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Capítulo 39 – En la gasolinera

Cuando salimos Julia se distancio un poco de mí. Se que no me había perdonado, pero no podía hacer nada. Incluso si quisiera era inútil lo hecho, hecho esta. Eso fue algo que sucedió antes de que tuviera conciencia de mí mismo.

Leila: Se le pasara y si no te tendré para mi sola~

Mire a Julia quien parecía estar bien.

Leo: ¿No puede escucharnos?

Leila: Nuestro vinculo es especial por lo que puedo hablar directamente contigo solo si te encuentras inconsciente puedo entablar conversación con Julia si quisiera hacerlo contigo consciente el canal se vuelve público es decir que podrás escuchar lo que hable con ella~

Leo: Ya veo.

Caminamos hasta que finalmente vimos a todos esperándonos en la entrada del edificio.

Leo: ¿Revisaron si había comida en el edificio? Si hay suficiente no necesitaríamos ir hasta la gasolinera.

Carnicero: Busque, pero aparte de papeles no había nada más y lo poco que quedaba ya estaba podrido.

Con esas palabras dichas ya no me moleste en seguir preguntando.

Leo: Ya todos estamos listos reanudemos el paso.

Continuamos el camino hacia la gasolinera con un buen ritmo. Nuestra formación se mantuvo incluso sin Milton, la clase de Cristina le dio ventajas en el combate cuerpo a cuerpo por lo que no tuve que preocuparme por ella cuando peleábamos con goblins. Estas criaturas eran numerosas y realmente molestas. Aunque en este punto ya no representaban una amenaza seria individualmente todavía necesitaba estar alerta y buscar formas de separarlos si estaban en grupos.

Después de dos horas finalmente habíamos llegado. Pero el objetivo no era la gasolinera era la tienda dentro de esta.

Las estaciones estaban bien, pero había autos con ventanas rotas eh incluso se podía oler a gasolina muy fuertemente. Había charcos de gasolina en el piso, pero los dispensadores habían parado de botarla.

Caminamos y nos aseguramos de que no hubiera monstruos cerca de nosotros. Parece que esta vez tuvimos un poco de suerte después de haber peleado toda la mañana.

Ting* Ting*

El sonido de campanas sonó cuando abrimos las puertas. No había nada a la vista por lo que no me preocupe. Mis sentidos tampoco captaban nada por lo que empezamos a recoger objetos. El carnicero fue por cigarrillos cerca del mostrados, el anciano fue por agua y comida, Diana parecía nerviosa mientras buscaba algo en especial con ayuda de Julia y Cristina. Yo por mi parte empecé a guardar comida en el anillo, tenía mucho espacio libre ahora que aumento su capacidad de almacenamiento. Guarde absolutamente todo lo que podía ser útil hasta que vi una caja de objetos muy conocidos, al verlos pensé en Julia y Leila por lo que los guarde todos.

Leila: Conmigo no son necesarios~

La voz de Leila hizo que mi cara se pusiera roja de la vergüenza.

Leo: No puedes hacer como si no vieras nada.

Leila: No quiero. Al fin puedo hablar libremente contigo~

Finalmente llegue a las refrigeradoras, pero no vi nada que llamara mi atención aparte de algunas bebidas de guarde. Los alimentos congelados ya estaban echados a perder por lo que no me moleste en guardarlos.

Volví a la entrada y parecía que ya habían recogido todos. Todos cargaban una maleta llena de alimentos que servirían para alimentar a los residentes del hospital.

Anciano: ¿Deberíamos entrar a la tras tienda?

Carnicero: Talvez hay más comida o una bodega.

Leo: No lo sé tengo un mal presentimiento sobre ese lugar.

Diana: Talvez no deberíamos de entrar.

Julia: Concuerdo.

Cristina: Opino lo mismo.

El anciano y el carnicero se miraron asintiendo en unanimidad.

Anciano: Ya tenemos todo por lo que vinimos regresemos al hospital no vale la pena arriesgarnos más por nada.

Clan* Clan*

El sonido de una lata cayendo pudo ser escuchado por todos parecía que venia de la trastienda. Agudicé mis sentidos y dije.

Leo: ¡Agáchense!

Nadie dudo, lanzándose inmediatamente al piso tras escuchar mis palabras. La puerta de la tras tienda salió volando destruyendo por completo el marco metálico que sostenía las ventanas de cristal. Alcé la vista y vi algo horrible. Era un Zombi, pero su piel estaba cocida y por alguna razón en vez de tener un brazo derecho humano tenía un tentáculo gigante de un pulpo. Su cara no era una cara normal no tenía piel y su cerebro estaba expuesto como si le hubieran hecho una lobotomía incompleta. Incluso estaba palpitando.

Zombie: ¡OOHHHHHHHHHHHHHH!

El zombie raro grito lo que alerto a todos.

Leo: ¡Hay que salir de aquí!

Todos salimos de ese lugar mientras esa cosa nos perseguía había usado control de sombras para ralentizarlo, pero no duro mucho. Aunque nos dio tiempo más que suficiente para salir.

Diana: ¿Qué es esa cosa?

Julia: ¡Es horrible!

Voltee la cabeza mi huía de esa cosa.

Leo: ¡Ojo de la verdad absoluta!

Las palabras del anciano que me había dicho antes de desaparecer siempre estaban en mí mente dijo que debía de usarla al salir, pero no me pareció correcto usarlo en otras personas. Creía que era un buen momento para usarlo después de haber leído su descripción.

Ojo de la verdad absoluta

Te muestra el estado de otros usuarios y monstruos. Debido al bajo nivel de compresión de la habilidad no se pueden ver todas las habilidades y es posible que falle en usuarios de mayor nivel o monstruos muy evolucionados.

Estado

Nombre: Zombie mutado (D-)

Descripción

Un monstruo resultante de la experimentación fallida de un liche. El cual lo arrojo a una grieta dimensional sobreviviendo de milagro.

No se pueden ver las estadísticas y habilidades.

Sistema: Se ha generado una misión.

Sistema: Derrotar al monstruo jefe Zombie mutado (D-) y obtener el fragmento dimensional.

Recompensas: Un objeto al azar para cada miembro que participe en la incursión y una bonificación de 5 puntos aleatorios en las estadísticas base.

Sistema: Si se recopila el fragmento dimensional se podrá actualizar el sistema desbloqueando el sistema de logros a nivel mundial.

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