Manejando a los Desperdicios

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Los ancianos estaban arrodillados alrededor de las patas de Cellino, y con solo una leve patada, podrían morir.

Por eso, rápidamente le lisonjearon a Ainsley, quien estaba poseída por el Espíritu del Padrino.

Si el bebé fuera el que está en control, quizás no se sentirían tan amenazados como ahora. Pero si es el cruel y famoso Padrino...

¡No saben qué pasará si lo enfadan!

El grito de los seis ancianos se convirtió en una señal para que los demás invitados también ofrecieran su buena voluntad.

La multitud de más de 100 personas, incluyendo a los de las cuatro familias secundarias, golpeaban su frente contra el suelo antes de gritar con todas sus fuerzas.

—¡Felicidades, jefe de familia! ¡Viva el jefe de familia! ¡Viva la Familia Sloan!

Los adultos en la multitud cantaban en voz alta como si sus palabras no traspasaran el cielo si no gritaban con todas sus fuerzas.