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Capítulo 201: Acto 3 Parte 2

Decenas de libros a su alrededor, extendiéndose como un mar de conocimiento sobre la mesa. Ella pasaba las páginas tan rápido como leía. Concentrándose al máximo, buscando la descripción de esa persona en los relatos japoneses de antaño. Con los ojos que parecían mirar el alma. Cómo una sombra asesina en la oscuridad nocturna. Alguien que solo piensa en sí mismo. Egoísta y repugnante, pero a la vez realmente misterioso.

'No hay nada…'

No importaba cuando ella buscará entre las páginas de los libros, no importaba cuánta historia de Japón leyera, ella no podía encontrar la historia del dichoso Servant, Assassin. 

Su odio, con esas simples palabras que escuchó aquella noche, se transformó en la incertidumbre que se había sepultado en su corazón. Esas palabras seguían grabadas en su mente y las preguntas nacieron de allí.

'¿Quién eres?'

Parecía que Assassin nunca existió en la historia de Japón y mucho menos en los registros de los Magus de las épocas antiguas. Los shinobis se originan en la era Edo de Japón y se mantienen vigentes hasta el día de hoy. 

'El tiene los Ojos Místicos. Debería haber algo sobre sus hazañas grabadas en la historia'

A no ser que el mismo Assassin sea tan poco conocido que nunca se documentó su historia. Parecía ridículo, pero ella incluso pensó en la posibilidad de que Assassin no pertenece a este mundo. No solo la magia que ese muchacho usaba era extraña y desconocida, sino también sus ojos, los cuales no se parecen del todo a los Ojos Místicos de la leyenda. 

Esos ojos incluso parecían tener más habilidades que solo ver el final de las cosas. Con esto en mente, rodeada por las paredes blancas amarillentas de madera y decoradas con cuadros y estantes de libros, apoyando la cabeza en la mesa, Saber suspiró cansada.

"Aquí estás…"

Alguien repentinamente entra al estudio. Saber se da cuenta que es Irisviel y sonríe ya que de alguna forma esto se estaba volviendo una especie extraña de costumbre. Saber está concentrada, pensando y rompiéndose la mente con temas pesados, y de la nada, Irisviel emerge de las sombras para hacer que ella se relaje.

"¿Historia de Japón…?"

Ella preguntó. Saber miró el título de uno de los libros y asintió.

"Estoy buscando la historia de Assassin"

"¿Eso es para encontrar sus debilidades?"

Saber niega con la cabeza. Ella no sería capaz de buscar las debilidades de sus enemigos de esa forma. Es poco caballeroso. 

"Las debilidades de los adversarios se descubren durante las batallas. Lo que quiero saber está más allá de las debilidades de Assassin. Yo solo quiero saber quién es o fue…"

"¿Por qué necesitarías saber eso?"

En su inocencia, Irisviel hizo su pregunta. Saber, antes de responder, le dio un vistazo a sus propios recuerdos. Vio sus propios errores y los proyectó en Assassin.

"Yo…"

Hay algo que ella quiere comprobar.

"Quiero saber si el está mintiendo"

Una persona que lleva Assassin como clase no puede ser completamente honesta, como también no puede ser completamente embustera. Ella estaba dudando por eso mismo. 

"Assassin decía con mucha confianza que ganaría está guerra. Pero cuando se fue pareció dudar de si mismo. Puede sonar estúpido, pero eso no me deja en paz desde que pasó…"

"Entiendo… Assassin es un muchacho muy joven. Si recuerdo su apariencia, parecía tener casi la misma edad que tú. Tal vez sea por eso que estás tan preocupada…"

"Bueno, él… él me llamó niña…"

"…"

Irisviel por un momento se mantuvo en silencio. Entonces…

"Pffff… ¡Jajajajaja!"

"¿Irisviel…? ¿Por qué te ríes?"

"Bueno… jaja… es que… ¿Qué tiene de malo? Es lo que eres"

Saber miró hacia otro lado con un poco de vergüenza.

"Bueno. Es que el no tiene el derecho a llamarme así cuando parece tener la misma edad que yo"

"Tal vez él haya tenido sus razones para decirlo. Pero incluso si eso es cierto, él es el enemigo…"

Saber se había olvidado de eso por estar tan metida en la investigación…

"Es cierto. Lo había olvidado"

Ella miró una de las ilustraciones en el libro. Era un hombre con una capa grande que le cubría de los pies al cuello. Recordó a Assassin y negó con la cabeza. Ella finalmente cerró el libro y se levantó de su asiento.

"Iré a ver cómo está Maiya"

-Zona suroeste de la ciudad de Fuyuki-

El ya no tenía la voluntad para negarse. Simplemente estaba cediendo a la orden de Kirei. Caminó en la oscuridad y suspiró aire caliente. Sus dagas estaban manchadas de sangre y bajo sus pies los cadáveres de tres hombres que habían muerto ahogados en su propia sangre. 

'El vacío legal en la orden…'

Había algo que Kirei no tenía en cuenta y que Toru aprovechó para no matar gente inocente. La orden decía [Asesina a la gente de Fuyuki y, tomando el maná de tus víctimas, vuélvete más fuerte] Pero la orden no era muy específica. Así que, en esto, Toru tuvo suerte. El decidió matar a las personas que consideraba malas.

Si, él no tiene derecho a decidir quién es malo y quién es bueno, pero no había otra opción.

'Parece que Kirei quiere cubrir mis asesinatos con los del Master de Caster…'

Era un poco tramposo hacer eso, pero no había opción. Los hombres bajo sus pies estaban tratando de abusar de una mujer ebria que caminaba sola por las calles de esta ciudad. Toru vio la oportunidad y purgó el mal de un solo tajo. 

'¿Quién eres?'

La mujer ebria cayó de espaldas cuando vio a Toru matar a los hombres al instante.

El solo la miró pensando en qué decir.

"Ve a la estación de policía más cercana. Una vez allí, diles a los oficiales que te ayuden a llegar a casa"

En eso, un clon apareció diciendo:

"Te acompañare para que no te pase nada"

La mujer, hermosa y de cabello negro, parpadeo un par de veces, confundida.

"¿Estoy viendo doble?"

"Si. Estás ebria"

Le respondió el clon. Justo en ese momento, el Toru original desapareció dando un gran salto.

***

La masacre de esta noche comenzó en un callejón sin salida junto a esos tres tipos tendidos en el suelo y continuará en muchos otros lugares. 

Sostuvo las dagas con fuerza e intentó negar los impulsos asesinos que lo obligaban a avanzar. Había pasado bastante tiempo desde que Toru mató a alguien. De hecho, desde que mató a Danzo, no volvió a matar a nadie más.

Él había olvidado lo que se sentía tener la sangre de los enemigos fluyendo por sus manos. Aquel sentimiento de extinguir las vidas de aquellos que se interponen en su camino. Tal vez era por eso que Toru, cuando tenía entre 13 y 14 años, mataba tan fácilmente a cualquiera que se le cruzara. El sentimiento que esto le generaba…

'No me había sentido así en mucho tiempo…'

Ahora que su visión de la vida era más clara, el hecho de extinguir vidas se volvía más importante. Tal vez Kirei le hizo un favor al darle esa orden, pues esas emociones volvieron a despertar en el fondo del corazón de Toru. Él, después de todo, es un descendiente del clan Uchiha y el último hijo del clan Asahi. El amor por el caos y la guerra afluye por sus venas. El odio creciente habita en lo profundo de su subconsciente y el gusto por las batallas palpita fuertemente en sus arterias. 

"Hay más…"

Repentina información llegó a su mente. Hay un grupo de pandilleros rondando la zona. 

"Pensé que está ciudad era tranquila, pero parece que por la noche se convierte en un infierno…"

Sacudió las dagas con fuerza para quitarles la sangre y sus ojos miraron hacia la derecha.

"Dansu…"

Pisó el suelo con fuerza.

"Gyakusatsu"

Y se impulsó hacia delante. De una fracción de segundo a otra, Toru se encontró corriendo por las calles como una sombra entre las luces neón. Cruzó las dagas delante de su rostro y agudizó su mirada. 

[Que la muerte baile en las manos de esta ciudad y que la sangre de los caídos decore mi cuerpo con el poder de sus espíritus]

Una de las skills que recibió al ser invocado se activó después de decir eso. Por eso, como un depredador emergente de las sombras que generan las brillantes luces de la noche, mostró sus colmillos y miró a su presa con una sonrisa placentera.

Si, él había decidido que no mataría a nadie que no estuviera involucrado en la guerra, pero está es una orden del Sello de Comando. No hay forma de evitarlo. Aún así, esa orden fue lo que despertó aquel lado oscuro en Toru.

***

Y mientras la matanza comenzaba, el clon de Toru miró a Rin en silencio, desde las sombras. Él no sabía porque ella estaba aquí, pero la siguió para ver si lograba descubrir algo. Una niña sola en medio de la noche era suficiente para atraer a Ryūnosuke.

'Me encargaré de cuidarla'

Si cualquier cosa pasaba, el clon se encargaría de alertar al Toru original y este atravesaría la ciudad desde el cielo para llegar al instante.

"Aunque esa orden de Kirei si que es problemática"

***

'La brújula nunca había hecho algo parecido'

Pensó Rin. La brújula que Tokiomi le obsequió se estaba moviendo. La aguja giraba lentamente, no apuntaba a ningún lado en específico y eso era porque hay muchos rastros de maná.

'Tal vez…'

Si ella sigue su camino usando las reacciones de la brújula, el posible paradero de Kotone se mostraría. Incluso si el miedo le susurraba al oído que huya, ella avanzó con determinación.

Se movió por uno de los callejones, mirando a todos lados en caso de que alguien la vea. Se ocultó cerca de los cubos de basura, detrás de los postes, observando todo y viendo la reacción de la brújula. Cuando pasó por un callejón, la aguja de la brújula comenzó a girar un poco más rápido. Fue entonces que, del otro lado del callejón, por donde entró, vio a un hombre pasar con dos niños tomados de la mano. 

"Esos dos…"

Ella los reconoció. Eran los niños que molestaban a Konote en aquella ocasión.

***

'Ryūnosuke…'

Los ojos del clon brillaron. Entrecerró los ojos y exhaló una pequeña nube de aire caliente. Parecía que la orden de Kirei también afectaba a los clones. En él yacía el deseo de matar al Master de Caster, pero Rin también está aquí y, teniendo en cuenta que Caster puede aparecer y que el mismo Ryūnosuke es un Magus, no podía arriesgarse a saltar y matar.

'¿Qué debería hacer…?'

Mejor seguir observando y ver qué pasaba, o simplemente desaparecer e informar al original. 

El clon tomó la segunda opción como válida y juntó las manos. Desapareció envuelto en una nube de humo después de hacer eso.

***

La sangre salpicó después de que el sonido de la detonación de un arma de fuego resonó. Había más cuerpos sin vida regados por el suelo. Todos mostraban señales de resistencia. Algunos tenían bates de hierro, otros armas blancas de diferentes tamaños y el último, quien acaba de caer al suelo con la garganta cortada, había disparado con un revólver a la cara de Toru.

"¿Qué en Japón no estaba regularizado el porte de armas?"

Era extraño, pero en las asombras de cualquier país todo puede pasar. Así que pensar de más en eso no era la solución a todos los problemas, bueno, hay excepciones. 

"Hm…"

Pero para interrumpir su oleada de matanzas, nueva información llegó a su mente.

"Rin-san…"

Al recordar porque estaba peleando, volvió en sí. Vio a las personas muertas frente a él. Vio la sangre en su ropa, en sus dagas, en sus manos… Se quedó parado allí, reflexionando en silencio. Aunque alguno de ellos merezca la muerte, él no tenía por qué matarlos.

'No soy un verdugo, pero…'

El hecho de que se sintió bien matarlos a todos fue lo que encendió otro sentimiento en su corazón. ¿Qué es lo que quiero para mí? ¿Por qué hago esto? Por unos momentos, por dejarse llevar por sus fascinaciones más oscuras, se desvió de su camino. Matar para vivir es una ley de la naturaleza, pero matar por placer es algo muy diferente.

"Sin embargo…"

Sus ojos continuaron brillando con la luz del Shigan. 

"No puedo detener una orden del Sello de Comando por mi mismo…"

Eso quiere decir que, si va por Rin, no podrá controlar su cuerpo por culpa de la orden. Entonces el momento había llegado.

"¿Cuánto maná obtendré al matar al Master de Caster?"

¿Será suficiente para detener la orden? Pensó. Así que se dió la vuelta, aún cubierto de sangre, y dió un poderoso salto. Rin no debía quedarse sola junto a ese asesino, de lo contrario también morirá.

***

Rin siguió al hombre hasta llegar a un subterráneo. Cuando bajó las escaleras, vio que la aguja de la brújula comenzó a girar aún más rápido. Así que, al no sentir a nadie cerca, abrió la puerta y entró en lo que parecía ser un bar de mala muerte.

'¿Qué es esto…?'

Había algunos niños tirados en el suelo y, entre ellos…

"¡Kotone!"

Ella enseguida se acercó a Kotone y la tomó entre sus brazos. 

"¿Kotone…? ¿Qué tienes?"

Kotone tenía los ojos abiertos, pero estos estaban dilatados. No, ella no estaba muerta, pero parecía estar metida en algún extraño trance que la tenía de esa forma. Rin se preocupó por eso.

"Hay más aquí…"

Aparte de Kotone, había dos niños más tirados en el suelo. Ellos estaban igual que Kotone. Rin quería ayudarlos. Además, ese hombre parecía haberse ido, pues no había ningún rastro de él.

"Tranquila, te voy a sacar de aquí"

Dijo ella, pero al instante sintió un escalofrío en la espalda. Se dió la vuelta y allí estaba. Ryūnosuke la miraba con una expresión seria.

Continuará…

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