Es hora de un cambio

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En este momento, innumerables oleadas de presión espiritual envolvieron a Ye Chen, pero las comisuras de su boca esbozaron una sonrisa.

Aunque era solo un cultivador del reino del Emperador Supremo, en realidad, no era muy diferente de un experto del reino Semi Divino, y no uno débil precisamente.

Su nivel de cultivación no representaba su verdadera fuerza de combate, y por lo tanto, simplemente se sacudió la presión espiritual y caminó hacia las cinco personas.

—¡Ustedes debiluchos ni siquiera pueden resistir un solo golpe! —Tan pronto como terminó de hablar, la presión espiritual que lo envolvía se disipó instantáneamente. Al mismo tiempo, ¡la violenta aura de Ye Chen explotó!

Las cinco personas inmediatamente pudieron decir que algo estaba mal. Xi Er, quien tenía el nivel de cultivación más débil, fue lanzada por los aires, su cuerpo estrellándose contra un pilar de piedra.

—¡Cómo te atreves! —gritó uno.

—¡Soy un oficial de cumplimiento de la ley! —exclamó otro.