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LLEGANDO A KIOTO

"¡Al fin estamos en Kioto!"

Asomando la cabeza por la ventana de lauto, Yayoi exclamó mientras miraba curiosamente a todos lados como cualquier niño de su edad.

Eiko, quien estaba a su lado, disimulaba un poco mejor su curiosidad por todas las cosas nuevas que veía, pero mentiría si dijera que no quería hacer lo mismo.

Yuuma solo sacudió la cabeza y sonrió ante la actuación de las dos primas, no obstante, también sentía una ligera curiosidad por estar e n una nueva ciudad.

Luego de casi seis horas de viaje en auto, también estaba un poco aburrido, a pesar de haber tenido una buena conversación con ambas chicas y compartir mas cosas sobre sus vidas.

Además, Yuuma estaba contento de hacer este pequeño viaje ya que sería su primera vez viajando con sus propios medios desde que llegó a este mundo. 

Si, claro que había viajado a otros mundos como parte de sus misiones, pero eso era otra cosa.

Yuuma siguió conduciendo hasta llegar a una plaza pública frente a un templo, en donde estacionó su auto.

Las tres personas bajaron del SUV, caminaron hasta una oficina de turismo y recogieron algunos folletos. Luego se dirigieron a un pequeño restaurante para almorzar.

"Miren, en esta ciudad hay muchos lugares para visitar, como la pagoda de los cinco pisos, el templo Kiyomizu, las calles Sannenzaka y Ninenzaka… umm, muchas atracciones turísticas y lugares de belleza escénica añaden color a esta antigua ciudad"

Luego de terminar de comer, Eiko comenzó a leer uno de los folletos con entusiasmo, pero mientras seguía, su rostro mostraba una pequeña sonrisa irónica y cerraba con pena el folleto en sus manos.

"Haaa… pero ignoraremos todo eso ¿verdad? Debemos ir directamente a los lugares embrujados"

"Mmm, eso haremos" 

Yayoi respondió con tranquilidad, pero sus ojos comenzaron a mostrar un creciente brillo de emoción. 

La niña sacó su Tablet y comenzó a buscar imágenes, luego seleccionó una de ellas y le mostró al resto.

"Primero iremos al lugar que está catalogada dentro del ranking nacional de lugares embrujados ¡la gran represa de Aramikawa!"

"¡Oh!¡vamos!" – Eiko respondió con igual entusiasmo.

"¡Claro, vayamos!"

Yuuma sonrió al ver a este par de primas adictas a la emoción y al ocultismo, por lo que se sumó a las payasadas que hacían y respondió con el mismo entusiasmo.

Ya hace tiempo dejó de pensar en muchas de las inconsistencias que rodeaban a la niña y la información que poseía, como ese tal ranking nacional de lugares embrujados en Japón, solo quería disfrutar de este viaje.

"¿Cuál creen que sea el nivel de espíritu con el que nos encontremos?"

Mientras iban mirando por la ventana del auto, Eiko arrugó el entrecejo y lanzó una pregunta al aire.

"Umm, es difícil de responder" – Yayoi murmuró – "Teniendo en cuenta que es un lugar embrujado de gran fama, quizás sea un espíritu de Rango Medio o Alto, muy probablemente el último"

"Yo también lo creo" – Yuuma respondió tranquilamente mientras conducía – "Es muy poco probable que sea de Rango S"

"¿Por qué estás tan seguro?" – Eiko volvió a preguntar – "Por lo que puedo ver, Kioto es una ciudad con mucha más energía espiritual que Tokio, por mucho, por lo que creo que sus espíritus pueden ser más poderosos"

Ella utilizado su nueva habilidad adquirida para manipular su energía espiritual para poder 'ver' todo a su alrededor, percatándose de este hecho, lo que la hizo formular esa duda en su mente.

S bien ellos se habían enfrentado anteriormente a seres con un nivel que podría equipararse a seres de Rango Alto, pero sus enfrentamientos siempre habían resultado casi en derrota, librándose de la muerte solo por los pelos.

Y ahora, si bien tenían a Yuuma de su lado, no estaba muy segura de que todo suceda sin complicaciones, pues la energía espiritual que rodaba a la ciudad era realmente espesa. 

"Bueno, estoy seguro que no es de Rango S por dos motivos" – Yuuma respondió mientras sonreía.

"Número uno, si el fantasma que reside en esa represa fuera de Rango S, su nivel de daño hacia humanos sería mucho mayor, y las noticias sobre el lugar serían más escandalosas"

Eiko asintió ante estas palabras, pues tenían razón. Si fuer aun lugar más peligroso, sería considerado un lugar realmente maldito y habría sido demolido hace mucho tiempo, o por lo menos hubiera sido clausurado definitivamente.

Pero la represa Aramikawa no solo seguía funcionando, sino que se había convertido en un lugar turístico, por lo que hablando relativamente no era un lugar muy peligroso.

"Número dos, estoy seguro que el espíritu que reside en ese lugar no es de Rango S, pues si lo fuera, estaríamos realmente jodidos, jajaja" – Yuuma sonrió irónicamente.

Tanto Yayoi como Eiko miraron complicadamente a nuestro protagonista, pues por muy duras que sonaran esas palabras, eran verdad.

Ellos habían venido a Kioto para ver a la chica llamada Ai Kamiyo, una amiga de Eiko y Yayoi, y una antigua alumna de Keitaro. No obstante, esa chica estaba afectada por una maldición que un Dios sintoísta le habia puesto.

Asi que, su objetivo era enfrentarse a ese Dios con el objetivo de librar a la chica de la maldición que la aquejaba.

¡No obstante, luchar contra un ser del calibre de un Dios sintoísta no era poca cosa, para nada!

Según la calificación que el sistema le había dado a Yuuma, ese Dios sintoísta encajaba dentro de la clasificación de 'Rango S' el más grande de la clasificación para seres sobrenaturales en este mundo.

¡Y por la potencia de ataque que habían visto en el video sobre el accidente del tren bala, ese Dios si que era demasiado poderoso!

Ahora bien, todos los preparativos que se habían hecho, incluido los propios planes internos de Yuuma, solo concebían enfrentarse a un solo ser de tal calibre, siendo lo más fuerte que podrían encontrar en esta ciudad.

Es por eso que el espíritu de la represa Aramikawa no podía ser del mismo rango, de lo contrario, su suerte estaba echada. Si, Yuuma podría matarlo, pero con un gran costo tras la batalla.

Incluso con la ayuda de Yayoi y sus espíritus, resultarían con grandes daños. Si ese Dios se enterara de ello y decidiera atacar, estarían más que muertos.

Es por eso que no debían pensar mucho las cosas, no debían rebanarse la cabeza tratando de pensar en el rango que tenía el espíritu de dicho lugar, pues no serviría de nada.

Yayoi y Eiko entendieron esto luego de escuchar las palabras de Yuuma, por lo que solo suspiraron y asintieron.

El viaje no tuvo más contratiempos, y pronto llegaron a la represa.

Aparcaron en el estacionamiento, bajaron y caminaron hacia el puesto en donde se vendían los boletos de entrada para un tour guiado.

La persona encargada de atender era un hombre mayor, con el cabello entrecano, quien tenía una sonrisa amable.

"Muy bien, entonces escriban sus nombres en esta lista por favor" – el anciano le dio una lista de registro a Yuuma para que se anotaran.

Luego de escribir sus nombres, Yuuma le dio la lista a Eiko. Rápidamente comenzó a mirar a todos lados de manera discreta, tratando de encontrar alguna anomalía en la estructura de la represa.

No obstante, todo parecía normal.

"Esto… disculpa" – de repente la voz del anciano llamó su atención. Al mirarlos vio que el anciano le hacía una pequeña seña con la mano – "¿Les parece bien ir con esa pareja para ahorrar tiempo? Es que ya es casi la hora de cerrar"

Cuando Yuuma miró hacia donde estaba señalando el anciano, vio a un muchacho y una chica, vestidos con ropas que combinaban, como una típica pareja melosa de enamorados.

"¿Ustedes también vinieron a la excursión?"

La pareja de idiotas se veía tan radiantemente, combinando no solo su vestimenta, sino completando las frases que uno de ellos empezaba, abrazándose y saltando alegremente.

"¡Mi nombre es Maeda Shin, pero puedes llamarme…!" – el chico llamado Shin habló con entusiasmo, dejando la última palabra para que la dijera su novia.

"¡Shi-tan!"

"¡Y yo soy Toono Midzuki, alias…!" – la chica llamada Midzuki se presentó, y al igual que su novio, dejó que este último dijera su apodo

"¡Mi-tan!"

"¡Un gusto conocerlos!"

Los dos se tomaron de las manos y adoptaron una pose coreografiada, como si estuvieran bailando.

En verdad eran una pareja que matarían a un diabético por el exceso de azúcar.

"E-Es un placer conocerlos" 

Eiko sonrió graciosamente mientras una gota de sudor caía pro su frente. Incluso ella, a pesar de haber estado obsesionada con Keitaro, nunca había pensado en actuar de esa manera.

"¡Ahora vamos, Shi-tan!"

¡Te caerás si corres Mi-tan!"

La pareja de idiotas tomó la delantera y avanzaron alegremente mientras arrastraban al viejo guía, quien parecía un poco desesperado por la energía con la que la pareja estaba actuando.

"Ah… el pobre señor no pudo negarse y fue empujado por ellos para que iniciara el tour" – Eiko suspiró y comenzó a caminar.

"Vamos, hay que seguir, si dejamos al viejo con esos dos, seguro que algo malo le pasará" – Yayoi también suspiró y siguió a su prima.

Yuuma, quien había estado en silencio todo este tiempo, solo se quedó mirando a la pareja de idiotas que arrastraban al anciano. Luego de un momento una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

"Vaya, parece que el espíritu ya comenzó su jugada, espero que…. ¿Humh?"

De repente, la mirada de nuestro protagonista se dirigió hacia un punto determinado del bosque que rodeaba la represa, hacia un lugar muy tupido de grandes árboles.

'¿Qué fue lo de hace un momento?'

De un momento a otro, la precepción de Yuuma captó algo, o alguien, que lo estaba observando. Solo fue por un momento, pero sus sentidos pudieron percibirlo proviniendo de un punto determinado del bosque.

¡El lugar, que estaba al otro lado de la represa, estaba a casi mil metros, pero, aun así, Yuuma logró sentirlo!

Sus ojos se entrecerraron mientras miraba a dicho lugar. No obstante, por más que se concentró, no pudo volver a sentir la sensación de ser observado.

'¿Me equivoque?'

"Yuuma ¿vienes?"

De repente, la voz de Eiko lo sacó de sus pensamientos. Sacudió la cabeza y comenzó a caminar para seguir al grupo.

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