Al mediodía, Elisa no limpió el jardín. Parecía que mientras dormía, copos de nieve habían llegado del cielo para descender como suave algodón. Toda la Mansión Blanca había quedado cubierta de nieve durante la noche.
Desde fuera de la ventana, Elisa observaba el jardín donde la nieve lo cubría como un grueso manto blanco sobre el suelo. Viéndolo, Elisa recordó las palabras de Ian. ¿Esperaba él que llegara la nieve?
Ian siempre había sido una persona omnipotente a los ojos de Elisa. Sabía casi todo y todo era gracias a sus novecientos años de conocimiento. No sería extraño para ella saber que Ian podía predecir el clima, pero en algún lugar ella creía que Ian había dicho esas palabras basándose en su instinto, ese instinto que nunca le fallaba.
La nieve aún no había llegado al punto de necesitar palas para abrir camino para que la gente caminara afuera, sin embargo, aún era lo suficientemente espesa para cubrir todos los rastros de la temporada anterior.
Dukung penulis dan penerjemah favorit Anda di webnovel.com