Capítulo 786: Voldemort: ???!!! (Editado)

"¡Dumbledore!"

Hubo una mezcla de sorpresa y horror en la sala.

Los del bando de Yaxley, que aún estaban en posición de ganar, parecían desesperados, y los que, como Umbridge, no estaban bajo la Maldición Imperius y no eran tan leales a Voldemort, temblaban de miedo.

Aunque su lado todavía tiene la ventaja en términos de números, Yaxley también sabía que pueden estar en problemas hoy y, lo que es más importante, Dumbledore en realidad estaba fingiendo su muerte, así que su amo...

El pensamiento pasó por su mente, pero pronto, soltó una carcajada.

"¿Y qué si estabas preparado?" Una mirada feroz apareció en el rostro de Yaxley mientras reía y decía: "¡Mi amo ya sabe que hoy vas a trasladar a Porter, y aunque llegues ahora, será demasiado tarde! ¡Jajajajaja!".

"Acabo de advertirte, Yaxley". Dumbledore aún tenía ese tono amable: "A veces es mejor no hablar demasiado".

El comportamiento tranquilo de Dumbledore hizo que los corazones de Yaxley y los demás volvieran a hundirse, pero en ese momento no podían permitirse el lujo de preocuparse por Voldemort y, tras una feroz resistencia, todos fueron sometidos rápidamente.

Con Yaxley y los demás sometidos, la señora Bones y los demás Jefes de Departamento volvieron a sus puestos, manteniendo a duras penas el Ministerio en funcionamiento mientras Dumbledore se llevaba a los demás Aurores y escoltaba a Yaxley y los demás a las mazmorras contiguas a la sala del tribunal.

En el calabozo, Cornelius Fudge estaba encogido en un rincón de la celda.

Durante el tiempo que pasó en la celda, había podido reconstruir lo que había sucedido a través de las conversaciones con Umbridge.

La resurrección de Voldemort y el control encubierto del Ministerio no eran nada, pero cuando Fudge se enteró de la muerte de Dumbledore, se quedó sin energía y deprimido.

En menos de un mes, Fudge había perdido varios kilos, y con sus ojos hundidos y su barba, parecía un vagabundo en la calle.

Por eso, cuando Dumbledore y los demás entraron en la mazmorra con Yaxley y los demás, no reconocieron al hombre encogido en un rincón.

"¿Cornelius?"

Dumbledore fue el primero en reconocer a Fudge, llamándolo en voz baja al llegar a la jaula donde lo tenían.

El desaliñado Fudge levantó la vista y, tras un breve instante de estupefacción, los apagados ojos de Fudge brillaron de asombro.

"¡Albus! ¿No estás muerto?" Se levantó de un salto del suelo, se agarró a los barrotes de la puerta de la celda y gritó emocionado: "¡Genial! ¡Lo siento! Ya-Sabes-Quien... realmente... ha vuelto a la vida..."

Después de disculparse incoherentemente ante Dumbledore, Fudge se despertó de repente y volvió a gritar excitado: "¡Rápido! ¡Albus! ¡Ya-Sabes-Quien ha ido a atacar a Harry Potter con sus hombres! ¡Su plan se ha visto comprometido! ¡Harry Potter está en peligro!"

"No te preocupes, Cornelius". Dumbledore agitó su varita, abrió la celda que contenía a Fudge y lo tranquilizó despreocupadamente: "Nuestro plan no se ha visto comprometido y Harry está ahora a salvo..."

"¡No! Escúchame tú a mí". Fudge, tal vez para enmendar su error anterior, interrumpió rápidamente a Dumbledore: "¡Hay un traidor entre ustedes! Tus planes han sido..."

"Severus", dijo Dumbledore, sonriendo ante sus palabras y asintiendo a un estupefacto Fudge, "Lo sé, está de nuestro lado y fui yo quien lo envió a informar a Voldemort. No te preocupes, ahí está Fish".

...

"¡¡¡Roar~!!!"

(=`Д´=)

Fish saltó del sidecar de la moto, su cuerpo se hinchó en un enorme tigre blanco y rugió tan fuerte que los dementores sólo pudieron revolotear a poca distancia, sin atreverse a acercarse.

Harry y los demás aprovecharon la situación y descendieron rápidamente al suelo.

Tal como había predicho Moody, una vez que se alejaron un poco de la protección del hechizo de Lily Potter, un gran grupo de figuras con túnicas negras andrajosas apareció en el cielo de inmediato, y la temperatura, ya de por sí baja, se desplomó aún más.

"¡Expecto Patronus!"

Harry probó de todos modos el Encantamiento Patronus, y al principio consiguió convocarlo.

Sin embargo, justo cuando el Patronus había hecho retroceder a los dementores que los rodeaban, unas voces sonaron detrás de ellos.

"¡Finite Incantatem Patronus!"

Con estos conjuros, el Patronus de Harry se convirtió en humo plateado y se disipo en el aire.

"¡Aterrizar!"

Gritó Moody, mientras seguía intentando invocar a su Patronu, pero, como antes, fue disipado por los mortífagos que se escondían detrás de los dementores.

Entonces Fish saltó, convirtiéndose en un tigre blanco para mantener a raya a los Dementores y que Harry y los demás pudieran aterrizar.

"¿Hmm?"

Voldemort, que estaba sentado al fondo de la sala, miró al "gran gato" que flotaba en el cielo y no caía, y frunció el ceño confundido...

El hechizo que Fish utilizaba para flotar en el aire, ¿por qué le resultaba tan familiar?

Y, cuando uno de los guardias de Harry fue derribado accidentalmente de su escoba por un mortífago, tampoco cayó al suelo, sino que voló inestablemente.

Voldemort, por supuesto, no tenía ni idea de que el hechizo volador que había desarrollado, después de enseñárselo a sus mortífagos, fue transmitido inmediatamente por Snape a Fish, y luego aprendido en gran parte por la Orden del Fénix.

Si Harry no hubiera sido incapaz de practicar el hechizo en casa de los Dursley, esta vez no habrían necesitado utilizar sus escobas voladoras.

"¡Hmph!" Voldemort gruñó: "¡Viejo, me vas a dar problemas incluso después de muerto!".

Dio por sentado que se trataba de un hechizo volador que Dumbledore había desarrollado. En cuanto al parecido con su propio hechizo inventado, Voldemort no le dio mucha importancia, al fin y al cabo los principios del vuelo eran los mismos, no era más que una fusión de un hechizo de levitación y otro de transportar, nada extraño en el parecido ni siquiera igual.

En cuanto aterrizaron, Harry y los demás entraron en combate con los mortífagos de capa negra.

Aunque los mortífagos les superaban en número, la mayoría de ellos estaban demasiado mimados, por lo que su capacidad de luchar no es buena, excepto unos pocos mortífagos como Bellatrix, que habían sido encarcelados en Azkaban y eran mucho más fuertes y peligrosos.

"¡Un montón de basura!"

Voldemort miró a los mortífagos que no habían podido atacar durante mucho tiempo y maldijo con fiereza.

Su ejército de Inferi había sido destruido por Kanaloa, los hombres lobo estaban en el Ministerio de Magia y los vampiros no salían durante el día, así que los únicos que podía utilizar ahora eran los mortífagos...

Walden Macnair reclutó a un grupo de gigantes para él, pero dada la inexplicable afinidad de Fish, Voldemort no los llevó consigo.

Cuanto más lo pensaba, más se enfurecía Voldemort, que finalmente decidió actuar él mismo y, en un instante, apareció frente a Harry y los demás.

"¡Amo! ¿Cómo me atrevo a molestarlo? ¡Te bajaremos a Potter en un santiamén!" Bellatrix gritó de miedo más que de alegría al ver a Voldemort.

Sin embargo, Voldemort no respondió a sus intenciones, levantó la varita de sauco en su mano y apuntó a Harry.

"Potter, tú también conoces la profecía, ¿verdad?". La voz de Voldemort era suave pero fría. "Entonces veamos quién de nosotros sobrevivirá... ¡Avada Kedavra!".

Un cuervo apareció de la nada, desviando la Maldición Asesina, y salió volando por los aires hasta convertirse en un montón de escombros.

"¿Hmm?"

Voldemort miró por encima del hombro para ver quién se había atrevido a interrumpir su duelo con Harry Potter.

Entonces vio a la profesora McGonagall, que estaba como una leona protegiendo a sus cachorros.

"¡¿Qué quieres de mis alumnos?!" gruñó la profesora McGonagall a Voldemort.

"Minerva McGonagall..."

Por supuesto, Voldemort conocía a la profesora McGonagall, ya que no sólo era miembro de la Orden del Fénix original, sino también la madre adoptiva de Fish McGonagall.

"Bien". se burló Voldemort: "Fish McGonagall ha arruinado mis planes más de una vez, así que primero vamos a interesarnos por ti".

Entonces...

Él y la profesora McGonagall tuvieron una dura pelea.

Voldemort: ???!!!