Apuestas altas — 2

—¿Qué pasa? ¿No acabas de decir que estabas luchando por el honor de tu esposo? Ahora que tus propios beneficios y posición están en juego, no me digas que ya no vas a luchar por el supuesto honor de tu esposo. ¿Es tan barato? —sus palabras agitaron a la Señora Lian quien levantó la cabeza y miró a Mo Qiang con ojos enrojecidos mientras decía con los dientes apretados y los labios curvados en una mueca—. Si esto es lo que quieres entonces me aseguraré de que la Señorita Qiang obtenga lo que desea, solo estaba dudando porque eres la hija mayor de mi viejo amigo y líder, pero ahora que estás decidida a llevar a cabo este desafío, entonces cumpliré tu deseo.