—Ran Xueyi no pensó en nada cuando le pidió esto. Notó que se sentía más cómoda estando con él y pidiéndole que la atendiera. Cuando pensó en pedirle a Yang Baihua que hiciera esto por ella, se estremeció y disipó la imagen. En comparación con Song Yu Han, ese tipo despreciable jamás podría realmente ganarle.
—Por supuesto, había otra razón por la cual Ran Xueyi se atrevía a ordenarle que le diera un masaje. De todas las personas que conocía, estaba más cómoda con él, aunque solo se conocieran desde hace poco más de un mes. Sin mencionar, que ya estaban casados.
—La lesión de Ran Xueyi estaba en el centro de su espalda baja y cintura. Le dolía ligeramente incluso con el más mínimo movimiento y desde la noche anterior, solo podía acostarse boca abajo en la cama, temiendo lastimarse la cintura.
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