Hipotecado

—¿Qué le pasa? —preguntó Isabella con curiosidad.

—¿Te refieres aparte de que me obligó a casarme con él?

—¡Eh! No creo que eso sea tan malo, ya sabes. Especialmente porque los dos están tan enamorados... —Nora le dio un codazo a Isabella antes de que pudiera decir más mientras miraban a Olivia. Ella parecía de alguna forma afectada.

—¿Oli? ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

—Olivia miró a sus dos amigas extrañamente antes de sacudir la cabeza. —Finalmente sé lo que está mal. Yo... Yo les dije que quería alejarme por un tiempo para pensar, ¿verdad? Pero ahora sé por qué. ¡Sabía que Seb insistiría en un matrimonio si descubría el embarazo! Y yo...

—Nora e Isabella esperaron, dejando hablar a Olivia. —Oh Dios. Soy tan tonta. Seb se casó conmigo pero él no es... No es a Seb con quien estoy casada.

—¿Eh? —Nora miró a Olivia confundida por la declaración y la interrumpió lentamente. —Olivia, cariño, Seb no tiene un gemelo. ¿De qué estás hablando?