Lágrimas

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Gabe sintió un atisbo de preocupación cuando la chica le dirigió una mirada perdida, sus ojos brillaban con lágrimas no derramadas. Vio cómo intentaba mantener la compostura, pero parecía estar fallando miserablemente, ya que sus lágrimas comenzaron a caer. Gabe sintió que su corazón latía con fuerza ante su mirada y se movió instintivamente para secar sus lágrimas, antes de darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Esta chica era una desconocida...

Finalmente, ella pareció darse cuenta de lo mismo y apartó la mirada apresuradamente y habló con voz temblorosa —Por favor, discúlpame.

Sin esperar una respuesta, pasó rápidamente junto a él y entró a la habitación trasera. Una vez fuera de la vista, se apoyó en la pared y cerró los ojos, dejando que las lágrimas cayeran libremente, sin darse cuenta de que todavía era visible para él en el espejo del costado.