Uno

—Simplemente seguirás el acuerdo de acuerdo con las condiciones que has escrito en el contrato. Supongo que sabes dónde puedes encontrarla, ¿verdad? —preguntó Jack mientras miraba a Samantha.

—Sí —respondió Samantha solemnemente—. Ella sabía que, dado que el contrato ya había entrado en vigor, tendría que obedecer cada orden que recibiera de Jack o Celine.

Cuando vio que ella había aceptado, Jack se dio la vuelta y salió de la habitación del apartamento. Samantha, por supuesto, no lo siguió. Aún tenía que ponerse una nueva ropa.

Después de hacer eso, tomó las cosas que consideraba importantes y abandonó la habitación. Aunque Jack ya se había ido, ella todavía tenía sus maneras de encontrar dónde estaba Celine. Esta era su habilidad. Esa también era la razón por la que había encontrado fácilmente a Jack y también sabía dónde estaba Celine.