CRISTAL

—¿Estamos listos para irnos ahora? —Kace lanzó el envoltorio del sándwich al cubo de basura y se levantó.

En este momento, Lana había terminado su propio sándwich y estaba bebiendo un vaso de agua sin prisa, echó un vistazo a Kace y tomó un gran sorbo.

—Sí —dijo, dejando el vaso y agarrando su mochila.

Ambos se dirigieron al mostrador de recepción para devolver la llave, en el camino, muchas personas, que Kace identificaba como brujas y vampiros, giraban la cabeza y soltaban un pequeño gruñido a través de sus afilados dientes cada vez que Kace se cruzaba con ellos.

Ellos sabían lo que eran Kace y Lana, y aunque el aroma de Lana era ligeramente diferente al de cualquier otro licántropo, el hecho de que ella no fuera de este reino no podía ocultarse.

La mayoría de las veces Kace los ignoraba o devolvía su mirada fija si empezaba a sentirse incómodo por la intensidad.