Dorne 297 AC
Una nube de polvo se levantaba mientras un caballo galopaba a gran velocidad por una improvisada y muy mal hecha pista de torneo. El caballo galopó en línea recta, llevando a su jinete hacia una especie de diana fija que estaba en el lado por donde vendría un rival en un torneo. El jinete, el cual llevaba un pequeño escudo y una lanza de torneo, vio a su "enemigo" y bajando su brazo derecho, colocó la lanza en posición horizontal, logrando que esta impacte en el maniquí, provocado que tanto la lanza se destrozara de manera instantánea al momento de impactar.
Después de dar aquel golpe, el jinete siguió cabalgando un poco más, hasta que finalmente se detuvo. Cuando su caballo ya no caminaba, tiró de las riendas y lo hizo acercarse al maniquí, para poder examinar el daño causado. Cuando sus ojos se posaron en el objeto relleno de paja, vio que este tenía el pecho completamente destrozado.
'Parece que la fuerza del golpe es más fuerte de lo que debería de ser. Se supone que estas lanzas de torneo son huecas y no producen el daño que hace una lanza normal. Así que, esto no debería de estar pasando. Parece que tendré que seguir practicando para poder contener la fuerza de mis ataques, para de esa manera evitar matar a alguien.'
Tras aquellos pensamientos, el jinete volvió a mover las riendas, esta vez para hacer que su caballo comenzase a galopar hacia un pequeño oasis que estaba cerca. Dicho oasis era una pequeña extensión de agua de unos pocos metros, en el cual había algunas palmeras datileras.
Cuando el jinete llegó, vio que sus amigos estaban allí, sentados cada uno con un caballo alquilado por una buena cantidad de dinero, pues el dueño del establo no parecía muy seguro de alquilar los caballos por unos días a un grupo de completos desconocidos.
"¿Cómo fue el entrenamiento, Jon?" preguntó Grenn, el cual estaba vistiendo ropas dornienses para hacerse pasar como un lugareño, claro que su piel clara le hacía sobresalir mucho.
"Fue… productivo." Respondió el bastardo de Winterfell mientras desmontaba del caballo.
"¿Cómo así?" preguntó Pyp, el cual tenía una botella de vino dorniense, el cual estaba rebajado con agua.
"Por mucho que practique, siento que terminare matando a un competidor en el torneo." Respondió Jon mientras tomaba las riendas del caballo y lo guiaba hasta una palmera, donde ató las riendas del caballo para que este no se vaya corriendo.
"Eso es raro. No se supone que esas lanzas puedan matar a alguien." Comentó Sam, el cual estaba pelando una naranja Sanguínea. Tras terminar de pelarla, el hijo de Randyll se llevó un trozo a la boca y mientras masticaba, pensaba en que pasaba para que su amigo piense que podría matar a alguien. Tras pensar un rato, una duda surgió en su mente, por lo que le hizo una pregunta a su amigo. "Jon, ¿Cómo es que estas usando la lanza en tus prácticas para el torneo?"
"Bueno, la llevó en vertical desde el momento en que salgo del inicio de mi parte de la pista. Mientras cabalgo, espero el momento para bajarla, cuando veo que el momento sería el adecuado, la bajo y la pongo en forma horizontal. Tras eso, sigo cabalgando, manteniendo el equilibrio hasta que veo al enemigo, tras eso apunto y cuando estoy por impactar, retrocedo mi brazo y apuñalo con fuerza el objetivo usando mi lanza."
Cuando Jon terminó de decir aquellas palabras, los ojos de Sam y de Edd se volvieron blancos, lo que causó que los otros miembros restantes de su grupo los miraran con curiosidad.
"¿Por qué esa cara?" preguntó Pyp.
"Porque Jon lo está haciendo ligeramente mal." Respondió Edd mientras miraba a su amigo.
"¿Cómo así? ¿No se supone que tengo que mover la lanza durante el choque?" preguntó Jon con ligera duda.
"Para un humano normal, si, es correcto hacer eso, pero estamos hablando de ti. No es la fuerza que le da el galope del caballo a la lanza la que causa esas heridas en los maniquís, es tu propia fuerza bruta."
La respuesta de Edd provocó que Jon lo mirara confundido, pues no era que el estuviese usando mucha fuerza en esos ataques. Es decir, no estaba usando ni el treinta por ciento de su fuerza real.
"Jon. recuerda que tú tienes fuerza sobrehumana. Eso sumado con la velocidad del galope del caballo, bueno, eso aumenta en algo la fuerza del impacto de tus golpes." Señaló Sam mientras se ponía de pie y se acercaba a su amigo. "Creo que lo mejor sería que no movieses la mano casi para nada o que reduzcas mucho más la fuerza que usas en cada golpe."
Las palabras de Sam dejaron a Jon pensativo un momento, tras el cual asintió, ya que vio que su amigo tenía razón.
"Vale, lo hare. Pero necesitare que me ayuden a entrenar, ya que necesito ver cuánto de mi fuerza tendré que contener para no matar a nadie."
"Está bien. Yo no tengo ningún problema." Dijo Grenn, para luego mirar a sus amigos. "¿Y ustedes?"
"Nada, yo también puedo ir." Contestó Pyp.
"Yo igual." Respondió Edd.
"Yo también, no tengo nada que hacer hasta la noche, ya que tengo que volver al barco para las clases de Dany." Contestó Sam.
"Bien. Entonces ayúdenme con esto."
Tras aquellas palabras, el grupo decidió descansar un par de horas para dejar que el caballo de Jon beba agua, para luego irse al lugar donde Jon estaba entrenando.
El sol se encontraba en el cielo, pero no en su cenit, lo que indicaba que era aún temprano en el dia, mucho antes del mediodía. La Shadowcity se encontraba en un estado de ánimos más eufórico de lo que podría ser un dia donde todo les va bien a todos los ciudadanos, esto se debía que hoy se iniciaba un torneo, el cual tendría como duración tres días. La razón por la que duraría tan poco seria debido a que se habían puesto requisitos de entrada más estrictos que en otros torneos. Los requisitos fueron que para inscribirse en las dos competiciones que habría sería necesario ser un caballero ungido o un noble no mayor de los veinticinco años.
La razón para colocar un requisito tan especifico y restrictivo fue una simple, y es que, para secreto de los participantes, este torneo no solo era una frivolidad hecha por la casa Martell, sino que tambien eran una forma de ver donde estaban las lealtades de sus vasallos y a la vez medir a posibles candidatos para ser consortes de la futura princesa de Dorne. Si bien era cierto que había nobles que podían ser potenciales candidatos, la idea del torneo fue hecha para medir la habilidad marcial de estos, ya que el futuro consorte seria quien dirigiría las campañas militares que podrían surgir en el futuro.
Una gran multitud se había congregado en las afueras de la ciudad, en un lugar que se ubicaba exactamente al lado derecho del old palace, la sede de la casa Martell. La multitud estaba acomodada en varias gradas, las cuales se habían colocado de tal forma que parecía que se había construido un coliseo al lado del palacio. El lugar estaba decorado con cientos de estandartes, muchos de los cuales pertenecían a las casas de Dorne, tanto casas con el título de Lord como caballeros hacendados. Sin embargo, tambien había algunos estandartes que pertenecían a nobles de algunas de las regiones fuera de Dorne, tales como Stormlands o el Reach. Aunque, tambien había algunos estandartes pertenecientes a caballeros errantes.
A parte de las gradas para los plebeyos, tambien estaban algunos palcos donde se encontraban sentados las familias de los nobles de la región. En uno de esos palcos se encontraba la familia Martell, cuyos miembros estaban ya allí ubicados, bueno casi todos, pues faltaban llegar dos miembros de la familia, el príncipe Doran Martell y su hermano, el príncipe Oberyn Martell.
La falta de presencia de los dos anteriormente mencionados no hizo casi nada para mitigar los cuchicheos de algunos miembros de la familia, la cual estaba separada en pequeños grupos. El primer grupo estaba conformado por la hija del príncipe Doran, la joven Arianne Martell y sus primas, las hijas mayores del príncipe Oberyn, las infames serpientes de arena. Otro grupo estaba formado por las otras serpientes de arena, las hijas menores de Oberyn, con su primo el príncipe Trystane, quien era el hijo menor de Doran. El hijo del medio del príncipe reinante de Dorne no se encontraba en el palco, pues había ido a ver a sus amigos, con los cuales estaba en otro palco.
"Asi que, prima. ¿Cómo te sientes hoy?" preguntó Nymeria Sand, la segunda hija de Oberyn. La joven tenía unos veinticinco años, su cuerpo era delgado y esbelto, con el pelo negro y lacio recogido en una larga trenza que tiene entretejido hilos de cobre. Tiene ojos oscuros, que son grandes y brillantes. Además de unos labios carnosos, los cuales son de color rojo vino, también posee pómulos altos. Su piel era blanca, un rasgo que había heredado de su madre, una noble de la ciudad de Volantis. Sus vestimentas consistían en un vestido de seda amarillo transparente, el cual mostraba que debajo de este había joyas y oro hilado, los cuales servían como adornos. "Ya sabes, por lo que significa este torneo."
"La verdad es que me siento algo emocionada." Respondió con una sonrisa de diversión la Princesa Arianne Martell. La princesa era una mujer de baja estatura, rasgo que al parecer había heredado de su madre. Sin embargo, tambien poseía un cuerpo curvilíneo y era hermosa, con piel olivácea, grandes ojos oscuros y cabello lustroso negro y rizado, que caía hasta la mitad de la espalda. Sus labios eran carnosos y, según varios amantes con los que había compartido una cama, sus redondos senos tenían enormes pezones oscuros. La ropa con la que había venido para este evento era un vestido de seda de color amarillo, el cual iba acompañado de varias joyas, las cuales servían como muestra de la riqueza de su casa.
"Por supuesto que estarías emocionada, querida prima." Comentó con una sonrisa en su rostro la joven Tyene Sand. Tyene era la hija del príncipe Oberyn con una Septa, por lo que la joven mantenía una apariencia piadosa para todos los que la veían. Además, la joven era delgada y tenía ojos azules con cabello rubio, manos suaves, voz gentil y hoyuelos al sonreír. Para este evento, la joven llevaba un vestido ceñido de samita, el cual era de color azul pálido con mangas de encaje de Myrish. Tras mencionar las anteriores palabras, la joven dijo unas pocas más tras mirar a su prima y darle la mirada más piadosa y alegre que pudo. "No todos los días tienes a todos los jóvenes caballeros y lores de Dorne matándose por asombrar a tu padre para poder obtener tu mano."
"Eso es algo estúpido. Por qué tiene que ser un hombre el que dirija los ejércitos de Dorne, mejor que nuestra prima me dé el mando a mí. Asi, ella solo necesitara a alguien con quien tener herederos y ese hombre no tendría tanto poder." Señaló Obara Sand, la hija mayor de Oberyn Martell. La hija mayor de Oberyn había nacido de una prostituta de Oldtown hace ya más de veinticinco años. La joven era una mujer de huesos grandes, piernas largas, ojos muy juntos y pelo liso y tieso color marrón. Se la consideraba poco hermosa, pero ella se consideraba a sí misma como una guerrera. Su vestimenta para esta ocasión era la de una túnica marrón con pantalones negros junto con botas de cuero y un cinturón en su cintura, el cual tenía varios soles de cobre en ellos. En sus hombros, como protección contra el sol, había una capa de seda color arena moteada.
"Puede que sí, hermana. Pero las tropas de Dorne nunca seguirán a una mujer a la batalla. Por eso se necesita a alguien que sea hábil con las armas, sobre todo para que tambien sirva como campeón de Dorne." Dijo Sarella Sand. La joven Sarella era la hija de Oberyn con una mujer de Summer isles, la cual tenía un barco propio. La joven tenía el cabello negro y piel color oscuro, casi como la teca. Su vestimenta era la de un vestido de summer Isles de colores llamativos.
"Eso es una estupidez." Dijo Obara mientras cruzaba los brazos. "Estoy segura de que yo misma podría derrotar a varios de los idiotas que están allí abajo."
"Claro que si hermana, pero mejor no lo hagas. No queremos que hieras el orgullo de algún noble." Comentó con burla Nymeria.
"Si, prima. Por favor no humilles a nadie, al menos por ahora." Dijo Arianne con una sonrisa, ganándose una risita de todas sus primas.
Cuando las risas terminaron, todas miraron al campo de la justa y vieron cómo se estaban terminando los últimos arreglos para el inicio de estas.
"Espero que al menos haya algunos que te llamen la atención, prima." Dijo Nymeria.
"Si no es el caso, siempre están los de siempre." Añadió Tyene con una sonrisa de complicidad con su prima.
"Si, primas. Esperemos que esto sea entretenido." Dijo Arianne mientras giraba la cabeza al escuchar pasos acercarse.
Mientras las familias nobles cuchicheaban en sus palcos, en las gradas menores, la plebe hacia lo mismo, pero aparte de ellos, tambien lo hacía la tripulación del «StarWolf». Los compañeros de viaje de Jon se encontraban vistiendo ropas típicas dornienses junto con algunas telas en las cabezas, las cuales estaban atadas con cuerdas.
"Parece que este torneo es más extravagante de lo que esperaba." Comentó Pyp mientras miraba como todos los plebeyos comenzaban a cuchichear sobre las casas de los participantes.
"Si, hay demasiadas casas nobles dornienses reunidas aquí." Señaló Grenn, el cual miraba todos los estandartes en los palcos de los nobles.
"Están reunidas todas las casas dornienses, desde las casas de Lores hasta las casas de Caballeros hacendados." Dijo Sam, llamando a si la atención de sus amigos.
"¿Estás seguro?" preguntó Edd a Sam, mientras miraba la puerta por la que entrarían los participantes.
"Si. Estoy seguro, están las casas más poderosas de Dorne, como lo es la casa Yronwood de Yronwood, los Fowler de Skyreach, los Allyrion de Godsgrace, los Qorgyle de Sandstone y los Dayne de Starfall."
"Eso es increíble." Dijo Edd con asombro, provocando la curiosidad de Daenerys, pero la joven princesa no pudo preguntar nada, pues Samwell volvió a hablar.
"Pero no solo eso, también hay algunas casas de otras regiones." Las palabras de Samwell fueron seguidas por un movimiento de su mano, pues comenzó a señalar algunas heráldicas más. "Desde aquí veo el rayo purpura de los Dondarrion, los ruiseñores de los Caron, los tallos de trigo de los Selmy y los cisnes de los Swann."
La mención de las casas que pertenecían a las Marcas Dornienses dejaron helados a Grenn, Pyp y a Edd.
"Mierda, eso es increíble. ¿Cómo es que casas que odian a los Dornienses estén aquí?" preguntó Edd, el cual tras aquellas palabras miró a Pyp. "Pyp, cuando vayas con Jon para que le ayudes con las justas, coméntale lo que ha dicho Sam. La reunión de esta cantidad de casas es algo inaudito, por lo que algo está pasando."
"Vale." Respondió Pyp, para luego pararse. "Creo que lo mejor será que me vaya ahora para poder decírselo mientras no hay combates. También me llevare a Fantasma, creo que sería bueno si Jon tiene algo de cobertura allá abajo."
Tras aquellas palabras, Pyp tomó el bolso de Grenn, en el cual se encontraba oculto Fantasma, el cual había sido convertido a su forma de cachorro, pues Jon no quería que su amigo llamase la atención en el torneo.
Cuando Pyp abandonó las gradas para ir a los lugares donde estaban los caballeros esperando sus turnos, Daenerys miró a Edd y sintiendo curiosidad por la forma en que se había expresado antes, le hizo una pregunta.
"Edd, ¿Qué sucede? ¿Por qué actúas de esa manera?" preguntó Daenerys confundida, pues no entendía lo que el joven del Valle intentaba expresar.
La pregunta de Daenerys provocó que Edd la mirase, tras lo cual comenzó a explicarle algunas cosas.
"Veras, Dany." Comenzó Edd, el cual la llamaba de esa manera porque era la forma en que se había acordado llamar a Daenerys mientras estaban en público. "Si bien los torneos se hacen para celebrar algún evento, hay casos en que se usan como tapadera para llevar a cabo estratagemas de intriga cortesana."
"¿Algo así como el torneo de Harrenhall?" preguntó en un susurro Daenerys, pues no quería que el resto de las personas la escuchen preguntar eso.
"Asi es." respondió Sam, el cual tambien se unió a la conversación. "Hay rumores de que ese torneo fue hecho por tu hermano para tratar de llamar a un gran consejo para derrocar a su padre. Pero parece que el rey se enteró y por eso asistió, frustrando todos los planes del príncipe."
Cuando Daenerys escuchó aquello volvió a sentir ira contra su padre.
'Si tan solo no te hubieses movido del Red Keep, ahora mismo la historia seria otra.' Pensó Daenerys con molestia. 'Si Rhaegar hubiese logrado derrocarte, mi madre estaría viva, mis sobrinos, mis hermanos, todo sería diferente. Incluso es posible que Jon no fuese un bastardo, pero no, tenías que salir a joderlo todo como solías hacerlo.'
"Dany, ¿Estas bien?" preguntó Grenn cuando vio como el rostro de Daenerys se contraria con ira.
Al percatarse de que le estaban hablando, la joven princesa exiliada parpadeo y volvió en sí. Sonrojándose, miró a sus amigos y les dijo que le pasaba nada.
Si bien los tres jóvenes no parecieron créele del todo, decidieron no preguntar.
"Bueno, volviendo a lo que te decíamos. La razón por la que creemos que algo está pasando tras bambalinas es simple, por muy rica y poderosa que sea una casa, esta no haría un evento de esta magnitud, así como así. No, algo esta que pasa aquí y es posible que sea peligroso estar aquí."
"Ya ve, pero parece que –"
Lo que estaba por decir Daenerys murió en su garganta cuando las trompetas comenzaron a sonar, llamando la atención de los presentes. Cuando la vista y la atención de todos se fijaron en los trompetistas, los cuales estaban ubicados en el palco de los Martell, un joven no mayor de los veinte años se acercó al borde y comenzó a gritar.
"¡Sean bienvenidos todos, dentro de poco iniciara el torneo! ¡Sin embargo, antes de eso el Príncipe Doran Martell, les dirigirá unas pocas palabras!"
Tras aquellas palabras, el joven heraldo se retiró y tras unos segundos, un hombre se acercó al borde. El hombre era delgado, de cabello blanco, pero con algunas hebras de cabello negro pintando algunas partes. Llevaba una pequeña barba un poco rala, la cual era más blanca que negra. Su ropa era un jubón amarillo, el cual tenía detalles en rojo.
'Asi que ese es el príncipe de Dorne.' Pensó Daenerys con curiosidad al ver al hermano de su difunta cuñada.
"¡Sean bienvenidos todos, sé que cuando se hizo el anuncio sobre el torneo, este tomó a muchos por sorpresa, pero me alegra profundamente que hayan podido llegar a tiempo al evento! ¡Se que muchos han cabalgado desde muy lejos para participar, así que para su tranquilidad les diré que no se decepcionaran por los premios de este torneo!"
Tras aquellas palabras, el príncipe Doran dejó de hablar un segundo, segundo en el que los dornienses aplaudieron con fuerza ante las palabras de su príncipe.
"¡Durante los siguientes tres días se llevarán a cabo las justas, mientras que en el último dia se llevara a cabo el combate cuerpo a cuerpo!"
Las palabras Doran Martell fueron seguidas por un cuchicheo, el cual provenía de todos los que estaban allí presentes, pues todos comenzaban a hablar sobre la cantidad de oro que se estaba dando como premio al ganador del torneo, al segundo lugar y al vencedor del combate cuerpo a cuerpo.
"¡Ahora, doy por comenzado el torneo! ¡Que la suerte los acompañé y que la luz de los siete los guie para lograr la victoria!"
Tras esas palabras, el príncipe de Dorne dio un saludo final y se alejó del borde del palco, para sentarse en una especie de trono improvisado. Lo que siguió a las palabras del príncipe fueron los ovaciones y aplausos del público.
"Parece que ya va a iniciar." Dijo Grenn mientras veía a un heraldo ingresar al centro del campo de las justas.
"Si, esto estará entretenido." Dijo Pyp, el cual había regresado de hablar con Jon mientras el príncipe Doran decía su discurso. La razón por la que él estaba aquí era simple, Jon había decidido hacer que sea uno de los sirvientes el que le ayudaría con sus lanzas.
"¿Cómo esta Jon?" preguntó Daenerys, al cual estaba un poco preocupada por su amigo, en especial por ser ella la causante de meterlo en este torneo. 'Se que estuvo mal pedirle que entre al torneo, pero fue la única forma de hacer que se vea forzado a tener un encuentro con su familia materna.'
Los pensamientos de la joven iban direccionados al hecho de que el propio Jon le había comentado que tenía algo de miedo ver a sus parientes maternos, siendo una de esas la razón por la que no había ido antes a Starfall, pese a que había tenido la oportunidad de ir varias veces durante sus viajes. La razón del miedo de Jon surgía del hecho de que no sabía si los Dayne lo aceptarían o lo rechazarían, pues desde que tenía uso de memoria nunca recibió una carta de sus parientes maternos.
"Está bien, solo un poco incomodo por tener que participar en este torneo, pues no esperaba ver tanta gente en el lugar." Respondió Pyp con una sonrisa. "Pero aparte de eso, supongo que esta emocionado, ya que es la primera vez que hace esto."
"Eso suena bien." Dijo Daenerys, quien se sintió un poco más aliviada de saber que Jon se sentía algo eufórico por participar.
"Bueno, dejemos de hablar, que ya va a iniciar." Dijo Grenn, llamando la atención de todos los tripulantes del «StarWolf», quienes dejaron de conversar y pusieron atención a lo que estaba pasando. Y es que la primera justa estaba por iniciar, siendo los dos primeros contrincantes dos caballeros con heráldicas desconocidas.
"¿A que casas pertenecen?" preguntó Daenerys mientras miraba extrañada esos estandartes, pues no recordaba ninguno de ellos de sus lecciones con Sam.
"No lo se." Respondió Pyp, quien debido a su anterior trabajo como mimo había viajado por buena parte de Westeros y visto varias heráldicas.
"Yo tampoco las reconozco, de seguro son caballeros errantes." Comentó Sam, quien pese a haber leído mucho en la Citadel, no reconoció esas heráldicas.
"Ya veo…" dijo Daenerys mientras veía como ambos caballeros tomaban posiciones en el punto de partida en la pista, listos para iniciar su justa.
Jon se encontraba apoyado en un pilar, mirando de manera desinteresada la decimoquinta ronda de justas de las preliminares. Sabía que muchos de los participantes estaban hablando de el a sus espaldas, pues los había escuchado cuchichear. La razón de esto era de seguro por su vestimenta, la cual llamaba mucho la atención en un lugar como Dorne.
'Esto se está volviendo molesto.' Pensó Jon mientras contenía las ganas que tenia de darles una buena paliza a más de la mitad de los caballeros y nobles que estaban tras de él. Sin embargo, antes de que diga algo, el sonido de una lanza rompiéndose se mezcló con el sonido de jadeos por parte de la multitud, cosa que llamó su atención. Asi que, posando su vista en la pista del torneo, Jon vio lo que ocurría.
'Y el dia se torna oscuro.' Pensó Jon al ver lo que pasaba. Lo que sucedió en esta justa, fue que uno de los competidores fue golpeado por una astilla de la lanza de torneo de su contrincante. La astilla voló y se terminó clavando en el ojo derecho del joven, el cual había ido con un yelmo completo, pero él no bajó la visera de su casco, lo que dejó su rostro desprotegido. 'No entiendo por qué alguien que lleva un casco no lo usa como es debido… pero bueno, lo hecho, hecho esta.'
Tras esos pensamientos, Jon vio como el jinete era recogido y llevado a la enfermería, pues parecía que estaba vivo por ahora. Si bien aquello no debió de afectarlo, cuando vio como los dornienses se lo llevaban, vio que eran un poco bruscos con él y aquello le causó curiosidad. Asi que, enfocándose en el caballero lastimado, vio que tenía una heráldica un tanto peculiar, dos cisnes enfrentados en cuadrantes de plata y sable. 'Ese estandarte… según recuerdo, es de la casa Swann, uno de los Señores de las marcas de Dorne en Stormlands. ¿Y quién fue el que lo derribó…? ¡Mierda! Ese emblema es de la casa Manwoody, una casa que siempre ha tenido problemas con los Señores de las Marcas Dornish. Esto es malo, si el caballero de la casa Swann muere, eso podría casuar una escaramuza en esas zonas.'
La preocupación de Jon no era porque le interesase en algo la zona o la casa Swann, no, simplemente era el hecho de que no le gustaba que haya guerras por estupideces. Asi que, mientras espera que las justas volviesen a empezar, comenzó a pensar en una forma de ayudar a ese sujeto. Estuvo pensando un rato y al final decidió que después de su justa iría a verlo de manera sigilosa para darle un poco de poción curativa, lo suficiente como para que tenga una oportunidad de vivir.
Cuando Jon terminó de pensar, escuchó que llamaban al primero de los dos siguientes justadores.
"¡Los siguientes competidores, por un lado, tenemos a Ser Andrey Dalt, hermano de Ser Deziel Dalt, Caballero de Lemonwood!"
Tras aquellas palabras, Jon vio a un caballero montar su caballo, una yegua de color gris moteada con manchas blancas, y salir al centro de la pista de justa. El caballero vestía una armadura de escamas de bronce, con un gran yelmo, el cual estaba decorado con una tela amarrada en la parte de la frente del casco. Además, dicho yelmo estaba siendo sostenido con la mano izquierda del caballero. En la misma mano había un escudo redondo, el cual emanaba un brillo que indicaba que estaba hecho de acero. Dicho escudo tenía la heráldica de la casa Dalt en ella, un campo de limones en fondo púrpura.
El caballero cabalgó hasta detenerse en medio de la pista de la justa y miró hacia donde estaba el palco de la casa Martell. Tras aquello, se quedó allí, esperando que el heraldo llamase a su oponente.
El heraldo miró al cabalero y luego miró el pergamino donde estaban anotados los nombres de los competidores y cuando llegó al nombre del joven con el que el caballero de la casa Dalt justaría, puso un rostro de confusión por un segundo, para luego esbozar una pequeña sonrisa.
"¡Parece que el buen caballero de la casa Dalt se enfrentará a un caballero que se niega a dar su nombre!"
La mención de esto provocó que el público en general comenzase a susurrar entre sí, diciendo, casi todos, la misma palabra, caballero misterioso.
Cuando Jon escuchó aquello, supo que se trataba de él, pues él se había inscrito como un caballero misterioso. La razón por la que lo hacía era porque posiblemente su origen como medio norteño causaría problemas, pues parecía que los Dornienses tenían un resentimiento con los norteños desde la rebelión de Robert. Asi que, para evitarse algún problema, decidió ir de esta manera.
"El caballero se inscribió así mismo como el caballero de Dawnstar!"
Tras oír esas palabras, Jon montó el semental negro que había comprado para este torneo y tomando las riendas, dio suaves toques con sus espuelas al caballo, haciendo que este cabalgue con velocidad al centro de la justa.
La forma en la que entro en la arena hizo que todos lo miraran y comenzaran a hablar, pues era muy poco común que los caballeros misteriosos usasen un semental como el que usaba Jon. El caballo del hijo de Ned Stark era un semental de color marrón, cuyo porte indicaba fuerza y resistencia. El paso del caballo era rápido, algo que fue notado por los nobles, quienes de inmediato se dieron cuenta de que Jon no era un caballero misterioso pobre, sino que era alguien con los suficientes recursos como para costearse un caballo de tal magnitud.
Pese a que sus oídos podían captar algunas de las palabras de los que estaban cerca, Jon no les hizo casi y continuo su camino. Cuando llegó al lado del caballero de Lemonwood, ambos caballeros miraron al palco de los Martell e hicieron una reverencia a la familia gobernante.
Cuando ambos competidores dejaron de hacer la reverencia, comenzaron a cabalgar hacia el otro extremo de la pista, pues esos eran sus lugares iniciales. Sin embargo, mientras Jon se cruzaba con el joven Dalt, escuchó a este hablar.
"Ummm…. Un caballero misterioso. Me pregunto qué tendrás que ocultar, pero eso al final no importa. Si viniste a buscar gloria de esa manera, me temo que me quedare con tu armadura y tu caballo en la primera pasada. Con eso te desenmascare, mi buen Ser."
Las palabras del joven Dalt estaban cargadas con cierta confianza, pero no llegaban a rayar la arrogancia. Sin embargo, aquellas palabras no hicieron nada para amedrentar a Jon, sino que tambien provocaron que este sonriera bajo su casco.
"Je, je. Creo que estas muy confiado en tu victoria, mi buen Ser. Pero me temo que serás tú el que me dará su caballo y armadura."
Tras aquellas palabras, Jon vio que el joven frunció el ceño, un signo de que estaba molesto.
"Ya veremos, Ser."
Luego de aquel pequeño intercambio de palabras, tanto Jon como Andrey se retiraron y espolearon a sus caballos para comenzar a tomar velocidad para la carga que tendrían.
Mientras ambos caballeros cabalgaban para prepararse para su justa, en el palco de los Martell la familia gobernante de Dorne estaba teniendo una pequeña conversación, la cual giraba en torno al caballero misterioso que se acaba de presentar en el torneo.
"Nunca creí que un caballero misterioso aparecería en este torneo tuyo, hermano." Dijo con una sonrisa el príncipe Oberyn Martell, el cual había llegado con su hermano al palco. El príncipe Oberyn era el hermano menor de Doran Martell y era un guerrero de renombre, muy rápido en sus ataques y que tenía una figura atlética. La apariencia física de Oberyn era la de un hombre alto, esbelto, elegante y en forma, con la piel aceitunada. Su rostro estaba ligeramente era afilado con cejas finas, ojos negros de "víbora" y una nariz aguileña. Su cabello era lustroso y negro, con solo unas pocas mechas plateadas. Actualmente vestía un jubón amarillo de seda con soles de bronce incrustados en la tela.
"No es algo inaudito que alguien quisiese participar de esta manera." dijo Doran Martell mientras miraba como el caballero misterioso estaba a punto de llegar a la curva donde entraría en su carril para la justa. "Mientras haya jóvenes que quieran demostrar su valía sin importarles las reglas, siempre habrá caballeros misteriosos que participen en un torneo."
"La verdad es que me parece atractiva la idea de un caballero misterioso participando en este torneo." Comentó la Princesa Arianne, llamando la atención de sus familiares.
"¿En serio? ¿Y eso por qué sobrina?" preguntó Oberyn con una sonrisa.
"El misterio del hombre que se oculta bajo aquel yelmo me parece un rasgo atractivo." Dijo la princesa mientras miraba al caballero misterioso. A diferencia de su montura, la vestimenta del caballero era algo pobre, ya que solo vestía una armadura simple, la cual no era de placas, sino que consistía en una cota de malla de acero sobre la cual se encontraba un chaleco de cuero acolchado, el cual tenía escamas de bronce incrustadas en ella. El casco del caballero era ovoide, con una pequeña punta en la parte superior. Tenía un protector para el rostro que lo cubría totalmente, dejando un par de aperturas para los ojos. Los brazos y piernas del caballero estaban protegidas por grebas y brazales de cuero endurecido, mientras que una tela gris claro se envolvía como una bufanda en el cuello del joven, cayendo hacia adelante y hacia atrás, manteniéndose en su lugar gracias al cinturón que llevaba el joven en la cintura, pues la tela pasaba por debajo de este. En su mano izquierda había un escudo redondo, el cual, a diferencia del que usaba Andrey, estaba hecho de madera con un borde de acero. El escudo estaba pintado de color gris claro, con una estrella de cuatro puntas de color blanco grabadas en él.
"'Padre, ¿Quién crees que ganara?" preguntó Tyene, la cual miraba como ambos caballeros recibían sus respectivas lanzas y se preparaban para cargar el uno contra el otro en la primera pasada de su ronda.
"Mis apuestas están en el Andrey. El joven Dalt no será el mejor guerrero de Dorne, pero es uno de los más valientes y peligroso que tenemos. El caballero misterioso, no parece ser algún caballero de renombre, sino más bien un joven caballero que quiere jugar al enigmático."
"Bueno, entonces creo que te llevare la contraria en esto, querido tío." Dijo Arianne, llamando la atención de los miembros de su familia.
"Oh, ¿y eso por qué, sobrina?" preguntó Oberyn mientras miraba a su sobrina con una sonrisa de diversión en el rostro. "No es Andrey un amigo de la infancia tanto tuyo como de Tyene?"
"Asi es tío, pero siento que ese joven es más hábil que Andrey. Asi que, apostare por el en esto." respondió Arianne con una sonrisa. "Y creo que Tyene está de mi lado en esto."
"¿En serio? ¿De verdad apoyas a tu prima, hija mía?"
"Si padre. Por mucho que Andrey sea hábil, el caballero misterioso tiene una especie de presencia que hace que creas que puede derrotar a todos los que están en la arena."
"Bueno, eso está por verse, pues ya van a cargar entre sí." Dijo Oberyn, señalando a la arena.
Los ojos de los miembros de la casa Martell miraron hacia la arena y vieron como ambos caballeros espolearon a sus caballos, provocando que estos corrían hacia el otro extremo de la pista, siempre manteniendo su carril. Las lanzas de ambos caballeros iban en posición vertical por al menos un cuarto de la pista; sin embargo, eso cambio tras esa distancia, ya que ambos comenzaron a bajar las lanzas hasta tenerlas en posición horizontal. Cuando llegaron a la mitad de la pista, sucedió lo que suele suceder en los torneos, ambos caballeros apuntaron sus lanzas al cuerpo de su oponente, en un intento de derribarlo.
Si bien la imagen de dos caballeros chocando sus lanzas era algo común de ver, los ojos de la víbora roja se entrecerraron cuando vieron algo peculiar. Y es que, a diferencia de Andrey, el caballero misterioso no movía mucho su lanza, solo la dejó de manera horizontal. Aquello dejo algo confundido a Oberyn, el cual no sabía porque ese caballero hacia algo como eso. Sin embargo, cuando ambas lanzas se dirigían hacia sus respectivos enemigos, la lanza del caballero misterioso pareció ser más rápida que la del joven Dalt, provocando que la lanza impactase en el escudo del caballero dorniense, rompiéndose en varios pedazos y terminando por hacer volar a Andrey de su caballo.
El cuerpo del joven caballero cayó de manera un poco abrupta, pero desde el palco todos pudieron ver que no cayó de mala manera, por lo que solo tendría algunos golpes.
"Parece que he ganado esta pequeña apuesta, tío." Dijo Arianne con una sonrisa depredadora en su rostro mientras miraba al caballero misterioso desmontar y rápidamente verificar al joven Dalt. Tras unos segundos, ayudo al joven caballero a salir de la arena, mientras el público aplaudía el honorable gesto del joven caballero misterioso.
"SI sobrina, parece que el joven caballero misterioso es más bueno de lo que se pensaba." Dijo Oberyn mientras miraba a su hermano de reojo.
La víbora roja sabía que esta farsa de torneo se había hecho por dos razones, la primera, ver si había algunas alianzas en Dorne que amenazasen a la casa Martell, la segunda era para medir la capacidad marcial de los jóvenes dornienses, para de esa manera buscar un posible candidato a consorte para Arianne.
'Esto no estaba en tus planes, ¿verdad hermano?' pensó Oberyn al ver al príncipe gobernante de Dorne fruncir el ceño. 'Parece que este torneo se ha vuelto más divertido de lo que pensaba inicialmente.'Dorne 297 AC
Una nube de polvo se levantaba mientras un caballo galopaba a gran velocidad por una improvisada y muy mal hecha pista de torneo. El caballo galopó en línea recta, llevando a su jinete hacia una especie de diana fija que estaba en el lado por donde vendría un rival en un torneo. El jinete, el cual llevaba un pequeño escudo y una lanza de torneo, vio a su "enemigo" y bajando su brazo derecho, colocó la lanza en posición horizontal, logrando que esta impacte en el maniquí, provocado que tanto la lanza se destrozara de manera instantánea al momento de impactar.
Después de dar aquel golpe, el jinete siguió cabalgando un poco más, hasta que finalmente se detuvo. Cuando su caballo ya no caminaba, tiró de las riendas y lo hizo acercarse al maniquí, para poder examinar el daño causado. Cuando sus ojos se posaron en el objeto relleno de paja, vio que este tenía el pecho completamente destrozado.
'Parece que la fuerza del golpe es más fuerte de lo que debería de ser. Se supone que estas lanzas de torneo son huecas y no producen el daño que hace una lanza normal. Así que, esto no debería de estar pasando. Parece que tendré que seguir practicando para poder contener la fuerza de mis ataques, para de esa manera evitar matar a alguien.'
Tras aquellos pensamientos, el jinete volvió a mover las riendas, esta vez para hacer que su caballo comenzase a galopar hacia un pequeño oasis que estaba cerca. Dicho oasis era una pequeña extensión de agua de unos pocos metros, en el cual había algunas palmeras datileras.
Cuando el jinete llegó, vio que sus amigos estaban allí, sentados cada uno con un caballo alquilado por una buena cantidad de dinero, pues el dueño del establo no parecía muy seguro de alquilar los caballos por unos días a un grupo de completos desconocidos.
"¿Cómo fue el entrenamiento, Jon?" preguntó Grenn, el cual estaba vistiendo ropas dornienses para hacerse pasar como un lugareño, claro que su piel clara le hacía sobresalir mucho.
"Fue… productivo." Respondió el bastardo de Winterfell mientras desmontaba del caballo.
"¿Cómo así?" preguntó Pyp, el cual tenía una botella de vino dorniense, el cual estaba rebajado con agua.
"Por mucho que practique, siento que terminare matando a un competidor en el torneo." Respondió Jon mientras tomaba las riendas del caballo y lo guiaba hasta una palmera, donde ató las riendas del caballo para que este no se vaya corriendo.
"Eso es raro. No se supone que esas lanzas puedan matar a alguien." Comentó Sam, el cual estaba pelando una naranja Sanguínea. Tras terminar de pelarla, el hijo de Randyll se llevó un trozo a la boca y mientras masticaba, pensaba en que pasaba para que su amigo piense que podría matar a alguien. Tras pensar un rato, una duda surgió en su mente, por lo que le hizo una pregunta a su amigo. "Jon, ¿Cómo es que estas usando la lanza en tus prácticas para el torneo?"
"Bueno, la llevó en vertical desde el momento en que salgo del inicio de mi parte de la pista. Mientras cabalgo, espero el momento para bajarla, cuando veo que el momento sería el adecuado, la bajo y la pongo en forma horizontal. Tras eso, sigo cabalgando, manteniendo el equilibrio hasta que veo al enemigo, tras eso apunto y cuando estoy por impactar, retrocedo mi brazo y apuñalo con fuerza el objetivo usando mi lanza."
Cuando Jon terminó de decir aquellas palabras, los ojos de Sam y de Edd se volvieron blancos, lo que causó que los otros miembros restantes de su grupo los miraran con curiosidad.
"¿Por qué esa cara?" preguntó Pyp.
"Porque Jon lo está haciendo ligeramente mal." Respondió Edd mientras miraba a su amigo.
"¿Cómo así? ¿No se supone que tengo que mover la lanza durante el choque?" preguntó Jon con ligera duda.
"Para un humano normal, si, es correcto hacer eso, pero estamos hablando de ti. No es la fuerza que le da el galope del caballo a la lanza la que causa esas heridas en los maniquís, es tu propia fuerza bruta."
La respuesta de Edd provocó que Jon lo mirara confundido, pues no era que el estuviese usando mucha fuerza en esos ataques. Es decir, no estaba usando ni el treinta por ciento de su fuerza real.
"Jon. recuerda que tú tienes fuerza sobrehumana. Eso sumado con la velocidad del galope del caballo, bueno, eso aumenta en algo la fuerza del impacto de tus golpes." Señaló Sam mientras se ponía de pie y se acercaba a su amigo. "Creo que lo mejor sería que no movieses la mano casi para nada o que reduzcas mucho más la fuerza que usas en cada golpe."
Las palabras de Sam dejaron a Jon pensativo un momento, tras el cual asintió, ya que vio que su amigo tenía razón.
"Vale, lo hare. Pero necesitare que me ayuden a entrenar, ya que necesito ver cuánto de mi fuerza tendré que contener para no matar a nadie."
"Está bien. Yo no tengo ningún problema." Dijo Grenn, para luego mirar a sus amigos. "¿Y ustedes?"
"Nada, yo también puedo ir." Contestó Pyp.
"Yo igual." Respondió Edd.
"Yo también, no tengo nada que hacer hasta la noche, ya que tengo que volver al barco para las clases de Dany." Contestó Sam.
"Bien. Entonces ayúdenme con esto."
Tras aquellas palabras, el grupo decidió descansar un par de horas para dejar que el caballo de Jon beba agua, para luego irse al lugar donde Jon estaba entrenando.
El sol se encontraba en el cielo, pero no en su cenit, lo que indicaba que era aún temprano en el dia, mucho antes del mediodía. La Shadowcity se encontraba en un estado de ánimos más eufórico de lo que podría ser un dia donde todo les va bien a todos los ciudadanos, esto se debía que hoy se iniciaba un torneo, el cual tendría como duración tres días. La razón por la que duraría tan poco seria debido a que se habían puesto requisitos de entrada más estrictos que en otros torneos. Los requisitos fueron que para inscribirse en las dos competiciones que habría sería necesario ser un caballero ungido o un noble no mayor de los veinticinco años.
La razón para colocar un requisito tan especifico y restrictivo fue una simple, y es que, para secreto de los participantes, este torneo no solo era una frivolidad hecha por la casa Martell, sino que tambien eran una forma de ver donde estaban las lealtades de sus vasallos y a la vez medir a posibles candidatos para ser consortes de la futura princesa de Dorne. Si bien era cierto que había nobles que podían ser potenciales candidatos, la idea del torneo fue hecha para medir la habilidad marcial de estos, ya que el futuro consorte seria quien dirigiría las campañas militares que podrían surgir en el futuro.
Una gran multitud se había congregado en las afueras de la ciudad, en un lugar que se ubicaba exactamente al lado derecho del old palace, la sede de la casa Martell. La multitud estaba acomodada en varias gradas, las cuales se habían colocado de tal forma que parecía que se había construido un coliseo al lado del palacio. El lugar estaba decorado con cientos de estandartes, muchos de los cuales pertenecían a las casas de Dorne, tanto casas con el título de Lord como caballeros hacendados. Sin embargo, tambien había algunos estandartes que pertenecían a nobles de algunas de las regiones fuera de Dorne, tales como Stormlands o el Reach. Aunque, tambien había algunos estandartes pertenecientes a caballeros errantes.
A parte de las gradas para los plebeyos, tambien estaban algunos palcos donde se encontraban sentados las familias de los nobles de la región. En uno de esos palcos se encontraba la familia Martell, cuyos miembros estaban ya allí ubicados, bueno casi todos, pues faltaban llegar dos miembros de la familia, el príncipe Doran Martell y su hermano, el príncipe Oberyn Martell.
La falta de presencia de los dos anteriormente mencionados no hizo casi nada para mitigar los cuchicheos de algunos miembros de la familia, la cual estaba separada en pequeños grupos. El primer grupo estaba conformado por la hija del príncipe Doran, la joven Arianne Martell y sus primas, las hijas mayores del príncipe Oberyn, las infames serpientes de arena. Otro grupo estaba formado por las otras serpientes de arena, las hijas menores de Oberyn, con su primo el príncipe Trystane, quien era el hijo menor de Doran. El hijo del medio del príncipe reinante de Dorne no se encontraba en el palco, pues había ido a ver a sus amigos, con los cuales estaba en otro palco.
"Asi que, prima. ¿Cómo te sientes hoy?" preguntó Nymeria Sand, la segunda hija de Oberyn. La joven tenía unos veinticinco años, su cuerpo era delgado y esbelto, con el pelo negro y lacio recogido en una larga trenza que tiene entretejido hilos de cobre. Tiene ojos oscuros, que son grandes y brillantes. Además de unos labios carnosos, los cuales son de color rojo vino, también posee pómulos altos. Su piel era blanca, un rasgo que había heredado de su madre, una noble de la ciudad de Volantis. Sus vestimentas consistían en un vestido de seda amarillo transparente, el cual mostraba que debajo de este había joyas y oro hilado, los cuales servían como adornos. "Ya sabes, por lo que significa este torneo."
"La verdad es que me siento algo emocionada." Respondió con una sonrisa de diversión la Princesa Arianne Martell. La princesa era una mujer de baja estatura, rasgo que al parecer había heredado de su madre. Sin embargo, tambien poseía un cuerpo curvilíneo y era hermosa, con piel olivácea, grandes ojos oscuros y cabello lustroso negro y rizado, que caía hasta la mitad de la espalda. Sus labios eran carnosos y, según varios amantes con los que había compartido una cama, sus redondos senos tenían enormes pezones oscuros. La ropa con la que había venido para este evento era un vestido de seda de color amarillo, el cual iba acompañado de varias joyas, las cuales servían como muestra de la riqueza de su casa.
"Por supuesto que estarías emocionada, querida prima." Comentó con una sonrisa en su rostro la joven Tyene Sand. Tyene era la hija del príncipe Oberyn con una Septa, por lo que la joven mantenía una apariencia piadosa para todos los que la veían. Además, la joven era delgada y tenía ojos azules con cabello rubio, manos suaves, voz gentil y hoyuelos al sonreír. Para este evento, la joven llevaba un vestido ceñido de samita, el cual era de color azul pálido con mangas de encaje de Myrish. Tras mencionar las anteriores palabras, la joven dijo unas pocas más tras mirar a su prima y darle la mirada más piadosa y alegre que pudo. "No todos los días tienes a todos los jóvenes caballeros y lores de Dorne matándose por asombrar a tu padre para poder obtener tu mano."
"Eso es algo estúpido. Por qué tiene que ser un hombre el que dirija los ejércitos de Dorne, mejor que nuestra prima me dé el mando a mí. Asi, ella solo necesitara a alguien con quien tener herederos y ese hombre no tendría tanto poder." Señaló Obara Sand, la hija mayor de Oberyn Martell. La hija mayor de Oberyn había nacido de una prostituta de Oldtown hace ya más de veinticinco años. La joven era una mujer de huesos grandes, piernas largas, ojos muy juntos y pelo liso y tieso color marrón. Se la consideraba poco hermosa, pero ella se consideraba a sí misma como una guerrera. Su vestimenta para esta ocasión era la de una túnica marrón con pantalones negros junto con botas de cuero y un cinturón en su cintura, el cual tenía varios soles de cobre en ellos. En sus hombros, como protección contra el sol, había una capa de seda color arena moteada.
"Puede que sí, hermana. Pero las tropas de Dorne nunca seguirán a una mujer a la batalla. Por eso se necesita a alguien que sea hábil con las armas, sobre todo para que tambien sirva como campeón de Dorne." Dijo Sarella Sand. La joven Sarella era la hija de Oberyn con una mujer de Summer isles, la cual tenía un barco propio. La joven tenía el cabello negro y piel color oscuro, casi como la teca. Su vestimenta era la de un vestido de summer Isles de colores llamativos.
"Eso es una estupidez." Dijo Obara mientras cruzaba los brazos. "Estoy segura de que yo misma podría derrotar a varios de los idiotas que están allí abajo."
"Claro que si hermana, pero mejor no lo hagas. No queremos que hieras el orgullo de algún noble." Comentó con burla Nymeria.
"Si, prima. Por favor no humilles a nadie, al menos por ahora." Dijo Arianne con una sonrisa, ganándose una risita de todas sus primas.
Cuando las risas terminaron, todas miraron al campo de la justa y vieron cómo se estaban terminando los últimos arreglos para el inicio de estas.
"Espero que al menos haya algunos que te llamen la atención, prima." Dijo Nymeria.
"Si no es el caso, siempre están los de siempre." Añadió Tyene con una sonrisa de complicidad con su prima.
"Si, primas. Esperemos que esto sea entretenido." Dijo Arianne mientras giraba la cabeza al escuchar pasos acercarse.
Mientras las familias nobles cuchicheaban en sus palcos, en las gradas menores, la plebe hacia lo mismo, pero aparte de ellos, tambien lo hacía la tripulación del «StarWolf». Los compañeros de viaje de Jon se encontraban vistiendo ropas típicas dornienses junto con algunas telas en las cabezas, las cuales estaban atadas con cuerdas.
"Parece que este torneo es más extravagante de lo que esperaba." Comentó Pyp mientras miraba como todos los plebeyos comenzaban a cuchichear sobre las casas de los participantes.
"Si, hay demasiadas casas nobles dornienses reunidas aquí." Señaló Grenn, el cual miraba todos los estandartes en los palcos de los nobles.
"Están reunidas todas las casas dornienses, desde las casas de Lores hasta las casas de Caballeros hacendados." Dijo Sam, llamando a si la atención de sus amigos.
"¿Estás seguro?" preguntó Edd a Sam, mientras miraba la puerta por la que entrarían los participantes.
"Si. Estoy seguro, están las casas más poderosas de Dorne, como lo es la casa Yronwood de Yronwood, los Fowler de Skyreach, los Allyrion de Godsgrace, los Qorgyle de Sandstone y los Dayne de Starfall."
"Eso es increíble." Dijo Edd con asombro, provocando la curiosidad de Daenerys, pero la joven princesa no pudo preguntar nada, pues Samwell volvió a hablar.
"Pero no solo eso, también hay algunas casas de otras regiones." Las palabras de Samwell fueron seguidas por un movimiento de su mano, pues comenzó a señalar algunas heráldicas más. "Desde aquí veo el rayo purpura de los Dondarrion, los ruiseñores de los Caron, los tallos de trigo de los Selmy y los cisnes de los Swann."
La mención de las casas que pertenecían a las Marcas Dornienses dejaron helados a Grenn, Pyp y a Edd.
"Mierda, eso es increíble. ¿Cómo es que casas que odian a los Dornienses estén aquí?" preguntó Edd, el cual tras aquellas palabras miró a Pyp. "Pyp, cuando vayas con Jon para que le ayudes con las justas, coméntale lo que ha dicho Sam. La reunión de esta cantidad de casas es algo inaudito, por lo que algo está pasando."
"Vale." Respondió Pyp, para luego pararse. "Creo que lo mejor será que me vaya ahora para poder decírselo mientras no hay combates. También me llevare a Fantasma, creo que sería bueno si Jon tiene algo de cobertura allá abajo."
Tras aquellas palabras, Pyp tomó el bolso de Grenn, en el cual se encontraba oculto Fantasma, el cual había sido convertido a su forma de cachorro, pues Jon no quería que su amigo llamase la atención en el torneo.
Cuando Pyp abandonó las gradas para ir a los lugares donde estaban los caballeros esperando sus turnos, Daenerys miró a Edd y sintiendo curiosidad por la forma en que se había expresado antes, le hizo una pregunta.
"Edd, ¿Qué sucede? ¿Por qué actúas de esa manera?" preguntó Daenerys confundida, pues no entendía lo que el joven del Valle intentaba expresar.
La pregunta de Daenerys provocó que Edd la mirase, tras lo cual comenzó a explicarle algunas cosas.
"Veras, Dany." Comenzó Edd, el cual la llamaba de esa manera porque era la forma en que se había acordado llamar a Daenerys mientras estaban en público. "Si bien los torneos se hacen para celebrar algún evento, hay casos en que se usan como tapadera para llevar a cabo estratagemas de intriga cortesana."
"¿Algo así como el torneo de Harrenhall?" preguntó en un susurro Daenerys, pues no quería que el resto de las personas la escuchen preguntar eso.
"Asi es." respondió Sam, el cual tambien se unió a la conversación. "Hay rumores de que ese torneo fue hecho por tu hermano para tratar de llamar a un gran consejo para derrocar a su padre. Pero parece que el rey se enteró y por eso asistió, frustrando todos los planes del príncipe."
Cuando Daenerys escuchó aquello volvió a sentir ira contra su padre.
'Si tan solo no te hubieses movido del Red Keep, ahora mismo la historia seria otra.' Pensó Daenerys con molestia. 'Si Rhaegar hubiese logrado derrocarte, mi madre estaría viva, mis sobrinos, mis hermanos, todo sería diferente. Incluso es posible que Jon no fuese un bastardo, pero no, tenías que salir a joderlo todo como solías hacerlo.'
"Dany, ¿Estas bien?" preguntó Grenn cuando vio como el rostro de Daenerys se contraria con ira.
Al percatarse de que le estaban hablando, la joven princesa exiliada parpadeo y volvió en sí. Sonrojándose, miró a sus amigos y les dijo que le pasaba nada.
Si bien los tres jóvenes no parecieron créele del todo, decidieron no preguntar.
"Bueno, volviendo a lo que te decíamos. La razón por la que creemos que algo está pasando tras bambalinas es simple, por muy rica y poderosa que sea una casa, esta no haría un evento de esta magnitud, así como así. No, algo esta que pasa aquí y es posible que sea peligroso estar aquí."
"Ya ve, pero parece que –"
Lo que estaba por decir Daenerys murió en su garganta cuando las trompetas comenzaron a sonar, llamando la atención de los presentes. Cuando la vista y la atención de todos se fijaron en los trompetistas, los cuales estaban ubicados en el palco de los Martell, un joven no mayor de los veinte años se acercó al borde y comenzó a gritar.
"¡Sean bienvenidos todos, dentro de poco iniciara el torneo! ¡Sin embargo, antes de eso el Príncipe Doran Martell, les dirigirá unas pocas palabras!"
Tras aquellas palabras, el joven heraldo se retiró y tras unos segundos, un hombre se acercó al borde. El hombre era delgado, de cabello blanco, pero con algunas hebras de cabello negro pintando algunas partes. Llevaba una pequeña barba un poco rala, la cual era más blanca que negra. Su ropa era un jubón amarillo, el cual tenía detalles en rojo.
'Asi que ese es el príncipe de Dorne.' Pensó Daenerys con curiosidad al ver al hermano de su difunta cuñada.
"¡Sean bienvenidos todos, sé que cuando se hizo el anuncio sobre el torneo, este tomó a muchos por sorpresa, pero me alegra profundamente que hayan podido llegar a tiempo al evento! ¡Se que muchos han cabalgado desde muy lejos para participar, así que para su tranquilidad les diré que no se decepcionaran por los premios de este torneo!"
Tras aquellas palabras, el príncipe Doran dejó de hablar un segundo, segundo en el que los dornienses aplaudieron con fuerza ante las palabras de su príncipe.
"¡Durante los siguientes tres días se llevarán a cabo las justas, mientras que en el último dia se llevara a cabo el combate cuerpo a cuerpo!"
Las palabras Doran Martell fueron seguidas por un cuchicheo, el cual provenía de todos los que estaban allí presentes, pues todos comenzaban a hablar sobre la cantidad de oro que se estaba dando como premio al ganador del torneo, al segundo lugar y al vencedor del combate cuerpo a cuerpo.
"¡Ahora, doy por comenzado el torneo! ¡Que la suerte los acompañé y que la luz de los siete los guie para lograr la victoria!"
Tras esas palabras, el príncipe de Dorne dio un saludo final y se alejó del borde del palco, para sentarse en una especie de trono improvisado. Lo que siguió a las palabras del príncipe fueron los ovaciones y aplausos del público.
"Parece que ya va a iniciar." Dijo Grenn mientras veía a un heraldo ingresar al centro del campo de las justas.
"Si, esto estará entretenido." Dijo Pyp, el cual había regresado de hablar con Jon mientras el príncipe Doran decía su discurso. La razón por la que él estaba aquí era simple, Jon había decidido hacer que sea uno de los sirvientes el que le ayudaría con sus lanzas.
"¿Cómo esta Jon?" preguntó Daenerys, al cual estaba un poco preocupada por su amigo, en especial por ser ella la causante de meterlo en este torneo. 'Se que estuvo mal pedirle que entre al torneo, pero fue la única forma de hacer que se vea forzado a tener un encuentro con su familia materna.'
Los pensamientos de la joven iban direccionados al hecho de que el propio Jon le había comentado que tenía algo de miedo ver a sus parientes maternos, siendo una de esas la razón por la que no había ido antes a Starfall, pese a que había tenido la oportunidad de ir varias veces durante sus viajes. La razón del miedo de Jon surgía del hecho de que no sabía si los Dayne lo aceptarían o lo rechazarían, pues desde que tenía uso de memoria nunca recibió una carta de sus parientes maternos.
"Está bien, solo un poco incomodo por tener que participar en este torneo, pues no esperaba ver tanta gente en el lugar." Respondió Pyp con una sonrisa. "Pero aparte de eso, supongo que esta emocionado, ya que es la primera vez que hace esto."
"Eso suena bien." Dijo Daenerys, quien se sintió un poco más aliviada de saber que Jon se sentía algo eufórico por participar.
"Bueno, dejemos de hablar, que ya va a iniciar." Dijo Grenn, llamando la atención de todos los tripulantes del «StarWolf», quienes dejaron de conversar y pusieron atención a lo que estaba pasando. Y es que la primera justa estaba por iniciar, siendo los dos primeros contrincantes dos caballeros con heráldicas desconocidas.
"¿A que casas pertenecen?" preguntó Daenerys mientras miraba extrañada esos estandartes, pues no recordaba ninguno de ellos de sus lecciones con Sam.
"No lo se." Respondió Pyp, quien debido a su anterior trabajo como mimo había viajado por buena parte de Westeros y visto varias heráldicas.
"Yo tampoco las reconozco, de seguro son caballeros errantes." Comentó Sam, quien pese a haber leído mucho en la Citadel, no reconoció esas heráldicas.
"Ya veo…" dijo Daenerys mientras veía como ambos caballeros tomaban posiciones en el punto de partida en la pista, listos para iniciar su justa.
Jon se encontraba apoyado en un pilar, mirando de manera desinteresada la decimoquinta ronda de justas de las preliminares. Sabía que muchos de los participantes estaban hablando de el a sus espaldas, pues los había escuchado cuchichear. La razón de esto era de seguro por su vestimenta, la cual llamaba mucho la atención en un lugar como Dorne.
'Esto se está volviendo molesto.' Pensó Jon mientras contenía las ganas que tenia de darles una buena paliza a más de la mitad de los caballeros y nobles que estaban tras de él. Sin embargo, antes de que diga algo, el sonido de una lanza rompiéndose se mezcló con el sonido de jadeos por parte de la multitud, cosa que llamó su atención. Asi que, posando su vista en la pista del torneo, Jon vio lo que ocurría.
'Y el dia se torna oscuro.' Pensó Jon al ver lo que pasaba. Lo que sucedió en esta justa, fue que uno de los competidores fue golpeado por una astilla de la lanza de torneo de su contrincante. La astilla voló y se terminó clavando en el ojo derecho del joven, el cual había ido con un yelmo completo, pero él no bajó la visera de su casco, lo que dejó su rostro desprotegido. 'No entiendo por qué alguien que lleva un casco no lo usa como es debido… pero bueno, lo hecho, hecho esta.'
Tras esos pensamientos, Jon vio como el jinete era recogido y llevado a la enfermería, pues parecía que estaba vivo por ahora. Si bien aquello no debió de afectarlo, cuando vio como los dornienses se lo llevaban, vio que eran un poco bruscos con él y aquello le causó curiosidad. Asi que, enfocándose en el caballero lastimado, vio que tenía una heráldica un tanto peculiar, dos cisnes enfrentados en cuadrantes de plata y sable. 'Ese estandarte… según recuerdo, es de la casa Swann, uno de los Señores de las marcas de Dorne en Stormlands. ¿Y quién fue el que lo derribó…? ¡Mierda! Ese emblema es de la casa Manwoody, una casa que siempre ha tenido problemas con los Señores de las Marcas Dornish. Esto es malo, si el caballero de la casa Swann muere, eso podría casuar una escaramuza en esas zonas.'
La preocupación de Jon no era porque le interesase en algo la zona o la casa Swann, no, simplemente era el hecho de que no le gustaba que haya guerras por estupideces. Asi que, mientras espera que las justas volviesen a empezar, comenzó a pensar en una forma de ayudar a ese sujeto. Estuvo pensando un rato y al final decidió que después de su justa iría a verlo de manera sigilosa para darle un poco de poción curativa, lo suficiente como para que tenga una oportunidad de vivir.
Cuando Jon terminó de pensar, escuchó que llamaban al primero de los dos siguientes justadores.
"¡Los siguientes competidores, por un lado, tenemos a Ser Andrey Dalt, hermano de Ser Deziel Dalt, Caballero de Lemonwood!"
Tras aquellas palabras, Jon vio a un caballero montar su caballo, una yegua de color gris moteada con manchas blancas, y salir al centro de la pista de justa. El caballero vestía una armadura de escamas de bronce, con un gran yelmo, el cual estaba decorado con una tela amarrada en la parte de la frente del casco. Además, dicho yelmo estaba siendo sostenido con la mano izquierda del caballero. En la misma mano había un escudo redondo, el cual emanaba un brillo que indicaba que estaba hecho de acero. Dicho escudo tenía la heráldica de la casa Dalt en ella, un campo de limones en fondo púrpura.
El caballero cabalgó hasta detenerse en medio de la pista de la justa y miró hacia donde estaba el palco de la casa Martell. Tras aquello, se quedó allí, esperando que el heraldo llamase a su oponente.
El heraldo miró al cabalero y luego miró el pergamino donde estaban anotados los nombres de los competidores y cuando llegó al nombre del joven con el que el caballero de la casa Dalt justaría, puso un rostro de confusión por un segundo, para luego esbozar una pequeña sonrisa.
"¡Parece que el buen caballero de la casa Dalt se enfrentará a un caballero que se niega a dar su nombre!"
La mención de esto provocó que el público en general comenzase a susurrar entre sí, diciendo, casi todos, la misma palabra, caballero misterioso.
Cuando Jon escuchó aquello, supo que se trataba de él, pues él se había inscrito como un caballero misterioso. La razón por la que lo hacía era porque posiblemente su origen como medio norteño causaría problemas, pues parecía que los Dornienses tenían un resentimiento con los norteños desde la rebelión de Robert. Asi que, para evitarse algún problema, decidió ir de esta manera.
"El caballero se inscribió así mismo como el caballero de Dawnstar!"
Tras oír esas palabras, Jon montó el semental negro que había comprado para este torneo y tomando las riendas, dio suaves toques con sus espuelas al caballo, haciendo que este cabalgue con velocidad al centro de la justa.
La forma en la que entro en la arena hizo que todos lo miraran y comenzaran a hablar, pues era muy poco común que los caballeros misteriosos usasen un semental como el que usaba Jon. El caballo del hijo de Ned Stark era un semental de color marrón, cuyo porte indicaba fuerza y resistencia. El paso del caballo era rápido, algo que fue notado por los nobles, quienes de inmediato se dieron cuenta de que Jon no era un caballero misterioso pobre, sino que era alguien con los suficientes recursos como para costearse un caballo de tal magnitud.
Pese a que sus oídos podían captar algunas de las palabras de los que estaban cerca, Jon no les hizo casi y continuo su camino. Cuando llegó al lado del caballero de Lemonwood, ambos caballeros miraron al palco de los Martell e hicieron una reverencia a la familia gobernante.
Cuando ambos competidores dejaron de hacer la reverencia, comenzaron a cabalgar hacia el otro extremo de la pista, pues esos eran sus lugares iniciales. Sin embargo, mientras Jon se cruzaba con el joven Dalt, escuchó a este hablar.
"Ummm…. Un caballero misterioso. Me pregunto qué tendrás que ocultar, pero eso al final no importa. Si viniste a buscar gloria de esa manera, me temo que me quedare con tu armadura y tu caballo en la primera pasada. Con eso te desenmascare, mi buen Ser."
Las palabras del joven Dalt estaban cargadas con cierta confianza, pero no llegaban a rayar la arrogancia. Sin embargo, aquellas palabras no hicieron nada para amedrentar a Jon, sino que tambien provocaron que este sonriera bajo su casco.
"Je, je. Creo que estas muy confiado en tu victoria, mi buen Ser. Pero me temo que serás tú el que me dará su caballo y armadura."
Tras aquellas palabras, Jon vio que el joven frunció el ceño, un signo de que estaba molesto.
"Ya veremos, Ser."
Luego de aquel pequeño intercambio de palabras, tanto Jon como Andrey se retiraron y espolearon a sus caballos para comenzar a tomar velocidad para la carga que tendrían.
Mientras ambos caballeros cabalgaban para prepararse para su justa, en el palco de los Martell la familia gobernante de Dorne estaba teniendo una pequeña conversación, la cual giraba en torno al caballero misterioso que se acaba de presentar en el torneo.
"Nunca creí que un caballero misterioso aparecería en este torneo tuyo, hermano." Dijo con una sonrisa el príncipe Oberyn Martell, el cual había llegado con su hermano al palco. El príncipe Oberyn era el hermano menor de Doran Martell y era un guerrero de renombre, muy rápido en sus ataques y que tenía una figura atlética. La apariencia física de Oberyn era la de un hombre alto, esbelto, elegante y en forma, con la piel aceitunada. Su rostro estaba ligeramente era afilado con cejas finas, ojos negros de "víbora" y una nariz aguileña. Su cabello era lustroso y negro, con solo unas pocas mechas plateadas. Actualmente vestía un jubón amarillo de seda con soles de bronce incrustados en la tela.
"No es algo inaudito que alguien quisiese participar de esta manera." dijo Doran Martell mientras miraba como el caballero misterioso estaba a punto de llegar a la curva donde entraría en su carril para la justa. "Mientras haya jóvenes que quieran demostrar su valía sin importarles las reglas, siempre habrá caballeros misteriosos que participen en un torneo."
"La verdad es que me parece atractiva la idea de un caballero misterioso participando en este torneo." Comentó la Princesa Arianne, llamando la atención de sus familiares.
"¿En serio? ¿Y eso por qué sobrina?" preguntó Oberyn con una sonrisa.
"El misterio del hombre que se oculta bajo aquel yelmo me parece un rasgo atractivo." Dijo la princesa mientras miraba al caballero misterioso. A diferencia de su montura, la vestimenta del caballero era algo pobre, ya que solo vestía una armadura simple, la cual no era de placas, sino que consistía en una cota de malla de acero sobre la cual se encontraba un chaleco de cuero acolchado, el cual tenía escamas de bronce incrustadas en ella. El casco del caballero era ovoide, con una pequeña punta en la parte superior. Tenía un protector para el rostro que lo cubría totalmente, dejando un par de aperturas para los ojos. Los brazos y piernas del caballero estaban protegidas por grebas y brazales de cuero endurecido, mientras que una tela gris claro se envolvía como una bufanda en el cuello del joven, cayendo hacia adelante y hacia atrás, manteniéndose en su lugar gracias al cinturón que llevaba el joven en la cintura, pues la tela pasaba por debajo de este. En su mano izquierda había un escudo redondo, el cual, a diferencia del que usaba Andrey, estaba hecho de madera con un borde de acero. El escudo estaba pintado de color gris claro, con una estrella de cuatro puntas de color blanco grabadas en él.
"'Padre, ¿Quién crees que ganara?" preguntó Tyene, la cual miraba como ambos caballeros recibían sus respectivas lanzas y se preparaban para cargar el uno contra el otro en la primera pasada de su ronda.
"Mis apuestas están en el Andrey. El joven Dalt no será el mejor guerrero de Dorne, pero es uno de los más valientes y peligroso que tenemos. El caballero misterioso, no parece ser algún caballero de renombre, sino más bien un joven caballero que quiere jugar al enigmático."
"Bueno, entonces creo que te llevare la contraria en esto, querido tío." Dijo Arianne, llamando la atención de los miembros de su familia.
"Oh, ¿y eso por qué, sobrina?" preguntó Oberyn mientras miraba a su sobrina con una sonrisa de diversión en el rostro. "No es Andrey un amigo de la infancia tanto tuyo como de Tyene?"
"Asi es tío, pero siento que ese joven es más hábil que Andrey. Asi que, apostare por el en esto." respondió Arianne con una sonrisa. "Y creo que Tyene está de mi lado en esto."
"¿En serio? ¿De verdad apoyas a tu prima, hija mía?"
"Si padre. Por mucho que Andrey sea hábil, el caballero misterioso tiene una especie de presencia que hace que creas que puede derrotar a todos los que están en la arena."
"Bueno, eso está por verse, pues ya van a cargar entre sí." Dijo Oberyn, señalando a la arena.
Los ojos de los miembros de la casa Martell miraron hacia la arena y vieron como ambos caballeros espolearon a sus caballos, provocando que estos corrían hacia el otro extremo de la pista, siempre manteniendo su carril. Las lanzas de ambos caballeros iban en posición vertical por al menos un cuarto de la pista; sin embargo, eso cambio tras esa distancia, ya que ambos comenzaron a bajar las lanzas hasta tenerlas en posición horizontal. Cuando llegaron a la mitad de la pista, sucedió lo que suele suceder en los torneos, ambos caballeros apuntaron sus lanzas al cuerpo de su oponente, en un intento de derribarlo.
Si bien la imagen de dos caballeros chocando sus lanzas era algo común de ver, los ojos de la víbora roja se entrecerraron cuando vieron algo peculiar. Y es que, a diferencia de Andrey, el caballero misterioso no movía mucho su lanza, solo la dejó de manera horizontal. Aquello dejo algo confundido a Oberyn, el cual no sabía porque ese caballero hacia algo como eso. Sin embargo, cuando ambas lanzas se dirigían hacia sus respectivos enemigos, la lanza del caballero misterioso pareció ser más rápida que la del joven Dalt, provocando que la lanza impactase en el escudo del caballero dorniense, rompiéndose en varios pedazos y terminando por hacer volar a Andrey de su caballo.
El cuerpo del joven caballero cayó de manera un poco abrupta, pero desde el palco todos pudieron ver que no cayó de mala manera, por lo que solo tendría algunos golpes.
"Parece que he ganado esta pequeña apuesta, tío." Dijo Arianne con una sonrisa depredadora en su rostro mientras miraba al caballero misterioso desmontar y rápidamente verificar al joven Dalt. Tras unos segundos, ayudo al joven caballero a salir de la arena, mientras el público aplaudía el honorable gesto del joven caballero misterioso.
"SI sobrina, parece que el joven caballero misterioso es más bueno de lo que se pensaba." Dijo Oberyn mientras miraba a su hermano de reojo.
La víbora roja sabía que esta farsa de torneo se había hecho por dos razones, la primera, ver si había algunas alianzas en Dorne que amenazasen a la casa Martell, la segunda era para medir la capacidad marcial de los jóvenes dornienses, para de esa manera buscar un posible candidato a consorte para Arianne.
'Esto no estaba en tus planes, ¿verdad hermano?' pensó Oberyn al ver al príncipe gobernante de Dorne fruncir el ceño. 'Parece que este torneo se ha vuelto más divertido de lo que pensaba inicialmente.'