NO ES LA PRIMERA PELEA

—Te hemos buscado por todas partes —dijo Lola, sin aliento mientras se acercaba a ambos.

Un minuto estaban frente a la casa de moda mientras Noah instruía que trajeran el coche, y al siguiente ya no estaban allí.

No podían saber a dónde habían ido Anna y Noah.

Es bueno que Lola recordara este museo ya que Anna le había dicho antes que le encantaría traer a Noah aquí, pero viéndola ahora, no parece nada feliz. Quizás habían peleado, pensó. Porque mientras Anna fruncía el ceño, Noah sonreía detrás de ella.

—El coche está listo, señor —dijo Paul rápidamente, ignorando el drama que se cocinaba entre su jefe y su señora—. Él sabía cómo terminaba siempre de todos modos.

Anna y Noah comenzaron a caminar hacia el coche, ella iba por delante de Noah ya que caminaba rápidamente, hasta que entró. Lola y Paul se miraron antes de subir al coche. Con Paul en el asiento del pasajero y Lola al lado de Anna, el chófer empezó a moverse.