Ming Linyuan sacó una caja de su Anillo Espacial y la colocó en el escritorio de Zi Qi —Esta es tu parte de los dividendos del primer semestre del año.
—¿Ha regresado Pequeña Manman? —preguntó Zi Qi.
La mirada de Ming Linyuan cayó sobre el hijo de Zi Qi, que todavía era un huevo dorado. Aparte de tener más patrones de dragón en él, no había otros cambios.
—No, ya no me la dará. Una vez, Pequeña Manman resultó gravemente herida, y ella dijo que si sucedía una segunda vez, no me dejaría cuidar de Pequeña Manman otra vez —la luz en los ojos de Ming Linyuan casi se desvaneció.
—¿Entonces qué harás? —Zi Qi lo miró.
—¿Qué tal si me dejas cuidar de Xiaoqi? —Ming Linyuan miró a Xiaoqi, que dormía al lado del huevo dorado, su pequeña forma blanca exactamente como la forma de bestia de Sally.
Zi Qi rechazó sin pensarlo un segundo —Ella es la Monarca del Almacenamiento.
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