Te dejaré esto a ti, haz con ello lo que creas conveniente.

—Parece que te lo estás pasando en grande, ¿no es así?

Una mujer con cabello negro corto, vistiendo ropa negra ceñida al cuerpo que resaltaba su figura esbelta, entró a una habitación con una expresión tranquila en su rostro. La mitad de su cara estaba cubierta con una máscara, sin embargo, sus ojos azules gélidos eran lo suficientemente hipnóticos como para conquistar el corazón de cualquier hombre.

Por supuesto, si ignoras el hecho de que acaba de irrumpir en la habitación con una daga en su mano.

Eso daba miedo.

—¿¡Quién eres tú!? ¿¡Cómo te atreves a irrump... Acckk

—Un guardia gritó enfurecido; sin embargo, antes de poder completar su frase, la mujer desapareció y apareció detrás de él.

Con un solo golpe en el cuello, el guardia se desmayó.

Lo mismo ocurrió con otros guardias que salieron corriendo; la guardia que ya había huido y estaba planeando reportar todo fue neutralizado por otra mujer vistiendo ropa similar, pelo castaño rojizo y grandes ojos verdes.