La Policía

Con las maletas listas, Otoño y Gabe pusieron el último de sus equipajes en el coche y ahora estaban listos para partir poco después del desayuno.

Sin embargo, antes de que pudieran regresar adentro a buscar a Arabelle, un coche patrulla se detuvo y dos oficiales bajaron del coche. El primero era desconocido, mientras que el segundo era quien había venido a su casa anteriormente.

—¿A dónde van? —preguntó el oficial de mayor edad directamente con un tono acusatorio que irritó a Gabe. Poniéndose delante de Otoño, miró al oficial y preguntó:

— Vamos de viaje, oficial. ¿Hay algún problema con eso?

—¿Tienen permiso del tribunal para irse? Dadas las circunstancias, debemos asegurarnos de que todo está en orden.

—¿De qué circunstancias estamos hablando? El tribunal no ha indicado que no podemos salir del pueblo. Hemos cooperado hasta ahora. Somos ciudadanos libres y a menos que haya algo específico por lo que estén aquí, no veo por qué debemos justificar un simple viaje.