Yuki salió de la memoria del pasado y se frustró. Lanzó el frasco al suelo. —¿Por qué se cortó la memoria? Quiero saber qué pasó después. Esto no es justo en absoluto.
Cedric entró en la casa cuando oyó que algo de cristal se rompía. Siguió el sonido y encontró a Yuki de pie en una habitación mirando el frasco roto. —¿Cómo fue la segunda memoria?
—¿¡Cómo puede hacerme eso!? ¡La memoria se cortó por la mitad! Quería saber más sobre lo que pasó pero se detuvo. Amo Cedric, ¿realmente solo se me permite beber un frasco al día? —Yuki se agarró a Cedric en cuanto entró en el manor.
—Yo solo fui el dador de sangre, no tengo idea de cuándo se cortarán las memorias, pero hay algunos días que pasamos mucho tiempo juntos y las memorias tuvieron que dividirse y Luna dijo que era importante que no bebieras demasiados de una vez, pero supongo que podría dejarte beber uno más, pero primero, entraste en mi estudio cuando no estaba en casa, así que necesitas un pequeño castigo. —Cedric dio tres pasos antes de estar frente a Yuki.
—Amo Cedric… —Yuki levantó la mirada hacia él y decidió que aceptaría felizmente cualquier castigo que tuviera para ella—. No tengo excusa para haber entrado en tu estudio. Como soy tu esclava haz conmigo lo que quieras. —Ella inclinó su cuerpo contra su pecho y lo miró con los ojos brillantes.
—¿Estás anticipando que te haga algo, mi querida pequeña esclava? —Cedric la miró con cierta audacia. 'Debo decir que ahora que sé de nuestro pasado es un poco extraño tratarla como una esclava, pero siempre prometí que le daría el placer más loco que pudiera una vez que pudiéramos.' Extendió su brazo y la levantó.
—Solo si eso es lo que quiere el Amo Cedric. Soy tuya para que hagas conmigo lo que te plazca. —Cuando Cedric levantó a Yuki, ella rodeó su cuello con los brazos.
Cedric caminó de vuelta al dormitorio y cerró la puerta con magia. —Deberías saber que estoy intoxicado con tu cuerpo e incluso el demonio quiere intentar arrebatártelo. No permitiré que te alejes de mi lado. —Usó su magia para atar a Yuki y mantuvo las cuerdas encantadas para que ella no pudiera escaparse de él. Rasgó el vestido que se había puesto y luego la dejó tendida en la cama retorciéndose en anticipación. —No es mucho de un castigo si lo estás deseando. —Se inclinó y la besó hasta que ambos respiraban con dificultad. —Volveré a revisarte en un momento, tengo algo que debo atender, así que puedes reflexionar en la cama... oh y se me olvidaba. —Introdujo un vibrador inalámbrico en su vagina. —No sabrás cuándo encenderé y apagaré el juguete. Disfruta de tu castigo. —Dicho esto, salió de la habitación.
Claude se acercó a Cedric e hizo una reverencia, —Lamento haber tomado el frasco y sin embargo, ella consiguió quitármelo. —Después de hacer la reverencia se sentó.
—Está bien porque necesitaba beberlo, pero asegúrate de que no beba más de uno. Eso te lo dejo a ti, pero le permitiré que tenga uno más hoy porque esa memoria fue dulce pero le dejará un regusto amargo —Cedric entró en su estudio y se sentó en el escritorio.
—Séphira entró por la puerta principal y fue a la oficina, luego hizo una reverencia a los dos en la habitación. Tuve éxito. Mi nueva misión es acercarme a Claude y extorsionar información de él —Caminó hacia el lado de Claude y se sentó en su regazo—. Debo usar mi encanto seductor contra él.
—Buen trabajo. Ustedes dos pueden salir de la casa e ir a un hotel a jugar bien la seducción. Estaré seguro en mi lugar solo con mi esclava —Encendió el juguete a una velocidad media en su bolsillo.
—¿Deberíamos ir separados o juntos? —Claude sostiene a su pequeña mascota en sus brazos.
—Sugiero que salgan a cenar y luego la lleven a un hotel. A menos que estés demasiado impaciente por terminar con el asunto —Cedric alzó una ceja y esperó una respuesta.
—Primero comida y luego hotel —Claude la levantó y salió de la oficina con ella en brazos—. La llevó a su coche privado y el conductor les condujo, pero Claude empezó a probarla en el asiento trasero.
Cedric bajó la velocidad del juguete a una configuración baja y luego cogió el tercer frasco. Con cada paso que daba hacia el dormitorio, incrementaba lentamente la velocidad hasta alcanzar el máximo y fue cuando llegó a la puerta. Abrió la puerta y la observó mientras ella alcanzaba el clímax por el juguete. —Parece que te gusta este juguete. Tendré que usarlo otra vez —Se dirigió a la cama y comenzó a manosear sus pechos con las manos.
—Amo, soy bastante sensible después de haber venido —Yuki tiembla bajo su toque.
—Lo sé, por eso te estoy tocando ahora. Eres como plastilina en mis manos. Te moldearé a la forma que yo quiera. De hecho, te ves deliciosa con la ropa toda rasgada —Cedric se sentó y contempló la vista. El juguete había salido mientras ella alcanzaba el orgasmo, así que lo apagó. En vez de tocarla de nuevo, se apoyó en el poste de la cama y se quitó los pantalones y bóxers. Agarró su pene que había saltado al quitarse los bóxers—. Comenzó a acariciarlo lentamente de arriba abajo del eje. Sí, eres un agradable espectáculo.