natalie, ni tampoco Feed. Nadie sabe quién era. Solo era un maestro del engañó, que con cirugía casera, y retoques de majestuosa capacidad lograba utilizar el rostro de una, u otra persona. Adquiría su esencia, y manera de actuar. Había engañado a muchos durante determinados años. Y cada uno de ellos era asesinado, descuartizado, y suplantado por un idéntico paquete. Un clon con todos los mismos estereotipos femeninos y masculinos. Los macabros eventos se expandieron por todo el mundo. Y ya podían resolverse todos los crímenes de desapariciones extrañas, que dieron lugar. Se lo llamo a éste ser, el impostor de las mil caras. Incluso se han corrido leyendas en la jungla de cemento sobre la existencia en el bajo mundo, de un fantasma, de un monstruo, un demonio, o un extraterrestre que roba tu identidad.
Por orden mayor, decidieron quitarle su rostro, y ver lo que había. Y no había nada con lo que identificarse. Nada. Solo una malformación monstruosa, Y luego desapareció de las noticias con una sentencia de años de perpetuidad. En la cárcel no se comunicaba. No hablaba ni una sola palabra. Era como un ente. La vigilancia en aquel era intensa, y portaba por su grotesca forma una máscara que nunca le quitaban.
Las condiciones y el encierro, llevaron a la locura y un suicidio planificado. Tenía los ojos perdidos y desorbitados, sin respuesta en la mirada que no existía más que en faces musculares inconclusas, y fuera de tono escondidas en la máscara. El suicida, se quitó la vida sin más remedio al no poder expresarse.
El sol del atardecer es pleno en las alturas de las montañas de las estepas frías de la nación de Mongolia.
La autopsia reveló algo sumamente importante y un giro inesperado. el ADN, era de John Dos Nomes. ¿Entonces fue él?
Un Nativo de bigotes observa el horizonte de ese atardecer, y se introduce en su refugio cayendo la noche, que denota en unas pocas luces, una sombra en varias formas que se dibujan solas.
El viejo de la pala
"Hay lugares que son para quedarse. Quisiera regresar, pero no puedo. No me dejan".
Ahora el anciano está concluyendo esa labor tan perfecta. Pronto todos estaremos en un plano siniestro.
El viejo de la pala era una leyenda en el sepulcro del cementerio del barrio. Era solo eso. En la noche en que los búhos hacen de su canto filosofía, él, se hace presente. Fuimos a burlarnos de su inexistencia. La primera en desaparecer fue Roxy, nos separamos en cada rincón. Albert, y Cris. Luego Anne, y Tomas. A mi tal vez me dejó llegar a sus aposentos en el sepulcro para horrorizarme con los rostros pálidos. En medio de la oscuridad un golpe en la nuca hizo caer mi cuerpo. Estamos allí, enjaulados en un pozo, y la mirada del anciano nos arroja la tierra de los desaparecidos. Las súplicas no sirven, pues a los muertos ya no se les permite llorar.
Mañana será otro día en el cementerio del viejo y no podemos salir.
La dama
Te lo digo son un misterio!. Esta historia ocurrió hace muchos años atrás en la década de principios de los 80 (continuación de una plena dictadura). Horacio que no deja títere sin cabeza. Malandra por naturaleza. Jugó su apuesta de ganarse a la dama de la casa del vivero de la esquina. Un negocio típico de plantas. En el barrio se ocultaban rumores. ¡Usted entiende! Rumores. La gente no está, ni viva, ni muerta, sino desaparecida. El verosímil cortejo de porteño fue una trampa fácil. Una cita. A la noche en la casa de la dama. Algo de sexo explicito. Omitiré los detalles del tal chamuyo que no hacen al caso. Llegada la hora lo recibió como madama de antro de tolerancia. Resumo: aún dentro de ese frívolo sitio las plantas se bifurcaban con ramificaciones. El hombre se sintió en un bosque. ¿Pensaba como se vive así?. Un ruido como de zumbidos afloraba. Éste determinó que era un panal de avispas en algún lugar de las afueras de la casa. Ambos después de cenar irían a la habitación. La mujer lo arrojó en la cama y monto su sexo como compenetrada en trance. Volvemos a omitir detalles, ahora sexuales. Era la gloria del éxtasis hasta que la sangre se rebeló desde los contornos de la vagina con gotas de semen esparcidas. El dolor de Horacio ante un pene cercenado que se desprendía. La mutación de la dama del vivero con alas en su espalda y patas peludas de un Kafka insumido de terror, y un enjambre de insectos en la habitación, que se lanzaban contra él a reclamar su parte del trato de siervos. Ella clava su aguijón, y paraliza a su presa. Luego abre su pecho y pincha cada cable del sistema nervioso. El suplicio de un terrible dolor sin anestesia, y acto final introduce sus huevos. La raza seguirá su linaje. Drogado vé con ojos desorbitados como su hijo engendrado en una noche se lo come por dentro. Mañana será otro día. Un desaparecido más en épocas de dictadura. Nadie sospecharía ante el miedo de los militares de una dulce reina de un negocio de colmenas que se cobra corderos en su matadero nupcial. Las mujeres son un misterio, por eso hermano te digo: cuidado, el próximo arrogante y altanero podes ser vos.
La fabrica
¿Por qué estamos aquí?
- Dicen que somos un experimento.
- ¿A dónde nos llevan?
- desconozco. Solo se que del otro lado de la puerta oscura, no hay más nada que silencio. Un silencio extraño.
- Oí, decir que en este planeta, la repoblación es la única salvación luego de la gran hambruna que destrozó toda la tierra producto de las guerras.
- A mi me han dicho que la raza a mudado, pero nadie sabe bien ¿En qué?.
- Quién sabe, estamos llegando a la puerta oscura.
La cinta metálica transportaba en fila hacia un oscuro futuro en la fabrica.
Las máquinas funcionan así:
La carne se tritura muy suavemente. Las cuchillas hacen su trabajo, y cercenan abriendo la piel, separando órganos básicos. Todo un proceso declaró un padre a sus hijos que luego, rezan al señor de la tecnología que salvo a los humanos de la extinción con nuevos métodos de alimentación.
- ¿Sabe a cerdo? Dice un pequeño.
La hamburguesa
La población estaba hipnotizada por la comisa chatarra. A las grandes corporaciones no les importaba. Las ventas crecían con los productos de carne , verduras cocidas y aderezos. La nueva hamburguesa era un manjar económico y adictivo. También tenía vida, pero de aquello, solo vio la luz ante centenar de manifestaciones corporales y mutaciones fatales. La población del gusano se ha de llamar. De todas maneras desmintieron sobre las anómalas criaturas. El virus provenía de otro sitio. La muchedumbre de lombrices era incontrolable. Su apetito voraz y violento a la carne humana, generó una suerte guerra mundial. Eran tantos como hamburguesas se consumían. Todo acabó en una diminuta sociedad de nadies, pues no quedaba más allá de la destrucción, otra anomalía que una fusión de dos especies.
Mitad humano, mitad gusano. Mitad ingenuo, mitad violento. No hay sistema a quien culpar, pues los culpables ahora eran eso que llaman consumidores de hamburguesas.
El experimento de Tim
En cada lugar, se hayan las miradas de los que vienen y van. Uno saluda al otro, y otro a otro. No se conocen, pero así es la costumbre. En una ventana una pareja tiene un sexo placentero, y al lado otra pareja de ancianos en la cama quejándose de los gritos. En la calle uno regresa del trabajo, y enfrente contempla a un indigente extendiendo la mano por monedas. Un grito se escucha en la ventana superior. El cuchillo atravesó el pescuezo. Con detalle en la sombra ante una tenue luz, ella le cercenaba con delicadeza las partes blandas del cuello. Los vecinos nada dicen. Temen. En su mano aquella, sostiene el pelo de una cabeza sorprendida en su mirada. Hay una llamado a la policía que se dirige de inmediato a otro sector que no es el indicado. Encuentran en la casa un contrabando que aplauden cuando reciben unos billetes. Hay más para los otros ¡Sí! Esos que dicen que mandan. Hay anómalos sonidos en la ciudad, y ciertas inconcebibles situaciones generadas en la razón. Por su parte otro diminuto descubre que una dama de la noche lo invita al callejón. Unos billetes para cerrar el acuerdo. Cuidado el callejón no tiene salida. Dicen las observaciones que lo encontraron entre la basura descuartizado. Robo a la clase social. Ensañamiento desigual, o placer morbo especial. Que importa se repondrá la pieza.
Tim, es curioso y destapa el manto negro que hacia las veces de la noche. Observa con una lupa las partes de aquel cuerpo. Su proyecto es un éxito. Ahora coloca el terrario de seudo hormigas humanas en la ventana. Algunos salen a rezarle al niño como él lo hace con otros.
Nadie sabe, pero en esta dimensión somos pequeños seres en un mundo que es otro que Tim tampoco logra conocer. Y así infinitamente.
Tim va jugar con sus amigos en su mundo, mientras éste otro universo continua.
La nota
La nota en la mesa de luz de la cama mencionaba dónde y cuando. O eso parecía. La luz estaba en penumbras.
El gozo de la sangre era tan fuerte en medio de éxtasis.
- Tranquilo, solo relájate, mientras el cuchillo hace su trabajo.
Cada parte era una invitación a eyacular el dolor de un semen esparcido en un charco de sangre. Ella lo saborea y disfruta a acariciando su pene trozado y poco a poco lo destaja. Todas su manos son terminaciones de lujuria que acarician remarcando la piel.
- ¿Te gusta?. ¿Tu carne, te gusta? ¿Te gusta que devore? ¿Que te devore?. Vibra - le susurra al oído, dibujando con la uña extensa de un dedo el orificio que una daga perpetuó. El intestino huye, y a él, eso lo ilusiona. Le dá placer.
Apenas puede decir con palabras lo que sus ojos desorbitados del sexo mencionan.
- ¡Ahora! - le expresa, tomando su mano arrancada desde sus tendones que son cuerdas musicales y se lo introduce en su sexo.
- ¡Mastúrbame! - se excita ella con unas falanges coaguladas, que mete en su interior como si fuera un juguete carnal.
- Tengo hambre - comenta, y el orgasmo salvaje se hace presente.
Pinta con su saliva el pecho, e introduce en su interior un último filo donde el corazón. Y los labios succionan cada latido. Cada uno hasta el último.
A la mañana siguiente no había nada que poder explicar. Un encuentro misterioso. Un crimen. Y la nota en blanco con un perfume particular que solo se conoce en los lugares a los que los mortales deberían, temer ir.