webnovel

Extra.

﹏﹏﹏﹏﹏༺♡༻﹏﹏﹏﹏﹏

| CAPÍTULO EXTRA. |

Una mujer de cabello azabache y tez morena caminaba por las calles del callejón Diagon, los niños caminaban con sus padres para comprar los útiles que usarían al asistir a Hogwarts. Sonrió al recordar sus años en aquel colegio.

Soltó un suspiró recordando a su castaño amigo de la casa Hufflepuff; había sido su único amigo en aquel tiempo.

Lo extrañaba pero ahora él estaba casado con una mestiza que conoció en New York. Y ella, solo había cancelado el matrimonio con su hermano mayor. No quería saber más de la familia Scamander, verlo con otra mujer le sería demasiado doloroso.

Ahora estaba sola, caminando por las calles de callejón Diagon. Sin prestar atención a su camino, el solo recordar cada momento con ese chico castaño le hacia sentir que necesitaba estar con él. Todos esos pensamientos se fueron cuando chocó con alguien; un hombre joven y apuesto de cabello castaño obscuro y ojos avellana. No tenía idea de quien era o cómo se llamaba, simplemente en ese momento dejó de respirar sintiendo como su corazón golpeaba su pecho fuertemente.

-Discúlpeme señorita, ¿esta bien?- preguntó aquel hombre apenado -No era mi intensión chocar con usted...- agregó

-No se preocupe- interrumpió ella con una sonrisa -Yo iba distraída- agregó apenada -Soy Leta Lastrange- se presentó educadamente

-Eduardus Gryffindor- sonrió mientras estrechaba la mano de la morena

La chica le miró sorprendida. Estaba frente al descendiente de Godric Gryffindor.

-Tu eres descendiente de...- fue interrumpida por el hombre

-Así es- respondió con una leve sonrisa -¿Que hace una bella dama sola por el callejón Diagon?- le miró curioso cambiando el tema de conversación

-Simplemente estoy paseando- respondió mientras miraba las calles llenas de brujas y magos

-¿No tienes esposo?- pregunta confundido, la Lastrange voltea y niega con la cabeza

﹏﹏﹏﹏﹏༺♡༻﹏﹏﹏﹏﹏

Con el paso de los meses ambos se hicieron más cercanos. Y apenas de las diferencias entre ellos, se enamoraron. Con el tiempo comenzaron una relación; y después de unos años Leta había quedado embarazada. Dumbledore no tardó en enterarse, aquel bebe y sus padres serían un gran peligro para él.

Eduardus las escondió en un lugar donde nadie pudiera encontrar a su amada esposa y futuro hijo o hija.

Todos los días a una determinada hora el Gryffindor visitaba a su amada novia; hasta que un día simplemente no regresó, ese día se convirtió en semana y a Leta le preocupada que algo malo le hubiera pasado. Con ocho meses de embarazo salió de aquel lugar en el que estaría a salvó; y sin mas que poder hacer llamó a la única persona que podía ayudarle. Theseus Scamander; él era conocido en el ministerio por ser el mejor auror. Y por aquella razón no tardo mucho en encontrarla.

Leta le explicó al Scamender todo lo que había pasado; él entendió la situación. Estaba feliz por ella; aunque no fuera él la persona que ella amaba.

Los días se convirtieron en semanas y no había rastro del Gryffindor por ningún lado. Leta estaba preocupada, pero lo estaba aún más sabiendo que pronto iba a dar a luz.

Finalmente, el día 10 de abril de 1926 nació una bella niña de piel blanca y suave. Ese día que para ella debió haber sido tan feliz se convirtió en una horrible tragedia al escuchar la noticia. Su amado Eduardus estaba muerto, todo por ese maldito viejo; Dumbledore le había quitado lo que más amaba en el mundo, ahora solo le quedaba su preciada hija. Y debía protegerla a cualquier costó.

-Lamentó mucho tu perdida Leta- dijo el Scamender, mientras la miraba

El llanto de la nombrada era demasiado para él, no soportaba escucharla llorar. Pero como no hacerlo, si sabía que el hombre al cual ella amaba estaba muerto. Y todo a causa se Dumbledore.

Leta sabía que aquel hombre no se detendría, no hasta acabar con la vida de su hija y la suya. Pero no podría permitir que Dumbledore le hiciera más daño a su familia.

-Theseus- le llamó débilmente -Toma esto- dijo mientras le entregaba dos llaves de Gringotts -No dejes que Dumbledore las obtenga, es la herencia de mi querida Ailén- sonrió con lágrimas -Si me pasa algo, promete buscarla y cuando sea mayor entregarselas- agregó mientras miraba en el cunero a su hija

-Leta... yo- miró las llaves y luego a su ex prometida

-Por favor Theseus, eres él único en quien confío- le miró con una leve sonrisa

Suspiró y miró a la chica, asintió diciendo que cumpliría con su palabra. El tiempo de visita terminó y lo único que pudo hacer el Scamander antes de irse fue darle una sonrisa. La última que le daría.

Saliendo de San Mungo sintió un escalofrío recorer todo su cuerpo, tuvo un mal presentimiento, pero no había nada fuera de lo normal a su alrededor. La pequeña Ailén estaba bien al igual que su madre y eso le aliviaba.

Sin darle más vueltas al asunto camino hacia su casa. Mientras que en San Mungo un hombre de larga barba blanca entraba al lugar preguntando por una persona en especial.

El tiempo había pasado tan rápido que Leta no pudo reaccionar. Dumbledore estaba enfrente de ella con su pequeña en brazos.

Le miró apuntarle con su varita

-¿Últimas palabras?- le miraba el viejo con una sonrisa de burla

-Eres un maldito bastardo- dijo molesta mientras miraba al hombre frente a ella

-Que bonitas palabras- le sonrió con hipocresía -No te preocupes por tu hija, ella estará bien. Me adorará y confiará en mi- agregó mientras miraba a la pequeña Ailén en sus brazos

-No, yo me encargaré de que ella no confíe en ti- agregó pero antes de que pudiera sacar su varita un rayo verde le golpeo

Todo paso en cámara lenta ante ella, observó como aquel hombre se iba de ahí sin ningún remordimiento, con su pequeña en brazos.

Su vida se acabó, y ni siquiera pudo hacer nada para salvar a su hija de su trágico destino.

Todo lo que había pasado en San Mungo había sido borrado, nadie recordaba que había pasado. No recordaban a la paciente Leta Lastrange ni a su bebé, él único que lo hacía era Theseus Scamander.

Se lamentó por dejarla sola, pero ahora lo único que podía hacer era buscar a la pequeña Ailén. Y hacerle saber toda la verdad...

Bab berikutnya