La Vida en el Refugio
Skavila y Frajesmate continuaron su vida en el refugio, un lugar escondido en lo profundo del bosque, protegido por la naturaleza misma. Siempre estaban alerta, sabiendo que los soldados del virreinato de Oftalmolecusamp podían encontrarlos en cualquier momento. Cada sonido en el bosque era una posible amenaza, y cada sombra podía esconder un espía.
El refugio era más que un simple escondite; era un lugar de aprendizaje y crecimiento para Frajesmate. Skavila le enseñó todo lo que sabía sobre supervivencia: cómo encontrar agua potable, identificar plantas comestibles y curativas, construir refugios seguros y cazar con eficacia. Pero las lecciones de Skavila iban más allá de lo práctico. También le habló de las antiguas tradiciones de los Dominitianos, sus historias, sus dioses y sus valores. Estas enseñanzas eran vitales para mantener viva la cultura y el espíritu de su pueblo.
Lecciones de Supervivencia y Combate
Las lecciones de combate eran intensas. Skavila entrenaba a Frajesmate en el manejo de diversas armas, desde cuchillos hasta arcos y flechas, y en técnicas de lucha cuerpo a cuerpo. Cada día, Frajesmate mejoraba en fuerza, agilidad y precisión. Skavila no solo le enseñaba a pelear, sino también a pensar estratégicamente, a usar el terreno a su favor y a anticipar los movimientos del enemigo.
Frajesmate absorbía cada lección con avidez. Sabía que cada habilidad que adquiría podría ser la diferencia entre la vida y la muerte, no solo para él, sino también para su gente. Pero más allá de la fuerza y la habilidad, Frajesmate crecía en sabiduría y compasión. Comprendía la importancia de luchar no solo por supervivencia, sino también por justicia y libertad. Cada historia de opresión que Skavila compartía, cada relato de valentía y sacrificio, alimentaba su determinación de enfrentar a los opresores y liberar a su pueblo.
El Encuentro con la Realidad
Un día, impulsado por la curiosidad y el deseo de conocer más sobre la situación de su gente, Frajesmate salió del refugio. Se aventuró cautelosamente a través del bosque, siguiendo los sonidos lejanos que lo guiaban hacia una aldea cercana. Al llegar, lo que vio lo dejó profundamente conmocionado. Los soldados Oftalmolecusanos estaban torturando a los Dominitianos sin piedad, disfrutando de su sufrimiento y humillación.
El horror y la injusticia de la situación llenaron su mente de preguntas y emociones encontradas. Se escondió detrás de unos arbustos, observando con el corazón latiendo aceleradamente. Las escenas de brutalidad y crueldad lo impactaron profundamente, dejando una marca indeleble en su alma. Vio a hombres y mujeres ser golpeados, sus gritos de dolor resonando en el aire. Niños eran arrancados de los brazos de sus padres, y ancianos eran tratados con una indiferencia fría y calculada.
Retorno al Refugio
Con el corazón golpeando con fuerza en su pecho, Frajesmate retrocedió rápidamente hacia el refugio, su mente llena de pensamientos tumultuosos. Una vez dentro, se dejó caer al suelo, temblando por la violencia que había presenciado. Skavila, al ver el estado de Frajesmate, se acercó rápidamente a él, preocupado por su bienestar.
"¿Qué sucedió, Frajesmate?" preguntó Skavila con voz llena de preocupación. Frajesmate, con la mirada perdida en el suelo, relató lo que había visto afuera, describiendo con angustia la crueldad de los soldados Oftalmolecusanos hacia los Dominitianos.
Skavila escuchó en silencio, su rostro lleno de tristeza y preocupación. Sabía que la situación afuera era peligrosa y que la violencia del virreinato de Oftalmolecusamp era una realidad implacable para su pueblo. Con una mano reconfortante en el hombro de Frajesmate, Skavila le ofreció palabras de consuelo y aliento.
"Lo que viste afuera es solo una pequeña parte de la injusticia que enfrentamos, Frajesmate," dijo Skavila con voz suave pero firme. "Nuestro pueblo ha sufrido mucho a manos de los Oftalmolecusanos, pero también hay esperanza. Juntos, podemos encontrar una manera de luchar contra esta opresión y liberar a nuestra gente."
Frajesmate asintió con determinación, sus ojos reflejando una nueva determinación. Aunque la visión de la crueldad fuera desgarradora, también encendió una llama de rebelión dentro de él. Sabía que debía hacer todo lo posible para proteger a su pueblo y luchar por la justicia y la libertad.
Sobreprotección y Tensión
Sin embargo, la experiencia de Frajesmate también hizo que Skavila se volviera más protector. La preocupación constante por la seguridad de Frajesmate lo llevó a vigilarlo más de cerca y a incluirlo en todas las actividades, asegurándose de que estuviera bajo su cuidado directo en todo momento. Cuando Skavila salía en busca de alimento, llevaba a Frajesmate consigo, temiendo dejarlo solo.
Frajesmate, aunque agradecido por la preocupación de Skavila, a veces se sentía frustrado por esta sobreprotección. Anhelaba demostrar su valía y habilidades, pero la sombra de la preocupación de Skavila parecía envolverlo constantemente. Mientras caminaban juntos por el bosque en busca de frutas, raíces y cualquier otra cosa comestible, Frajesmate aprovechaba cada oportunidad para demostrar su valía. Recogía lo que podía, buscando con determinación cualquier recurso que pudiera ser útil para su supervivencia.
A medida que los días pasaban, la tensión entre ellos aumentaba gradualmente. Frajesmate ansiaba más independencia y responsabilidad, mientras que Skavila luchaba internamente con el deseo de proteger a Frajesmate y su instinto de darle espacio para crecer y aprender por sí mismo.
El Despertar de la Rebelión
Un día, mientras Frajesmate y Skavila estaban en el bosque, presenciaron una escena que marcaría un punto de inflexión. Vieron a los soldados Oftalmolecusanos golpeando a un indígena indefenso. Al presenciar la injusticia y la violencia, una ira ardiente y una determinación feroz se apoderaron de Frajesmate. Sin pensarlo dos veces, agarró una piedra y se lanzó hacia los soldados con un grito de furia, derribándolos con un golpe certero y devastador.
La sorpresa se reflejó en los rostros de los soldados, seguida de furia y confusión. Antes de que pudieran reaccionar, Frajesmate actuó con rapidez y decisión, liberando al indígena de sus ataduras y ayudándolo a escapar hacia la seguridad del bosque. Los soldados intentaron perseguirlos, pero Frajesmate los enfrentó con coraje y determinación, manteniéndolos a raya el tiempo suficiente para permitir que el indígena escapara.
Cuando finalmente el peligro pasó y la calma volvió al bosque, Frajesmate se encontró temblando de adrenalina y emoción. Sabía que había arriesgado mucho al desafiar a los soldados Oftalmolecusanos, pero también había logrado algo significativo. Había defendido a un inocente y desafiado la injusticia con sus propias manos.
Sin embargo, mientras se enfrentaba al desafío, también era consciente de las posibles repercusiones de sus acciones. Sabía que su valiente acto de resistencia podría ponerlo en la mira del virreinato de Oftalmolecusamp y desencadenar consecuencias peligrosas para él y para Skavila. Con el corazón lleno de determinación y un propósito renovado, Frajesmate se preparó para enfrentar las consecuencias de sus acciones, decidido a seguir luchando por la justicia y la libertad.
La Reacción de Skavila
Skavila, al presenciar la confrontación de Frajesmate con los soldados, reaccionó instintivamente. Sin perder un segundo, corrió hacia Frajesmate y lo agarró firmemente, arrastrándolo hacia el refugio con toda la velocidad que pudo reunir. La preocupación y el miedo se reflejaban en los ojos de Skavila mientras se apresuraba por el bosque, temiendo por la seguridad de Frajesmate y la suya propia.
Finalmente, llegaron al refugio, donde Skavila cerró la entrada con rapidez y aseguró las defensas improvisadas. Una vez dentro, Skavila se volvió hacia Frajesmate, su rostro lleno de preocupación y seriedad.
"Frajesmate, ¿qué has hecho?" preguntó Skavila, su voz temblando ligeramente por la tensión emocional del momento. Frajesmate, todavía temblando por la adrenalina de la confrontación, miró a Skavila con ojos llenos de determinación.
"He hecho lo que creí correcto, Skavila," respondió Frajesmate con firmeza. "Vi una injusticia y no pude quedarme de brazos cruzados. Sé que hay riesgos, pero estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias de mis acciones."
Skavila asintió, comprendiendo la valentía y el sentido de justicia de Frajesmate, pero también preocupado por las peligrosas ramificaciones de sus acciones impulsivas. Sabía que debían estar preparados para lo que vendría a continuación y unidos, encontrar una manera de enfrentar juntos los desafíos que se avecinaban.
Un Nuevo Entendimiento
El ambiente en el refugio se volvió tenso después de la confrontación. Frajesmate, todavía temblando de emoción y determinación, recibió la reprim
enda de Skavila con una mezcla de frustración y comprensión. Sabía que Skavila solo quería protegerlo, pero también sentía la necesidad de actuar y luchar por su pueblo.
Skavila, por su parte, comprendía el coraje de Frajesmate y su impulso de justicia, pero también sabía que debían ser estratégicos y cuidadosos en su lucha contra el virreinato de Oftalmolecusamp. Decidió que era hora de compartir más sobre su propio pasado y las lecciones que había aprendido a lo largo de los años.
Skavila contó cómo había perdido a sus padres de manera brutal a manos de los soldados Oftalmolecusanos y cómo había sobrevivido solo en el bosque durante años, aprendiendo a confiar en su astucia y habilidades para mantenerse con vida. Frajesmate, conmovido por la historia de Skavila, comprendió mejor la preocupación y el miedo que impulsaban su sobreprotección.
Ambos llegaron a un nuevo entendimiento. Frajesmate prometió ser más cuidadoso y estratégico en sus acciones, mientras que Skavila acordó darle más espacio para demostrar su valía y habilidades. Juntos, planificaron sus próximos pasos, conscientes de que la lucha por la libertad y la justicia requeriría tanto coraje como sabiduría.