El corazón quiere lo que quiere

Después de despedirse de Keeley, Aaron quedó atrapado en el tráfico debido a que varios coches tuvieron un grave accidente a causa de la nieve. Llegó a la oficina con más de una hora de retraso y se encogió. Sabía que dejarla le haría llegar un poco tarde, ya que tanto el comité como el trabajo comenzaban a las 9 AM, pero no pensó que sería tan malo.

Nunca antes había sido tan irresponsable. Si alguien se enterara de esto…

Lamentablemente para él, la última persona que quería que notara su impuntualidad lo había hecho. Una de las secretarias le informó que Alistair lo esperaba mientras se dirigía hacia el ascensor.

Fantástico. Se dirigió a la oficina de su padre preparándose para enfrentar la tormenta de hielo que se avecinaba.

—¿Qué pasa? —preguntó con indiferencia al entrar.

Alistair le lanzó una mirada mortal. —¿Cómo te atreves a ser tan insolente cuando no te molestaste en mostrar tu cara hasta casi las 10:30 AM?