Si no puedo tenerte... ¡nadie más podrá!

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Después de dejar el set, Ran Xueyi condujo la camioneta de la niñera ella misma y se dirigió al aeropuerto.

La última vez, fueron Song Yu Han y Xiao Zhanzhan quienes vinieron a visitarla a Ciudad Blanca. Esta vez, iba a usar su día de descanso para pasar más tiempo con ellos. 

Quién sabe desde cuándo, pero cuando Ran Xueyi empezó a pasar más tiempo en familia con ellos, era más placentero y emocionante que estar rodeada de gente del equipo de producción y actuar en sus escenas. 

Ran Xueyi miró su reloj y vio que ya eran más de las cinco. El cielo lucía hermoso con el tono del atardecer; un momento perfecto para tomar fotos. 

Tan pronto como su coche se detuvo en el aparcamiento del aeropuerto, Ran Xueyi fue al lado cercado del aeropuerto para tomar una foto del atardecer y del cielo rojizo-rosado para enviarla a Song Yu Han cuando, de repente, alguien le cubrió la boca con un pañuelo. 

La mano de Ran Xueyi soltó su teléfono mientras intentaba defenderse.