Capitulo 3: Entrenamiento (1)

"¡Espera papá! ¡Me gustaría que me entrenes!" profirió Gohan dejando totalmente sorprendido a Goku, no esperó que su hijo le dijera tal cosa.

Porque realmente pensaba que Gohan se dedicaría a ser investigador tal como quería Chi-Chi, el niño leía mucho por lo que veía.

Por eso estaba desconcertado. Quizá, con la respuesta de su hijo entendería mejor por qué razón a Gohan le gustaría ser entrenado por él.

"¿Y eso? No sabía que tenías interés en las artes marciales" preguntó Goku con curiosidad, esperando que su hijo le diera una respuesta.

Gohan sonrió nerviosamente al oírle, sabía de antemano que su padre iba a reaccionar así pero eso no suponía ningún problema para el niño.

"¡Porque quiero ser tan fuerte como tú papá! Y quiero proteger al mundo de cualquier amenaza" respondió Gohan con una sonrisa en su rostro.

Y no estaba mintiendo; su padre Goku siempre estaba ahí para enfrentarse a cualquier enemigo, en algún momento él también tendría que estar.

'Sobre todo por las batallas futuras, me temo que estaré involucrado en todas' pensó Gohan recordando los acontecimientos del manga.

Goku escuchó atentamente a su hijo, le miró por unos instantes hasta que esbozó una gran sonrisa, similar a la del pequeño Son Gohan.

"¡Eso es genial Gohan! Pero tu madre... bueno, no sé si a ella le parecerá bien que tú entrenes" consideró Goku mientras se rascaba la nuca.

Lo decía tanto por su carácter como por lo que mencionó Chi-Chi hace años cuando él propuso entrenar a Gohan. Sí, de ahí surgían sus dudas.

"Jeje no te preocupes por eso papá, estoy muy seguro de que mamá aceptará que me entrenes" habló Gohan con toda la confianza del mundo.

Goku le miró con sus ojos ónix, su hijo era bastante extraño y en más de una ocasión le había sorprendido con sus actos, así que...

"Perfecto, confío en ti Gohan" declaró Goku finalmente y el menor saltó de alegría, "Ahora regresemos a casa, ¡tengo mucha hambre!"

Gohan asintió pero de pronto una idea vino a su mente. Era algo que desde pequeño siempre quiso probar, ¡y ahora tenía una oportunidad!

"Papá, ¿te importaría que volviéramos con la nube voladora?" le preguntó Gohan a su padre, quien le observó con ojos perplejos y sonrió.

"Bien, aquí voy, ¡nube voladora!" el azabache llamó a la nube que le había acompañado en incontables aventuras a lo largo de su vida.

En cuestión de segundos la nube amarilla se presentó y Gohan la vio con una amalgama de sentimientos, desde ilusión hasta nostalgia.

"Nube voladora, este es mi hijo Gohan" el mayor comenzó con las presentaciones, "Bien, ahora te toca subir, espero que seas puro como yo jeje"

Gohan se mofó ante la broma de su padre y se acercó a la nube. Respiró hondo y de un salto se montó en la nube voladora. Y claro, no se cayó.

"¿Viste papá? ¡Sí pude subirme!" chilló Gohan con una sonrisa jovial, 'Por fin cumplí uno de mis sueños, y también es bueno saber que soy puro'

Realmente nunca fue indecente o deshonesto, aunque su vida pasada no fue la mejor siempre pretendió hacer las cosas lo mejor que podía.

'Cuando murió mamá me enfoqué al máximo en los estudios, tanto que nunca tuve una novia' pensó Gohan con una sonrisa desalentada.

¡Pero aquí todo sería distinto! No sólo buscaría ser el más fuerte sino que también procuraría ser feliz, iba a aprovechar esta nueva oportunidad.

Con una sonrisa Gohan cerró sus ojos y se aferró a su padre mientras que viajaban a toda velocidad recorriendo el extenso cielo azul...

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"¡Ya estamos en casa!"

Chi-Chi se puso en pie al oír la voz de padre e hijo sonando al unísono. Se percató a su vez de que Goku traía en sus manos a un pez grande.

"Han tardado bastante" señaló la mujer y Goku se rascó la nuca sonriendo, "Muy bien, es hora de cocinar ese pez... ¡nos prepararé algo delicioso!"

Goku saltó de alegría tras escuchar aquellas palabras pero enseguida recordó lo que había hablado con Gohan acerca de entrenarle...

"Oye, creo que tendrías que decírselo ahora..." susurró Goku deseándole suerte a su hijo pues estaba a punto de hacer algo bastante difícil.

Convencer a Chi-Chi, cosa que jamás había hecho desde que la conocía. Pero quizá su hijo tuviera mejor una suerte que él con eso...

Gohan tragó saliva antes de dar un paso al frente, tenía plena confianza de que su madre aceptaría pero no aun así estaba nervioso.

"Mamá, hay algo que quiero decirte" declaró Gohan y sin esperar a que Chi-Chi respondiera, prosiguió. "¡Yo quiero que papá me entrene!"

Chi-Chi dejó caer el cuchillo con el que estaba removiendo las escamas del pescado y se volteó lentamente mirando a Goku, y luego a Gohan.

"¿Cómo que quieres entrenar? ¿Para qué? ¡Lo importante es que estudies para ser una persona de provecho!" exclamó Chi-Chi viendo al niño.

"Lo sé mamá, pero de nada sirven los estudios cuando el planeta está en peligro" explicó Gohan, "Mira, papá no estudió y es una gran persona"

"Pero..." Chi-Chi buscó maneras de refutar las palabras de su hijo pero no hallaba argumentos para hacerlo. Goku sonrió ante tales palabras.

"Sé que te preocupas por lo que vaya a ser en el futuro, y claro que estudiaré, pero mi prioridad es volverme más poderoso" prosiguió el pequeño.

La mujer pensó las palabras que dijo mientras los ojos de Gohan resplandecían ingenuamente, con la expectación de que su madre hablara.

Estaba sumamente sorprendida por la gran madurez de su hijo, que apenas tenía tres años. Eso le hizo sentirse orgullosa como madre.

Ella misma había sido testigo de lo prodigioso que era Gohan, no tenía dudas de que sería una gran persona. Y con eso, ya tomó su decisión.

"Está bien, te dejaré entrenar con tu padre si me prometes que seguirás estudiando" Chi-Chi condescendió finalmente y el menor sonrió.

"¡Eso dalo por hecho! ¡Gracias mamá!" Gohan abrazó a su madre, quien sonrió acariciando su cabello fosco, "¡Me avisan para cuando ya esté lista la cena, estaré en mi cuarto leyendo jeje!"

Gohan se marchó a su habitación bajo la alegre mirada de su madre, quien segundos después se volteó con algunas sospechas hacia su esposo.

"Por cierto Goku..." el mayor se alarmó al oír el tono suave de Chi-Chi, "¿No tienes nada que ver con esa decisión que ha tomado nuestro hijo?"

"Claro que no, fue Gohan mismo quien me dijo que le entrenara" respondió Goku llevándose las dos manos a la nuca, "Él es bastante extraño"

Y eso que era su hijo, pero no eran parecidos. Gohan era más inteligente, aunque compartía el mismo interés por ser más fuerte que tenía él.

"Es muy perspicaz para su edad, supongo que eso es bueno" Chi-Chi indicó con la mano en la mejilla, "¡Bien! Tengo un gran pez por cocinar"

Tras eso la mujer se fue a retomar su tarea y Goku se quedó parpadeando varias veces con perplejidad, hasta que recordó algo curioso.

'¿Cómo es que Gohan sabía acerca de la nube voladora si nunca le hablé de ella?' pensó Goku con curiosidad; su hijo era muy misterioso.

En el otro extremo de la casa, Gohan soltó un estornudo sin saber la razón. Estaba meditando como siempre mientras seguía discurriendo.

'Bien, cambié un poco la historia. Y ahora podré moverme con más libertad, los estudios no serán un problema así que todo son ventajas' indagó.

Con Chi-Chi otorgándole a total libertad podría explorar a fondo su potencial, al menos durante el año que quedaba hasta la llegada de Raditz.

Y luego las cosas se complicarían hasta un punto donde no pararía en casa, por eso aprovecharía todo el tiempo en entrenar.

Pasar el tiempo con sus padres entraba en sus planes, sabía bien que los villanos jamás descansaban, uno tras otro fueron cayendo.

Y claro, cumpliría la promesa que hizo. Si quisiera podría graduarse en la universidad ahora mismo, pero no había prisa alguna.

Haría todo a su debido tiempo. Pero lo que ocupaba su mente ahora es el hecho de que debía ganar mil de poder inmediatamente.

'Bien, tengo un año para lograrlo... papá debe enseñarme cuanto antes el estilo de la tortuga y también a hacer un Kamehameha' meditó él.

Volvió a cerrar sus ojos para meditar e hizo circular el Ki alrededor de su cuerpo, quedándose así bastante concentrado.

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"¡Ya estoy listo papá!"

Gohan gritó con sumo entusiasmo mientras vestía una camiseta sin mangas blanca y sus pantalones verdes, frente a él estaba Goku.

Los dos se encontraban a unos metros de la casa. Recién estaba amaneciendo por lo que de momento decidieron empezar a entrenar ahí.

Goku sonrió ante la gran emoción que estaba mostrando su hijo, y le entregó una tela azul que Gohan cogió en sus brazos, y que extendió.

"¡Oh, ese es tu primer dogi! ¡Muchas gracias papá!" exclamó Gohan abrazando a su padre, '¡Qué ilusión! Primero la nube y ahora esto'

"No fue nada jaja, ahora intenta ponértelo. Mientras entrenemos procura no quitártelo" manifestó Goku cruzándose de brazos.

Gohan asintió y tras retirar la ropa que llevaba, se puso el viejo dogi de su padre. Pero lo sentía bastante pesado, le costaba un poco caminar.

'Supongo que es la ropa pesada, me viene genial pues así me voy fortaleciendo. Queda esperar qué entrenamiento me hará papá' pensó el pequeño.

"¿Qué tal? ¿Cómo te sientes?" le preguntó Goku con una sonrisa al ver que tenía dificultades para ponerse en pie, eso se lo esperó de antemano.

"Como si pesara mucho más, me costará seguirte el ritmo para cuando entrenemos..." declaró Gohan mientras rascaba su nuca.

"Oh, lo primero antes de todo es que debes fortalecer tu físico. Y para ello, darás un par de vueltas al monte Paoz" profirió el azabache.

Gohan sonrió mostrando sus nervios. Sabía que eso era MUY primordial para volverse más fuerte y por lo tanto, aumentar su Ki en gran manera...

"Está bien, después no te arrepientas papá... ¡terminaré eso enseguida para que me enseñes el Kamehameha!" clamó Gohan sonriendo.

Goku le miró nuevamente perplejo, pues en ningún momento recordaba haberle hablado sobre su técnica insignia. Era tan extraño..

'Tendré que llevarle al palacio de Kami-sama, ahí podrá ser mejor entrenado' discurró Goku llevándose la mano a la barbilla, pensando.

Pero de momento, él continuará entrenándole. Quería ver hasta dónde llegaría el potencial de su hijo. Así que, sonrió viendo correr al pequeño.

'Uh, esto es más difícil de lo que pensé' Gohan sintió que su cuerpo le pesaba toneladas, 'pero no puedo rendirme y volver... ¡No! ¡eso jamás!'

Aquel sería el primer paso para establecer su presencia en este mundo, donde el poder lo era todo. La leyenda de Son Gohan, comenzaba...