Corazón de hielo

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La mazmorra sufrió una notable transformación debido a la presencia de los esqueletos. Su interior adquirió una atmósfera más amenazante y siniestra. Varios cambios eran inmediatamente evidentes.

Los pasillos antes tenue iluminados de la mazmorra se volvieron aún más oscuros. Los esqueletos, con sus cuencas oculares huecas y formas esqueléticas, parecían absorber la luz ambiental. Las sombras se aferraban a las paredes, haciendo que todo el lugar pareciera un laberinto de oscuridad.

La temperatura dentro de la mazmorra descendió significativamente. Se sentía como si un aliento helado impregnara el aire. Las criaturas esqueléticas mismas exudaban un aura de frío, y su presencia parecía drenar el calor del entorno.