¡Haz que Park Chan-young se arrodille!

La expresión de Park Chan-young era extremadamente fea. Nunca se había sentido tan avergonzado en su vida. Si no fuera por Geng Weilun y Miyamoto Masaki, definitivamente habría faltado a su palabra.

¿Cómo podía arrodillarse ante Jordan? ¡Y delante de las otras grandes familias!

«Maldita sea, ¿por qué Jordan tenía tanta confianza en Hailey? ¿Cómo sabía él que ella definitivamente diría su nombre? Con la situación actual de Jordan, Hailey debería tener más miedo de mí». 

Park Chan-young seguía dudando y se negaba a hablar.

Jordan dijo: 

—Park Chan-young, sé que no tienes las agallas para cumplir tu promesa. No puedes permitirte ser humillado. Está bien si no te doblegas ante mí, ¡pero tienes que salir del lugar de mi boda ahora! ¡Y no se te permite acosarme a mí y a mi familia en el futuro!

Jordan era el enemigo mortal de Park Chan-young. ¡¿Cómo podía Park Chan-young dejarlo libre?!

Park Chan-young dijo enfadado: