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Capítulo 75 – En la mente de Leo

Pude ver a Leo por lo que me acerqué lentamente a él. El aura roja aún permanecía en su cuerpo. Leo parecía estar distraído por algo por lo que seguí su línea de visión. Frente a él existía una serie de motas blancas que tomaron la forma de un adulto joven. Lucía encantador y muy elegante. Su ropa era algo militar y estaba adornada con varias medallas. Llevaba una corona sobre su cabeza por lo que indicaba que era un príncipe.

Sus labios se abrieron y dijeron.

¿?: Gracias

Solo para luego desaparecer. Leo corrió sobre las motas lanzándose como si fuera un enemigo. Lucia furioso por alguna razón.

Julia: Leo todo terminó.

Al escuchar mis palabras Leo se volteó abruptamente. Solo para luego lanzarse sobre mí. Sin embargo, se quedó petrificado en su sitio y una voz resonó en mi cabeza.

Leila: ¡Ahora!

Al escuchar sus palabras no tuve razón para dudar por lo que saque un sartén del inventario y golpee con toda mi fuerza la cabeza de Leo. El aura rojiza que emanaba de la piel de Leo se detuvo y finalmente cayó al suelo.

Después de ello pantallas azules inundaron mi vista.

Sistema: Felicidades por derrotar a un espíritu (2/8)

Sistema: Se recompensa con experiencia. Felicidades por subir de nivel 4>5

Sistema: Comienza el despertar de una habilidad de clase.

Sistema: Felicidades por obtener la habilidad arma de sangre.

Punto de vista Leo

Lo último que recuerdo es que estaba peleando con las estatuas y ahora estaba en el mar de mi alma. Parece que algo salió mal.

Leo: ¡Leila!

Mi grito resonó, pero algo no parecía estar bien. Leila no se presentaba y tampoco podía ver mis memorias o almas devoradas.

¿No estoy en el mar de mi alma?

El lugar era todo oscuro sin mota de luz, solo pude ver mi cuerpo y una niebla gris que rodeaba lo que parecía ser algún tipo de borde o barrera. Me acerque a ella para experimentar lo que era. Ingresé a la niebla y continué de forma recta. Después de caminar por un tiempo desconocido parecía que había llegado al mismo punto de partida.

Leo: ¿Es un bucle?

Dentro de mi mar de alma podía saber vagamente la ruta por la que caminaba. Así supe que había llegado al mismo punto.

¿?: Finalmente estas aquí. ¿Ya te quieres ir tan pronto?

Una voz resonó por lo que enfoqué mi vista sobre una figura. Me sorprendí mucho cuando supe lo que era.

Leo: ¡Eres… Eres el hobgoblin!

Hobgoblin: Bingo

Leo: ¿Cómo estás hablando?

El hobgoblin no sabía el idioma humano y este frente a mi hablaba perfectamente el español.

Hobgoblin: Vivo en tu cerebro. Conozco todo lo que tú sabes. Me gustaría que me llamaras Bob.

Leo: ¿Bob?

Hobgoblin: Sí. Me parece un buen nombre. Lo escogí yo mismo.

Esta situación era completamente surrealista. ¿Por qué estoy hablando con este monstruo frente a mí?

Bob: Tú y yo nos volvimos uno solo cuando decidiste absorber mi memoria. Esa chica que está afuera da miedo por lo que tengo que aprovechar esta oportunidad para tomar el control del cuerpo. No lo tomes personal, pero es lo que debería de hacer.

Ahora que lo pensaba su voz me resultaba increíblemente familiar. No sabía dónde la había oído, pero me provocaba algo de ansiedad.

Bob: Sabes esta forma ya es obsoleta. Desde que entre a este espacio he aprendido nuevos trucos.

El cuerpo musculoso y alto del hobgoblin empezó a encogerse. Su piel se mantuvo verde, pero se redujo en algunos tonos. Sus colmillos también se volvieron pequeños. Su forma cambió y se volvió idéntica a mí.

Bob: Mucho mejor. Esta forma es más cómoda. Como tu alter ego malvado debo de parecerme a ti. ¿No crees?

Leo: Déjate de juegos.

Bob chasqueo los dedos y ropa lo cubrió. Luego de ello una espada idéntica a la que uso apareció en su mano izquierda. Bob empezó a correr hacía mí balanceando la espada. Esquivé el corte por poco mientras trataba de reponerme del suelo. ¿Se podía llamar suelo a la nada?

Me levanté y me puse en posición de combate. La espada volvió a descender mientras yo esquivaba torciendo mi torso a un lado y dirigiendo mi puño derecho a su costado izquierdo. Mi puño impacto en sus costillas desequilibrándole un poco. Lo que me dio margen de regresar mi puño derecho y conseguir un combo con la izquierda, pero su mano se movió e impactó el pomo de la espada con mi nariz.

El golpe fue fuerte. Pensé que se me había roto la nariz y el dolor era casi insoportable.

Leo: Primera vez que veo a un hobgoblin usando un arma.

Bob: Debo de agradecerte eso. Con esto podre asesinar a muchas personas.

Bob desencadeno una serie de cortes con la espada. No tuve tiempo a pensar. únicamente tuve que esquivar con todas mis fuerzas. Cortes en mi cuerpo empezaron a crearse una y otra vez.

Lo único que quería era tener un escudo para desviar el daño. Pensando tanto en ello un escudo de madera apareció en mi mano derecha lo que me permitió bloquear la espada.

Leo: Ya entiendo cómo funciona.

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