Chismes malintencionados (2)

"No pasó mucho tiempo hasta que Dawn y Zina salieron de la cocina con varias excusas. Stephanie movió la cabeza mientras miraba a las dos mujeres tontas y se preguntó, «¿qué pasa con el secreto?». Era obvio que las dos Omegas habían salido de la cocina para hablar con Talia.

Stephanie tenía razón. Dawn y Zina fueron a encontrarse con Rosa, y le pidieron que le enviara un mensaje de texto a Talia.

—Llama a Talia para que venga aquí —dijo Dawn—. Dile que necesita revisar algo en las habitaciones que preparaste para los invitados de la Manada de la Luna Roja.

Rosa sacudió la cabeza en señal de desaprobación, pero aun así envió un mensaje de texto a Talia después de que Dawn y Zina aseguraron que se ocuparían del resto y que Talia no se enfadaría por este pequeño engaño.

Unos minutos después...

Rosa se quedó como una estatua y miró la puerta abierta.