Confuso

En el País M. 

Un hombre alto con cabello corto y pelirrojo en ropa negra se paró junto a una pared de vidrio mirando la hermosa vista de las luces de la ciudad afuera de su ático en la Ciudad Real.

Pero su calma fue interrumpida por el sonido de rápidos pasos detrás de él. Frunció el ceño.

—M-Maestro, lo siento si lo molesté… —Una voz baja vino de detrás.

—¡Habla! —dijo fríamente el hombre de negro, sin mirar hacia atrás.

—¡Encontré sus rastros! —dijo orgullosamente el hombre pálido.

De repente, el hombre de negro se giró bruscamente, mirando a Xiu, —¡Explain! 

—Hace un momento, recibí una señal de que alguien estaba usando su estilo de hackeo. ¡Estoy seguro de que era ella! Como sabes, nadie puede copiar su estilo. Pero, después de intentar acercarme a ella probándola, ¡ella desapareció!

El hombre de negro frotó sus gruesas cejas perfectas, luciendo frustrado.