—No dejes que alguien que no ha hecho nada te diga cómo hacer algo. —Desconocido.
**************************
Zamiel soltó la mano de Cielo cuando vio que sus ojos se llenaban de lágrimas. Se dio cuenta de que estaba siendo demasiado egoísta y pidiendo demasiado. Solo había querido ver su rostro antes de morir y que ella lo sostuviera mientras daba su último aliento.
Su corazón le decía que había llegado a su límite. Todo lo que hacía le causaba dolor. Incluso mantener los ojos abiertos o respirar se sentía como una tortura. Su cuerpo había tenido suficiente después de pasar por tanto. Sentía como si su alma estuviera abandonando lentamente su cuerpo y no tuviera la fuerza para retenerla.
Quizás debería haber muerto ese día. Cuando Cielo estaba dispuesta a matarlo. Si hubiera muerto entonces, les ahorraría a ella y a sí mismo todo este dolor.
¡No!
En realidad, debería haber estado encerrado para siempre en ese ataúd. No debería haber sido liberado. ¿Qué bien trajo?
Dukung penulis dan penerjemah favorit Anda di webnovel.com