—¿Qué haces aquí? —preguntó Rafe, levantando la vista de su diario para encontrarse con el Dr. Caius de pie ahí, con su asistente rezagado justo detrás de él.
—¿Qué quieres decir con «¿Qué hago aquí?»? Teníamos una reunión, ¿no es así? ¿O ya has olvidado? —replicó Caius con impaciencia mientras entraba en la oficina.
Rafe asintió lentamente. —Recuerdo, pero Dora no vendrá.
Caius mostró una sonrisa de entendido. —Estoy bien al tanto. Tu hermano prácticamente la secuestró del orfanato.
Las cejas de Rafe se elevaron. —¿Secuestrada? ¿En serio?
Caius rodó sus ojos en exasperación. —Sí, en serio. De todos modos, con Dora o sin ella, aún podemos proceder. Por ahora, simplemente cambiemos la agenda de la reunión de hoy. En lugar de la cooperación, quiero hablar sobre alguien —Caius hizo una pausa—. He encontrado la candidata perfecta para mi primera cirugía aquí en Petrovia.
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